Huawei P30 Lite, análisis: por fin un gama media que cumple haciendo fotos de noche

No fue anunciado a bombo y platillo como sus hermanos, pero Huawei volvió a cumplir la tradición de lanzar tres dispositivos para su nueva familia P. Ya analizamos el Huawei P30, que es el modelo estándar, y el Huawei P30 Pro, que es el más potente, por lo que le toca el turno al Huawei P30 Lite, el más "peque" de los tres.

El Huawei P30 Lite se sitúa como un dispositivo de gama media. En su interior, encontramos el procesador Kirin 710 y 4 GB de RAM, mientras que en su trasera destaca la triple cámara con gran angular y teleobjetivo.

El móvil ya ha pasado por nuestras manos y nuestro taller, y tras haberlo sometido a nuestras pruebas, he aquí su análisis.

Ficha técnica del Huawei P30 Lite

Huawei P30 Lite

Dimensiones y peso

152,9 x 72,7 x 7,4 mm
159 gramos

Pantalla

6,15" IPS/LCD FullHD+
(2.312 x 1.080 píxeles)

Procesador

Kirin 710
GPU Mali G51 MP4

Memoria

4 GB

Almacenamiento

128GB + microSD

Batería

3.340 mAh + carga rápida 18W

Cámaras traseras

Cámara triple de 48MP (f/1.8) + 8MP (f/2.4, gran angular) + 2MP (sensor profundidad, f/1.8)

Cámara frontal

24 MP, f/2.0

Sistema operativo

Android 9 Pie con EMUI 9.0.1

Otros

Bluetooth 4.2, aptX HD, USB C, NFC, radioFM, WiFi ac, lector de huellas trasero

Precio

349 euros

Huawei P30 Lite + Huawei Free Buds -Smartphone de 6.15" (WiFi, Kirin 710, RAM de 4 GB, memoria interna de 128 GB, cámara de 48 + 2 + 8 MP, Android 9), color azul

Análisis del Huawei P30 Lite en vídeo

Diseño: cómodo en mano y construido en plástico

Como marca la tradición, empecemos hablando del apartado estético. El Huawei P30 Lite, y a pesar de que otros gama media apuestan por el cristal, está construido en policarbonato, una forma elegante de decir plástico. Eso, todo sea dicho, tiene su punto positivo y su punto negativo. El positivo es que da una mayor sensación de seguridad, ya que el plástico no se rompe con la misma facilidad que el cristal. El negativo es que no se siente excesivamente premium.

El Huawei P30 Lite no siente premium a la mano, al contrario, la sensación es más bien plasticosa

Ahora bien, es bonito. Está acabado en color negro y azul holográfico, siendo este último el que hemos probado nosotros, y lo cierto es que poco o nada tiene que envidiarle a sus hermanos en términos estéticos. Sin embargo, y aquí voy a pecar de ser un poquito maniático, las huellas se quedan muy marcadas, así que o funda o pañito siempre guardado en el bolsillo.

A pesar de tener una generosa pantalla, el Huawei P30 Lite no es tan grande como podría parecer. Todo lo contrario. Los marcos están bien aprovechados y el dispositivo es compacto. De hecho, se puede usar sin mayor problema con una sola mano (siempre y cuando no sea demasiado pequeña, claro). El acabado 3D y las esquinas y bordes redondeados hacen que el agarre sea correcto, aunque lo que más llama la atención es su peso.

El Huawei P30 Lite es una pluma. Su peso es de 159 gramos, de lo más bajo que hemos visto en su gama, y algo digno de admirar si tenemos en cuenta que mide 152,9 milímetros de alto, 72,7 milímetros de ancho y 7,4 milímetros de grosor (otro punto a tener en cuenta).

De hecho, cuando lo cogí por primera vez me sorprendió que pesara tan poco, hasta el punto de que llegué a pensar que era una maqueta. A título personal, me suelen gustar más los móviles que pesan porque se sienten más robustos, pero esto es algo a gusto del consumidor.

