Huawei P Smart 2021, análisis: la imperfecta renovación de todo un superventas

Huawei continúa con su habitual ritmo de lanzamiento de teléfonos móviles y, como correspondía al último tramo de 2020, aquí tenemos el nuevo exponente de su línea Smart. Concretamente, el Huawei P Smart 2021, un teléfono de línea media con la dura tarea de mantener las ventas de una línea muy exitosa siendo el primero de los suyos en llegar sin los servicios de Google.

Tumbamos al Huawei P Smart 2021 en nuestra mesa de análisis para comprobar qué tal le han sentado los cambios con respecto al modelo de la primera mitad de este año al que ahora sustituye. Un teléfono destinado a la franja económica del mercado y con la experiencia sobre sus hombros de una familia que siempre ha rendido a buen nivel.

Ficha técnica del Huawei P Smart 2021

Líneas muy reconocibles para un experto amante de las huellas

Huawei lleva varias generaciones puliendo el aspecto de sus dispositivos, diferenciándolos lentamente de la competencia y haciéndolos muy reconocibles entre sí. Con este Huawei P Smart 2021 no es una excepción y aunque estemos ante un modelo económico destinado a luchar en uno de los terrenos de juego más competidos, da la sensación en todo momento de que debería costar más de lo que realmente cuesta.

Encontramos pocos ángulos en un teléfono cuyo ensamblaje está bastante bien logrado. Tan sólo un pequeño y suave reborde en la pantalla (provocado por el protector integrado y, por cierto, ligeramente movido a la derecha), y en el marco al conectar con la parte trasera, nos sacan de la ilusión de que estamos ante un teléfono construido de una sola pieza. El diseño en sí es bastante clásico, con las botoneras a la derecha, incluyendo el lector de huellas ligeramente hundido, y los conectores (USB y auriculares) en la parte inferior. La parte izquierda queda para la bandeja de la SIM y la microSD.

Ni es pequeño, con casi 16,6 centímetros de alto, ni es ligero, con 206 gramos de peso, pero el P Smart 2021 es bastante cómodo y ergonómico y el manejo no se hace pesado. Sin embargo, en su diseño incluye uno de sus aspectos más negativos: la limpieza. El modelo que analizamos tiene un acabado casi de espejo en la parte trasera, aún siendo de plástico, y eso hace que sea prácticamente imposible mantenerlo limpio. La sensación que produce su uso es negativa y es, por desgracia, prácticamente permanente. Será mejor llevarlo con funda, aunque resista a las caídas.

Llegamos a la pantalla tras uno de sus puntos débiles para encontrarnos con una de sus fortalezas. 6,67 pulgadas de panel LCD con ratio 20:9 y 2.400 x 1.080 píxeles para una visualización realmente excelente. Bien en los ángulos de visión, con buen brillo máximo permitiendo usarlo sin problemas en exteriores y un excelente tacto y, precisión y velocidad de respuesta. La pantalla de este P Smart 2021 es de calidad y se nota, y pese a no estar centrada del todo en el frontal (tiene una ligera barbilla) hace que el teléfono luzca con ella encendida, y tenga un aspecto muy uniforme cuando está apagada.

Como acostumbra a ofrecer EMUI, en esta caso la versión 10.1 sobre Android, tenemos la posibilidad de elegir la temperatura de color del panel de entre varios presets y con una rueda que nos permitirá personalizarla al máximo. También tenemos doble toque para encenderla, activable desde los ajustes de accesibilidad, o la posibilidad de que se encienda al levantar el teléfono. Además de todo tenemos modo lectura programable, un modo eBook que tiñe la pantalla de anaranjado y la posibilidad de adaptar las fuentes de escritura.

Hacemos un breve paso por el apartado de sonido antes de saltar al rendimiento. El Huawei P Smart 2021 ofrece buena potencia para el altavoz inferior aunque adolece de tener pocos bajos. No inexistentes, pero sí insuficientes. En cuanto a la claridad del sonido, incluso llevando el volumen al máximo se aprecia poca o ninguna distorsión. Buen trabajo de Huawei en este sentido que se traslada al trato del conector de auriculares, que cuenta con los ajustes extra de Huawei Listen, y al audio a través del Bluetooth. Sin duda, un teléfono recomendable para los amantes de la música.

