Ayer, 17 de mayo, se celebraba el Día Mundial de Internet y comenzaron a circular por la Red diferentes infografías sobre lo que nos depararán los próximos años, qué tecnologías predominarán y cuáles pasarán a mejor vida. Una de las que me ha parecido más curiosa ha sido la de Trustly, que recoge diferentes opiniones de expertos en una línea temporal de 2020 a 2050 (podéis verla completa al final del artículo).
Lo interesante, más allá de la importancia que se da a los pagos online (seguro que el hecho de que Trustly se dedique a este negocio habrá tenido algo que ver), es encontrarnos con previsiones como que desaparecerán las consolas en 2020 o que el teléfono móvil ya no existirá en 2035, atribuida a Renée J. James, presidenta de Intel. ¿De verdad ya está programado el fin del terminal móvil?
Siempre resulta difícil aventurarse a predecir el futuro y mucho más si hablamos de tecnología y de un margen de 20 años. Sin embargo, no hay que tomarse esta frase de James como un fin absoluto del terminal móvil, simplemente como una evolución hacia otra cosa que aún está por llegar.
O por lo menos creo que esa es la intención que se puede deducir de varias entrevistas en las que la responsable de Intel apuesta por la telefonía móvil como un punto intermedio entre el ordenador personal y la tecnología pervasiva o ubicua que llegará para invadir casi todos los aspectos de nuestras vidas cotidianas.
Un dispositivo todavía más personal
El terminal móvil inteligente tal y como lo conocemos seguramente cambiará en los próximos 20 años, pero no desaparecerá por completo. Evolucionará hacia un instrumento todavía más personal, más integrado en nuestros cuerpos, más protésico y seguramente imprescindible en nuestras actividades diarias.
¿Cómo será un móvil típico del año 2035? Pues imagino que físicamente muy diferente a lo que tenemos hoy. Probablemente estará más cerca de nuestra biología, con interfaces inteligentes que nos comprenderán y se anticiparán a nuestras necesidades utilizando múltiples informaciones del entorno, de la Internet de las cosas, y creando nuevas formas de realidad aumentada con las que interpretar la información que nos rodea.
Los nuevos usos que daremos a estos terminales móviles evolucionados son, a día de hoy, difíciles de anticipar. Y mucho menos somos capaces de aventurarnos a criticar en tono catastrofista si estos cambios serán buenos o perjudiciales para el usuario, incluso para el humano como especie. Tendremos que ir viéndolo sobre la marcha...
Infografía | Trustly
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