Pantalla

Altura (mm)

Anchura (mm)

Grosor (mm)

Peso (g)

Ratio

Batería (mAh)

Huawei P30 Lite

6,15"

152,9

72,7

7,4

159

84,2%

3.340

Redmi Note 7

6,3"

159,2

75,2

8,1

186

81,4%

4.000

Honor 10 Lite

6,21"

154,8

73,64

7,95

162

83,1%

3.400

Huawei P Smart 2019

6,21"

155,2

73,4

8

160

83,1%

3.400

Samsung Galaxy A50

6,4"

158,5

74,7

7,7

166

84,9%

4.000

Repasando la construcción del Huawei P30 Lite, en la parte trasera tenemos el módulo con la triple cámara, el flash LED y el lector de huellas, que en esta ocasión no se ha metido bajo la pantalla, aunque conserva esa posición cómoda en la que suele caer el dedo índice, seas zurdo o diestro. La cámara sobresale bastante, por lo que cuando dejas el teléfono sobre la mesa y tocas una de las esquinas se tambalea.

El canto izquierdo tiene el botón de encendido y de volumen y el derecho queda completamente libre. En la parte superior tenemos el slot para las tarjetas nanoSIM y microSD y el micrófono de cancelación de ruido y, finalmente, en la parte inferior, el USB tipo C, el altavoz en una posición que, como veremos, no convence, y el jack de auriculares. Y como en los pequeños detalles está la perfección, debo preguntar: ¿tan difícil es centrar los puertos y no romper la simetría?

Pantalla: 6,15 pulgadas que lucen de maravilla

Dejando las manías a un lado, cuando le damos la vuelta al móvil nos encontramos con la pantalla, una enorme-no-tan-enorme pantalla de 6,15 pulgadas con tecnología IPS/LCD y resolución FullHD+ (2.312 x 1.080 píxeles) que ocupa cerca del 84% del frontal. Y decimos cerca porque la zona superior cuenta con un notch en forma de gota y la zona superior con una barbilla de medio centímetro.

¿Y qué tal rendimiento? Sin mayores problemas. La pantalla del Huawei P30 Lite se ve bien en cualquier condición lumínica, algo a lo que ayuda que el brillo automático funciona realmente bien. El brillo máximo es lo suficientemente alto para disfrutarla a plena luz del día y el brillo mínimo, junto a la certificación TÜV Rheinland, hace que sea cómoda de usar de noche.

Una vez configuras el modo vívido, la pantalla consigue un color natural y la experiencia es sobresaliente

Sin embargo, por defecto viene un poquito cálida y con un nivel de contraste algo bajo. ¿Cómo se soluciona? Yendo a Ajustes > Pantalla > Temperatura y modo de color y eligiendo el modo "vívido". Eso aumenta un poquito la saturación de los colores, mejora el contraste y hace que los blancos sean realmente blancos. Si lo prefieres, puedes configurarlo a placer moviendo el cursor hacia los lados.

Desde los ajustes puedes modificar la calibración de la pantalla para conseguir blancos más puros o una temperatura más cálida.

En términos de calidad y experiencia, una vez puesto el modo vívido, puedo decir que no se le pueden poner pegas. Ya veas películas en Netflix, vídeos en YouTube o te eches una partida, la pantalla se comporta. La resolución FullHD+ funciona y sigue siendo una resolución correcta para cualquier situación cotidiana. Sin problemas en ángulos de visión, aunque algún que otro reflejo extraño al coger el teléfono en posiciones raras, pero nada preocupante.

Sonido: un aspecto a mejorar

No podemos cerrar el apartado multimedia sin hablar del sonido, un sonido que, en pocas palabras, se nos queda corto. El volumen máximo es alto, sí, pero cuando ponemos un vídeo o una canción a dicho nivel suena un poco estridente. Se soluciona ligeramente bajando el volumen un punto o dos, pero se sigue escuchando plano y sin contundencia. Los graves no son graves y los agudos suenan, quizá, demasiado agudos.

Al altavoz es estridente y le falta pegada, así que es buena idea aprovechar el jack de auriculares

Además, el altavoz está a la derecha del canto inferior, es decir, que lo vas a tapar sí o sí cuando cojas el móvil en horizontal, esto es, cuando vas a ver un vídeo, una película o un vídeojuego. Al tapar el altavoz, el sonido del Huawei P30 Lite se apaga por completo. Deja de escucharse y lo poco que se escucha suena bajo y mal.

Por otro lado, EMUI ofrece varios ajustes de audio cuando conectamos los auriculares, que por fortuna es algo que podemos hacer. Dado que tiene jack de 3,5 milímetros, podrás usar tus auriculares de siempre o los que vienen incluidos en la caja si no tienes unos y conseguir una mejor experiencia. Con auriculares no hemos tenido problemas, pero el apartado del sonido nos ha dejado con un mal sabor de boca.