La potencia justa debido a un imposible salto que hacía falta

Llega el momento de hablar del cerebro, y el comportamiento del mismo, de este Huawei P Smart 2021. Un teléfono móvil que aterriza con un necesario paso adelante en almacenamiento interno, con sus 128GB, con 4GB de RAM que resultaba lógico mantener pero con un procesador que ya hemos visto demasiadas veces. El Kirin 710A está aquí porque Huawei no tiene nuevas opciones para montar, y eso se nota en el rendimiento general.

El nuevo P Smart 2021 de Huawei se porta bien la mayor parte del tiempo, tanto en la ejecución del propio sistema operativo, un Android 10 escondido tras EMUI 10.1 con demasiado bloatware, como en las aplicaciones más habituales. Redes sociales, mensajería, juegos ligeros, navegación. Todo se comporta como debe hasta que empezamos a apretarle más y entonces aparecen las costuras.

La propia multitarea del dispositivo presenta algunos problemas, congelando apps en segundo plano de forma más habitual de la probablemente necesaria, ralentizando así la activación de apps en los cambios entre unas y otras. Los juegos y apps más pesados tardan más de la cuenta en abrir y el rendimiento de los más pesados se nos escapa. No hace falta abrir Genshin Impact para darnos cuenta de que el P Smart 2021 está sólo medio paso por encima de una gama económica, pese a pretender ser una gama media competitiva.

Os dejamos con las pruebas de rendimiento:

Hay que mencionar también que su pila interna, de 5.000 mAh con carga rápida de 22.5W, se porta bastante bien aunque también queda un poco por debajo de lo esperado. Hemos obtenido entre las 6,5 y 7,5 horas de pantalla con este P Smart 2021, cuando miembros de su competencia han superado sobradamente las 8 y 9 horas con los mismos números. Probablemente la resolución FullHD+ de la pantalla sea un lastre pero tenemos que echarle la culpa a un procesador que no puede ahorrar toda la energía que debería.

Por último, el EMUI 10.1 que ya mencionamos anteriormente, demasiado plagado de aplicaciones que no hemos pedido, y con una App Gallery que no deja de recomendarnos que instalemos aún más. Pero la dura realidad es que las apps más populares, como WhatsApp o Instagram, no están presentes salvo a través de alguna quick app en el caso de la segunda (y nos pide que nos hagamos responsables de su instalación).

En nuestro caso de uso concreto ha habido que recurrir al archivo APK de WhatsApp a través de la web de la compañía, aunque eso te deja sin actualizaciones futuras salvo ajuste manual. Telegram ha sido 'Telegram X' y nada de redes sociales pues ni Twitter, ni Facebook ni Instagram están en la App Gallery ni, claro está, se les espera. Para correo, el cliente instalado de Huawei por no tener acceso a Gmail. Realmente se hace muy difícil manejar un Huawei en Occidente pues casi todo lo mainstream está bloqueado para su uso. Una lástima.

Una última mención al lector de huellas del lateral antes de saltar a las cámaras: veloz y preciso. Ni un sólo error de identificación en el tiempo que hemos dedicado al análisis. Huawei sabe lo que se hace en este campo y lo demuestra desde hace ya muchas generaciones.

Cuatro cámaras traseras, pero a la hora de la verdad son sólo dos

Como solemos comentar en este tipo de configuraciones múltiples en teléfonos de gama media y baja, suelen sobrarnos sensores. Aquí tenemos una cámara principal de 48 megapíxeles, una secundaria con lente súper gran angular de 8 megapíxeles y luego dos de 2 megapíxeles cada una: una con lente macro y otra para lecturas de profundidad. Y como es habitual, la cámara macro se usa poco y su rendimiento no sobresale, haciendo difícil justificar su presencia.

Pero empecemos por la app de cámara, una app ya clásica en EMUI 10.1 que deja casi todo lo que necesitamos a plena vista, haciendo su uso bastante intuitivo. Huawei sabe lo que se hace en este terreno por lo que con un par de toques o swipes en pantalla lo tenemos todo a mano, desde el modo noche al modo retrato pasando por el salto de un nivel de zoom a otro, activando así los 0,6X del modo súper gran angular. Una app de cámara sencilla y funcional, como deberían ser todas.