Rendimiento: se necesita un poco más

Visto el exterior, vamos a pasar al rendimiento. A diferencia de su hermano chino, el Huawei P30 Lite que llega a nuestras fronteras lo hace con 4 GB de memoria RAM en lugar de 6 GB, aunque conserva el procesador que, como veíamos en la tabla de especificaciones, es el Kirin 710.

Dicho procesador, que es el mismo que vemos en el Honor 10 Lite, Huawei Mate 20 Lite y P Smart 2019, es un chipset de gama media que fue presentado a mediados del año pasado. Consta de cuatro núcleos ARM Cortex-A73 a 2,2 Ghz y cuatro ARM Cortex-A53, algo más pequeños, a 1,7 GHz, así como de una GPU Mali-G51 MP4. Sobre el papel no pinta mal, pero la cosa cambia ligeramente cuando lo ponemos a prueba.

HUAWEI P30 LITE

REDMI NOTE 7

HUAWEI P SMART 2019

MOTOROLA MOTO G7 PLUS

SAMSUNG GALAXY A50

IPHONE 7 PLUS

Procesador

Kirin 710

Snapdragon 660

Kirin 710

Snapdragon 636

Exynos 9610

Apple A10

RAM

4 GB

4 GB

3 GB

4 GB

4 GB

3 GB

AnTuTu

131.268

147.046

130.026

116.035

147.589

172.644

GEEKBENCH 4.0 (SINGLE/MULTI)

1.550 / 5.499

1.627 / 5.823

1.531 / 5.149

1.317 / 4.723

1.719 / 5.630

3.457 / 5.608

PCMARK WORK

5.872

6.335

5.853

6.230

5.556

--

No es que vaya mal, porque no va mal, pero sí se nota que al dispositivo le falta algo de potencia. En aplicaciones ligeras del día a día no hay mayores problemas, salvo algún que otro sutil lag al abrir la aplicación o volver a esta después de usar otra, véase cerrar WhatsApp, abrir Instagram, ver un par de fotos y volver a WhatsApp. La animación se nota un poco tosca.

Abrir aplicaciones en frío puede ser un poco lento. Por ejemplo, tarda dos segundos en abrir y cargar Instagram, tres segundos en cargar Twitter, unos tres segundos en cargar Facebook y seis segundos en cargar la app de Spotify. Cuando ya están cargadas no hay mayor problema, apps como WhatsApp, Telegram o Twitter se mueven con naturalidad y la experiencia es buena. Cuando están en la multitarea, volver de una a otra es rápido, aunque la animación no se nota del todo fluida.

Se nota mucho más cuando cierras aplicaciones pesadas, como juegos tipo Asphalt 9 o Pokémon GO, que suelen poner el procesador y los sensores a funcionar a toda máquina. No hemos sufrido nunca ningún redibujo de la interfaz, pero sí se nota que le pesa y que el rendimiento global del terminal se reduce. Por ejemplo, al cerrar Asphalt 9 la pantalla se queda en negro y hasta que vuelve a la home pasan un par de segundos.

Los tiempos de apertura son bastante largos y, aunque el rendimiento una vez abierto no es malo, se queda esa sensación de que no va del todo bien

Y hablando de juegos, el rendimiento dentro de los mismos depende mucho de si es un título fotorrealista o más cartoon. Brawl Stars o Clash Royale no le suponen un problema al procesador y a la GPU, que aunque tardan un poco en abrir la app no presentan problemas durante las partidas. En juegos como Asphalt, donde se exige bastante más, el juego tarda más tiempo en abrirse, pero una vez cargado se mantiene más o menos estable. No va del todo mal, pero el sabor que se te queda después de varias partidas es de que podría ser mejor.

Un punto positivo es el de la temperatura. Cuando juegas a títulos pesados, se nota que el móvil se calienta por la parte trasera. Sin embargo, basta con cerrar la app y dejarlo un par de minutos tranquilo para que se enfríe y vuelva a su temperatura normal. También es positivo el almacenamiento interno, que con 128 GB de base es más que suficiente para guardar todas las fotos, vídeos, canciones y películas que quieras.

Dicho esto, hablemos de la biometría. Como decíamos antes, el Huawei P30 Lite tiene sensor de huellas trasero y desbloqueo facial. El primero, que se encuentra en una posición cómoda, es rápido y fiable, tal y como nos tiene acostumbrados Huawei. Basta con rozar ligeramente el sensor para que reconozca la huella y desbloquee el dispositivo. Además, se puede configurar para bajar la cortina de notificaciones deslizando hacia abajo o pasar de una foto a otra deslizando hacia los lados.

El reconocimiento facial, por su parte, no va mal pero tampoco es tan rápido como para olvidarse del sensor de huellas. Al ser en dos dimensiones, solo funciona cuando miras el teléfono de frente, lo que no es una posición natural en la mayoría de las veces. Por defecto viene configurado para que te reconozca la cara y tengas que deslizar para acceder al móvil, pero puedes cambiarlo para que acceda a la pantalla principal directamente.

El reconocimiento facial funciona cuando hay luz, pero de noche se nota que le cuesta un poco más

Funciona bien cuando la luz acompaña, pero de noche se nota que se resiente. Después de todo te está haciendo una foto, y si no hay luz no hay foto que valga. Tenerlo activado no está de más, pero el lector de huellas funciona mejor y, al menos en el día a día, me parece más útil.

Terminamos con la conectividad, donde no hemos tenido ningún problema. Tiene WiFi de doble banda, por lo que te puedes conectar a la red 5 GHz, Bluetooth 4.2, USB tipo C, jack de auriculares, radio FM y NFC, que para alguien que paga siempre con el móvil es una buenísima noticia. Por pedir, habría estado bien tener Bluetooth 5.0.

Autonomía: suficiente para un día de uso

Seguimos con la autonomía, uno de los puntos críticos de cualquier dispositivo. En el caso que hoy nos atañe nos encontramos con 3.340 mAh de batería, una batería que se carga a una potencia de 18W a través de un puerto USB tipo C. Punto a favor que Huawei incluya un cargador compatible en la caja.

Durante nuestras pruebas, el Huawei P30 Lite nos ha dado en torno a cinco horas y cinco horas y media de pantalla activa, pudiendo llegar a las seis con un uso moderado. Sin embargo, este tiempo se ve reducido cuando le apretamos un poco, jugando, por ejemplo. Aun así, no estamos ante un móvil que nos invite demasiado a hacer tareas pesadas, por lo que, por norma general, hemos podido llegar bien al final del día.

Si haces un uso moderado, llegar al final del día con una sola carga es posible. De media, hemos conseguido unas 5-5:30 horas de pantalla activa

El uso de aplicaciones multimedia, como YouTube o Netflix, no consume demasiada batería, sobre todo si tienes las canciones o películas descargas y evitas hacer streaming. Sin embargo, sesiones largas de fotografía o vídeo pueden suponer un mayor consumo, algo a tener en cuenta de cara a controlar el nivel de batería a lo largo del día. También destaca el consumo en reposo, que es muy reducido.

Dependiendo de cómo uses el dispositivo podrás conseguir más o menos autonomía. En la imagen puedes ver los resultados desde la última carga: dos horas y media de uso y casi cinco horas en reposo han consumido un 20% de batería.

Sin embargo, no podemos obviar el hecho de que los 3.340 mAh es una cifra algo escasa viendo la competencia. Quizá habiendo subido la cantidad hasta los 4.000 se habría conseguido una autonomía mayor, pero claro, eso habría implicado un pequeño aumento en el grosor del terminal y, posiblemente, en su peso.

En cuanto a la velocidad de carga, enchufándolo 30 minutos podremos conseguir ponerlo de 0% al 40%. Cargarlo al completo toma alrededor de dos horas, una cifra que se nos antoja algo elevada. Es verdad que en poco tiempo puedes conseguir algo de batería para aguantar el día, pero ya que no tenemos un amperaje más alto, bien habría agradecido una carga más veloz.

Software: EMUI sigue haciendo de las suyas

Toca hablar del sistema operativo, un apartado cuyo principal protagonista es Android 9 Pie maquillado con EMUI 9.0.1. No hay diferencias con respecto a otros terminales de la firma, ya que seguimos encontrando la estética asiática tan propia de Huawei y la misma cantidad de aplicaciones preinstaladas y funciones añadidas. Sin novedades en este sentido.

Para ir directos al grano, sí, hay bloatware. Por defecto, Huawei preinstala la aplicación de Facebook, la de Booking, la de eBay y una enorme cantidad de apps propietarias como AppGallery, un calendario, un bloc de notas, una app de correo y todas las herramientas a las que estamos acostumbrados. No se pueden desinstalar, así que que con casi total seguridad habrá alguna aplicaciones duplicadas. La galería o la app de correo, sin ir más lejos.