La cámara principal de este P Smart 2021 se porta más que bien. Cuando tenemos luz abundante, el enfoque es veloz y el disparo lo es aún más. Maneja bien las zonas con rango dinámico complejo y solventa sin problemas los contraluces. Satura ligeramente las tomas, pero sin exceso, y ofrece unos bordes bastante definidos y sin dientes de sierra. Lo cierto es que Huawei sabe muy bien lo que se hace en materia fotográfica y basta con hacer tres o cuatro fotos para darnos cuenta de que el Huawei P Smart 2021 no es una excepción en su catálogo.

Cuando cae la luz y la escena se vuelve más complicada, el Huawei P Smart 2021 sigue rindiendo a buen nivel. Cierto es que el enfoque se hace algo más errático y que el disparo se ralentiza, pues estamos ante una gama media económica y no esperábamos milagros, pero el tratamiento del ruido está muy cuidado y la cámara se porta bastante bien sin luz. Bastante mejor de lo esperado para un móvil de este rango de precios. Recordemos, 229 euros en cuanto pise las tiendas.

También tenemos una cámara con lente super gran angular y lo cierto es que el efecto de curvatura de los bordes de las fotografías es tan suave que resulta muy agradable. El procesado es suave pero suficiente para diferenciar ambas cámaras y tenemos una experiencia fotográfica muy parecida a la de la lente principal. Enfoque rápido, disparo rápido, pérdida de velocidad cuando cae la luz. Estamos ante una cámara divertida a la que es muy fácil volver y que da buen resultado.

El modo macro es, como ya decíamos antes, resultón pero casi innecesario. Las fotografías resultan difíciles de encuadrar, por lo que es fácil obtener tomas desenfocadas a tan corta distancia, y a la hora de verdad tenemos una fotografía de 2 megapíxeles a la que es difícil hacer nada más allá de publicarla o guardarla. Con un recorte en una fotografía de 48 megapíxeles de la lente principal obtenemos casi el mismo efecto, aunque nos obligue a enfocar desde algo más lejos. Una cámara poco práctica a la hora de la verdad.

No nos olvidamos del modo retrato, aunque Huawei prefiere llamarlo modo Apertura (no confundir con el modo Retrato presente en la app, que consiste en un procesado de color y desenfoque muy concreto). Aquí Huawei sigue rindiendo a un nivel muy alto, con una separación bastante bien definida de los planos y un desenfoque suave pero visible. Pocos fabricantes tratan el bokeh por software como Huawei y el P Smart 2021 se porta muy bien en este punto. Bien por el fabricante.

Por último, los selfies. Una única cámara pero con una opción de bokeh por software echando mano de la inteligencia artificial imbuida en EMUI 10.1. Buenos resultados, sin más. El enfoque y disparo es rápido con luz y no lo es tanto sin ella, y aquí el ruido sí aparece algo más temprano de lo esperado. Una cámara que se porta bien sin excesos, en la media de lo que ofrece su competencia en esta franja de precios.

Huawei P Smart 2021, la opinión de Xataka Móvil

Nos encontramos ante la compleja diatriba de recomendar un teléfono bastante equilibrado, pese a tener su puntos grises, como es este Huawei P Smart 2021. Por un lado tenemos una construcción de nivel con propensión a las huellas, una pantalla que raya la excelencia en su nivel de precios y un equipo de cámaras algo sobrecargado (el macro parece estar de más). Por el otro, tenemos un teléfono que paga el precio del bloqueo de los Estados Unidos.

El baneo al que EEUU ha sometido a Huawei ha hecho mucho daño y se nota en dos puntos clave: la ausencia de las apps más comunes dentro de App Gallery, y que Huawei aún no ha conseguido solventar (y probablemente no lo consiga salvo que algo cambie de forma radical en su relación con los Estados Unidos) y la presencia del Kirin 710A que ya debería haber sido renovado. Este teléfono necesita un nuevo cerebro más potente para elevar su rendimiento y situarlo a la altura de su competencia, y no lo tiene.

Al final tenemos entre manos una pérdida de competitividad sensible para una gama, la de los P Smart (antigua P Lite) que en años anteriores era casi un must a la hora de las recomendaciones y que ahora debe quedarse, de forma casi obligatoria, fuera. Una lástima pues este teléfono es el sucesor de auténticos superventas en generaciones previas, y probablemente ahora recorra el mercado sin pena ni gloria. Confiemos en que el bloqueo se revierta y se solucionen algunos puntos. Pero el del procesador ya no tiene remedio.

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Huawei. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.