En cuanto a opciones y funciones añadidas, EMUI tiene todas las que quieras y más. Como veíamos antes, puedes calibrar los colores de la pantalla, esconder o mostrar el notch, activar un modo lectura, "optimizar el rendimiento" mediante un gestor (que básicamente cierra las aplicaciones en segundo plano), crear apps gemelas, restringir el uso de las que decidas gracias a un bloqueador y la posibilidad de esconder fotos, vídeos y contenido sensible de ojos ajenos gracias a una caja fuerte. Muchas opciones, sin duda, aunque a efectos prácticos no hemos conseguido sacarle provecho.

De los 128 GB que tenemos disponibles en la memoria interna, solo podemos aprovechar 99,01 GB

No tenemos el "Bienestar Digital" de Google, sino que Huawei vuelve a apostar por "Balance digital", su propia interpretación. Como ya hemos visto en otros dispositivos, podemos conocer nuestras rutinas de uso, qué apps nos ocupan más tiempo, programar un límite de uso (que puedes saltarte sin mayor problema), etc. Está bien tenerlo a mano.

En relación al rendimiento, la navegación entre pantallas es fluida, si bien, como señalábamos antes, tiene margen de mejora. Los tiempos de apertura son lentos y las transiciones entre los menús (como acceder a los ajustes de pantalla en la app "Ajustes") no son instantáneas. De hecho, cuando abres un apartado en la app de ajustes, pasas a una pantalla blanca y, posteriormente, se carga el menú.

Esto también se aprecia en el sistema de gestos. Son los mismos que Android 9 Pie tiene configurados por defecto y los más visuales, como volver a la pantalla de inicio o abrir la multitarea, no son del todo fluidos. No es que vayan mal, insisto, pero esa sensación de que "algo falla" sigue estando presente.

Más allá de eso, EMUI no tiene término medio. O lo amas, o lo odias. Para mi gusto, es una capa de personalización muy agresiva, con infinidad de opciones que no aprovechas (como el Modo Fiesta) y que inclinan aun más la curva de aprendizaje para un usuario que no esté familiarizado. Además, se sigue notando que EMUI no es una capa pensada para la gama media, ya que si en un Huawei P30 Pro va bien, en un gama media no termina de convencer.

Cámara: triple lente a la espalda y multitud de opciones

Terminamos, como siempre, hablando de la cámara. El Huawei P30 Lite tiene un triple sensor en la parte trasera y una sola lente en la delantera, siendo su principal arma de combate un sensor principal de 48 megapíxeles con apertura f/1.8. El sensor secundario es un gran angular de 120 grados de ocho megapíxeles y el tercero un sensor de dos megapíxeles con apertura f/1.8 que se encarga del modo retrato y el zoom óptico de dos aumentos. Los selfies se quedan en 24 megapíxeles con apertura f/2.0.

Tener tres tipos de sensores da mucho juego de cara a la fotografía, aunque se agradecería una app algo más rápida

Como manda la tradición, y dado que el Kirin 710 cuenta con una NPU (Unidad de Procesamiento Neuronal), la cámara del Huawei P30 Lite llega potenciada con inteligencia artificial, una IA capaz de detectar hasta 22 escenas y que se encarga del modo noche dedicado y del zoom híbrido x6. Vistos los sensores, las opciones parecen prometer, y lo cierto es que el Huawei P30 Lite se comporta y saca pecho.

Pero antes de entrar a ver los resultados, conviene hablar un poco de la app de cámara. Nos encontramos con una estética muy similar a lo que estamos acostumbrados a ver en los dispositivos de la empresa, de forma que tenemos los diferentes modos, el botón para girar la cámara, el disparador y la galería en la zona inferior y los ajustes y demás accesos en la zona superior.

En términos de rendimiento, la cámara no es la más rápida del mundo y en algunas ocasiones, sobre todo cuando la luz escasea, tiende a tardar un poco en disparar. Asimismo, cuando seleccionas la opción para disparar en 48 megapíxeles (algo que no recomendamos y ahora verás por qué), la cámara se queda pillada un segundo hasta que graba la imagen en la memoria. El cambio entre modos también es un poco lento, aunque nada grave.

Un punto interesante es que hay un botón para cambiar entre los diferentes sensores, de forma que puedes alternar rápidamente entre el sensor principal con angular normal, el teleobjetivo y el gran angular, todo ello sin tener que hacer pinch to zoom. Asimismo, no hay una opción para activar y desactivar el HDR, sino que este ha sido sustituido por un botón para activar o desactivar la inteligencia artificial.

Tras nuestras pruebas, recomendamos encarecidamente disparar en 12 megapíxeles, ya que se consigue un mayor rango dinámico y la diferencia no es demasiado palpable

Respecto a lo de disparar a 48 o 12 megapíxeles, aquí veremos cuáles son los resultados para ambas opciones, pero recomendamos disparar en 12 megapíxeles. El motivo es que el dispositivo se vale de la tecnología Pixel Binning para captar más luz y mejorar el rango dinámico. Cuando usamos el modo de 48 megapíxeles, conseguimos algo más de detalle (tampoco mucho, todo sea dicho) pero las fotos salen más pálidas y con menos rango dinámico.

Con esto dicho, pasemos a ver los resultados. Cuando es de día, la cámara del Huawei P30 Lite consigue unos resultados buenos, sobre todo para ser un gama media, aunque se echa en falta un rango dinámico algo superior. Cuando disparamos en 12 megapíxeles, las fotos tienen un buen nivel de detalle, el enfoque es rápido y los colores son fieles a la realidad. Por ello mejor no activar la inteligencia artificial, ya que su funcionamiento consiste en subir la saturación y el contraste, dando resultados menos naturales.

Cuando es de noche, la cámara nos pide que sujetemos el teléfono firmemente durante un par de segundos para mejorar la foto, y lo cierto es que los resultados hablan por sí mismos. El nivel de detalle es excelente, apenas hay ruido (salvo en las zonas muy iluminadas) y los colores son fieles a la realidad. El Huawei P30 Lite destaca sobremanera donde otros muchos gama media fallan, y hacer fotos de noche es una gozada, simple y llanamente.

Pero si hablamos de fotos nocturnas, no podemos dejar de hablar del modo noche, un modo dedicado desarrollado por Huawei cuyo fin es, efectivamente, mejorar la toma de fotografías nocturnas. ¿Cómo funciona? Sencillo: sujetas el teléfono firmemente durante unos ocho segundos y el terminal te devuelve una foto con mejor nitidez, colores mejor gestionados y un buen nivel de detalle. Ello lo consigue mezclando varias fotos con diferentes compensaciones de exposición.

A la izquierda, la foto en modo automático; a la derecha, la misma foto con el modo noche.

Los resultados, como puedes ver más arriba, son impresionantes. Las fotos salen con muchísimo más detalle, con colores más fieles que los conseguidos en modo automático y una nitidez más que digna. Ahora bien, recomendable usarlo cuando no haya gente o elementos en movimiento, ya que al sacar varias fotos es posible que estos salgan movidos (de hecho, en algunas de las escenas superiores puedes verlo por ti mismo).

A la izquierda la foto disparada en 12 megapíxeles; a la derecha, la misma foto en 48 megapíxeles.

En cuanto a disparar a 48 o 12 megapíxeles, como puedes ver en la imagen superior, al disparar en la resolución más alta la imagen tiende a salir con colores más planos y con menor rango dinámico. Además, si amplias tampoco se nota una diferencia abismal en el nivel de detalle, por lo que está bien tenerlo a mano para disparar en modo manual (de forma que podrás obtener un RAW de 48 megapíxeles para su posterior edición), pero de cara a hacer fotos casuales, mejor apostar por los 12 megapíxeles.

De arriba a abajo: gran angular, sin zoom, zoom óptico x2 y zoom híbrido x6.

Decíamos antes que el Huawei P30 Lite puede disparar con el sensor gran angular y hace hasta dos aumentos con el zoom óptico y seis con el zoom híbrido. Los resultados son dispares. Echamos en falta una mejor corrección de lente cuando usamos el gran angular. De hecho, basta echar un vistazo a los laterales de la imagen para ver que los edificios y las líneas salen curvadas.

A la izquierda la foto con el gran angular; a la derecha, la foto con el angular normal en 12 megapíxeles.

Además, el gran angular tiende a calentar demasiado imagen, consiguiendo unos colores más naranjas de día y más amarillentos de noche que no se corresponden con los colores reales y un menor rango dinámico. También se nota una bajada en el nivel de detalle. Los bordes no están tan bien definidos como cuando disparamos con el sensor principal y, si bien es cierto que vale para una foto casual, nos ha dejado con un sabor de boca más bien agridulce, sobre todo porque cuando ves la previsualización en la app de cámara los colores salen bien. No es hasta que la ves en la galería que ves que el balance de blancos no es el correcto.

Donde se comporta bien este P30 Lite es con el zoom. No es lo más lejos que puedes llegar, sobre todo habiendo gamas alta con zoom x50, pero el nivel de detalle, la interpretación de los colores y el rango dinámico es muy correcto. Si el gran angular nos dejaba con un mal sabor de boca, el zoom óptico x2 y el zoom híbrido x6 lo compensan con creces.

La cámara delantera consigue resultados dispares, de forma que o bien saca la foto bien expuesta con colores reales o bien te sobreexpone y quema el fondo.

¿Y qué hay del selfie? Resultados correctos, pero con matices. El sujeto sale bien iluminado y con un nivel de detalle aceptable, pero las luces del fondo tienden a salir quemadas, incluso cuando intentas sacar una foto sin el cielo de fondo. También es importante tener buen pulso, ya que la velocidad de la app de cámara no es demasiado alta y en más de una ocasión, incluso a plena luz del día, la foto me ha salido movida. Se pueden conseguir buenos resultados, pero la cámara es inestable. Las fotos de arriba fueron tomadas con un par de segundos de diferencia. La izquierda sale perfecta y la derecha sale sobreexpuesta.

Los selfies nocturnos son más de lo mismo. La cámara no termina de conseguir unos resultados homogéneos, por lo que dependiendo del momento te sacará una mejor o peor exposición. En términos generales, las fotos salen mejor cuando tienes alguna luz de frente, como una farola o un escaparate, pero evita las luces altas de fondo, ya que saldrán quemadas. Cuando la luz escasea, la foto sale más oscura, aunque a nivel de detalle se salva. Para selfies casuales es aceptable, pero poco más.

El modo retrato diurno es un poco... peculiar. El sensor de dos megapíxeles se encarga de medir la profundidad y el bokeh se aplica bien y de forma progresiva, pero el recorte flaquea en algunas zonas que, teóricamente, no son las más complicadas de desenfocar. El sujeto sale bien iluminado y con un nivel de detalle decente, aunque elementos como el cuello no se han recortado bien. Y es curioso, porque el pelo, que suele dar algún que otro problema, sí está recortado correctamente. Esta es una foto de muestra, pero en la galería de más abajo tienes más para que veas que es algo que se repite. El fondo, a su vez, tiende a salir quemado. Fíjate en el cielo, perdido por completo.

Con los retratos con la cámara delantera ocurre más de lo mismo. Cuando es de día, la cámara recorta bien las partes del sujeto más complicadas y deja las fáciles en foco, de forma que el pelo sale bien, pero la camiseta o el cuello, no. De la misma manera, cuando tenemos alguna luz medianamente fuerte en el fondo, este tiende a salir quemado. Podemos decir que no es una cámara demasiado estable en términos de resultados.

El retrato nocturno es interesante. El recorte es casi perfecto incluso en las zonas más complicadas, aunque dependerá en gran parte de cómo sea el fondo y el contraste entre el sujeto y este. A nivel de detalle, no es la mejor cámara del mercado, ya que puede apreciarse que el sujeto no termina de estar del todo definido y, en cierto modo, los colores se apagan ligeramente. También se echa en falta una mejor gestión de los colores cálidos.

Los retratos con la cámara delantera, directamente, no convencen. El recorte no es igual de bueno que con la trasera, las luces altas del fondo están peor gestionadas, el efecto acuarela se hace más que evidente y el bokeh no es natural. Además, la cámara tarda mucho, y cuando digo mucho es mucho, en detectar la cara, si es que llega a hacerlo. Sacar un retrato delantero de noche es toda una odisea y los resultados tampoco es que sean demasiado buenos.

Hablemos ahora de la IA. Por más que se venda como un sistema para mejorar la toma de fotografías, la sensación final es la que decíamos antes: fotos más saturadas y con más contraste. Cuando es de día, los cielos azules salen todavía más azules, los verdes más verdes y los rosas más rosas. Cuando es de noche, se acentúan las luces amarillas, cuando la cámara es capaz de gestionarlas bien en modo automático. En conclusión, la IA mejor desactivada.

A la izquierda la foto sin IA; a la derecha la foto con la IA activada.

Ver galería completa » Fotos tomadas con el Huawei P30 Lite (153 fotos)

Terminamos con el vídeo, un apartado en el que el Huawei P30 Lite no destaca en exceso. El clip se salva, pero no tiene estabilización, el nivel de detalle es más bien bajo y el foco tiende a perderse cuando hacemos movimientos. Puedes grabar hasta en FullHD (1.080p) a 60 fotogramas por segundo. Aquí abajo tienes algunos ejemplos grabados andando a paso normal sujetando el teléfono con las dos manos.

Huawei P30 Lite, la opinión de Xataka Móvil

El Huawei P30 Lite es un teléfono bonito, ligero, que se siente cómodo en mano a pesar de que se ensucie con bastante facilidad. Sin embargo, el acabado en policarbonato hace que no se sienta premium, aunque también es cierto es que no está pensado para que sea así. En términos de diseño, casi que no se le puede sacar ninguna pega.

La pantalla, cuando pones el modo vívido, se ve perfectamente. Buenos colores, buen nivel de brillo, buenos ángulos de visión... A pesar de tener un tamaño generoso, la relación de aspecto y el trabajo de compactación hecho por Huawei hace que no sea incómodo de usar y que no se sienta "un ladrillo", algo a lo que, sin duda, ayuda el peso.

El Huawei P30 Lite es un serio candidato a gama media del año, si bien tiene algunos puntos negativos como la potencia que deben tenerse en cuenta

El rendimiento, como dijimos en su apartado correspondiente, no es que sea malo, pero EMUI hace de las suyas y sigue siendo una capa pesada que pide algo más de potencia. Las animaciones no son del todo fluidas, las transiciones entre menús tardan en cargar y los tiempos de apertura son altos. Para un uso básico esto no debería suponer un problema, pero el sabor final es algo agridulce, sobre todo porque estamos hablando de un móvil bastante más caro que sus competidores más directos.

La batería es suficiente para aguantar el día, si bien habría agradecido un amperaje mayor aunque eso hubiera supuesto aumentar el grosor y el peso. La carga rápida no es tan rápida como cabría esperar, así que cargarlo al 100% toma dos horas. Los usuarios menos exigentes no deberían tener problemas, pero es importante tener presente que como le exijas más de la cuenta, seguramente tocará buscar un enchufe a las ocho de la tarde.

En cuanto a la cámara, la triple lente trasera sorprende para bien. Los resultados de día con la cámara trasera son bastante buenos, aunque el gran angular deja un poco que desear. Los retratos no son nada del otro mundo, pero pueden valer para hacer alguna que otra foto en cualquier situación. Los selfies tienen margen de mejora, sobre todo de cara a conseguir resultados más homogéneos, y esto aplica tanto a los selfies normales como al retrato. Donde destaca sobremanera es en el modo noche. Que un gama media sea capaz de conseguir fotos con ese nivel de detalle y a mano alzada es, sencillamente, espectacular.

La cámara es un apartado en el que el dispositivo destaca mucho, aunque una mejor optimización de cara a los selfies no le vendría mal

Y terminamos hablando de dinero. El Huawei P30 Lite se puede comprar por 349 euros e incluye unos auriculares inalámbricos de regalo, y a ese precio hay que pensárselo a la hora de recomendarlo antes que algunos dispositivos, también de gama media, a un precio inferior como el Redmi Note 7. Aun así, está claro que es un serio aspirante a gama media más vendido del año, con sus virtudes y sus defectos.

En relación a la crisis con Estados Unidos, Huawei asegura que los móviles actuales, como este P30 Lite, seguirán recibiendo actualizaciones de seguridad y servicios postventa, aunque no aclara qué pasará con los futuros lanzamientos.

8.4

Diseño 9,0
Pantalla 8,5
Rendimiento 8,0
Cámaras 8,5
Software 8,25
Autonomía 8,0

A favor

  • Pesa poco y el agarre es bueno
  • La cámara sorprende en casi todas las situaciones, sobre todo cuando hay buena luz.
  • La pantalla, cuando pones el tono vívido, es muy disfrutable y ofrece unos resultados excelentes
  • Tiene NFC, un punto a favor si sueles pagar con el móvil

En contra

  • El rendimiento tiene margen de mejora, sobre todo en las transiciones y tiempos de apertura
  • El sonido deja mucho que desear
  • La cámara es un poco lenta, lo que puede arruinar alguna que otra foto
  • Tarda dos horas en cargarse, una cifra muy alta para 3.340 mAh de batería
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Huawei. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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