Aunque la gama media forma el gran grueso de las ventas de Huawei, la compañía china también cuida con atención una gama de entrada compensada con la serie Y de su catálogo. Serie que este año ha recibido una renovación completa con los Huawei Y6 2018 y Huawei Y7 2018.
El protagonista de este análisis es el Huawei Y6 2018, un modelo que supone la actualización de su anterior Y6 2017, cuyo mayor cambio es una pantalla que aumenta su diagonal para cambiar su aspecto. La presentación es bastante sobria pero, por un precio tan económico, ofrece algunas características que sorprenden y dónde se nota que la marca ha querido reforzar las prestaciones del terminal. Veamos en profundidad los puntos fuertes y débiles del Huawei Y6 2018 en nuestro análisis.
Ficha técnica del Huawei Y6 2018
Huawei Y6 2018 |
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Pantalla |
IPS LCD 5,7 pulgadas |
Procesador |
Snapdragon 425 de cuatro núcleos a 1,4GHz |
RAM |
2GB |
Memoria interna |
16GB más microSD |
Cámara trasera |
13 megapíxeles |
Cámara frontal |
5 megapíxeles |
Batería |
3.000 mAh |
Sistema operativo |
Android 8.0 Oreo |
Conectividad |
4G, WiFi, Bluetooth, microUSB, GPS, NFC (modelo ATU-L11) |
Dimensiones y peso |
152.4 x 73 x 7.8 milímetros |
Precio |
Un diseño moderno que no llama la atención
El Huawei Y6 puede considerarse un teléfono bonito. La pantalla, alargada, ha abandonado este año los ya vetustos 16:9. Lo que se lleva ahora son teléfonos largos, de 18:9 (o 2:1) y Huawei ha actualizado el tamaño de este móvil de manera acorde. Si nos basamos solo en el aspecto, pocos son los que asegurarían que este es un teléfono de gama de entrada.
El cuerpo del Huawei Y6 es estrecho, alargado, un rectángulo sobrio y compacto sin muchos alicientes ni sorpresas. Los materiales parecen suficientemente buenos, aunque al cogerlo con las manos se nota el poco peso de un teléfono hecho básicamente de plástico.
Es cierto que el marco lateral, que sobresale, es metálico, pero los botones de volumen y de inicio/apagado del lateral derecho, y todo la tapa trasera, son claramente de plástico pulido. Todo ello nos da esa sensación de desprotección ante los accidentes, aunque tenga un aspecto general de construcción sólida: al menos no se escucha nada de crujidos al usarlo.
El frontal del teléfono tiene marcos evidentes, bastante anchos, especialmente en el borde superior e inferior. En el superior encontramos un altavoz para las llamadas, el sensor de proximidad, la cámara para fotografías selfies y un LED preparada para avisarnos de cualquier evento o notificación. En el marco inferior, solo el logo de Huawei y sensación de espacio desaprovechado.
Todos los elementos estan bien integrados al cuerpo. Nada sobresale, nada destaca por encima del resto. En la parte trasera, la pastilla horizontal de la cámara, que alberga el flash y el sensor, parece haber luchado para evitar sumar más milímetros de grosor: está notablemente rebajada (unos 0,5 milímetros de altura, tan solo) y le rodea un marco metálico igualmente raso. Eso tiene la ventaja de que el cuerpo del teléfono no baila especialmente cuando lo colocamos plano en cualquier superfície.
Incluso el color del terminal que he analizado parece querer pasar desapercibido, con ese mate oscuro pero suave que por suerte no deja marcas de huellas. El lateral metálico refleja la luz de forma tenue, lo que al menos le da cierta alegría al conjunto, lo cual necesita con apremio.
Las esquinas son redondeadas, así como los laterales, lo que me ha valido más de un susto: al agarrarlo en disposición vertical he notado como se me resbalaba de las dos manos, aunque no es nada que no solucione una buena funda rugosa anti deslizamiento.
La parte lateral superior incluye una entrada mini jack 3.5 que rompe la simetría y se acerca más a la tapa trasera, deformándola un poco. En el lateral inferior, dos salidas para el micrófono y un potente altavoz, del que hablaremos más adelante, y una entrada micro-USB.
Huawei Y6 2018 |
Motorola Moto E5 |
Samsung Galaxy J6 |
Huawei Honor 7A |
Oppo A83 |
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Pantalla |
5,7 pulgadas |
5,7 pulgadas |
5,6 pulgadas |
5,7 pulgadas |
5,7 pulgadas |
Porcentaje frontal |
75,4% |
75,2% |
75.9% |
75.4% |
76,2% |
Dimensiones |
152.4 x 73 x 7.8 mm |
154.4 x 72.2 x 9 mm |
149.3 x 70.2 x 8.2 mm |
152.4 x 73 x 7.8 mm |
150.5 x 73.1 x 7.7 mm |
Peso |
150 gramos |
174 gramos |
154 gramos |
150 gramos |
143 gramos |
A modo de resumen, nos encontramos ante un teléfono de diseño modernizado y aspecto bastante sobrio, encontrando un ligero aburrimiento ahí dónde seguramente buscaba elegancia. Usarlo con una mano es difícil, obliga a recorrer el panel de arriba a abajo a menudo, pero el tamaño es bastante asequible para manejarlo con dos manos de tamaño mediano, y se siente cómodo cuando nos lo metemos en el bolsillo. Por cierto, no he mencionado la posición del lector de huellas por una buena razón: este dispositivo no cuenta con tal sensor biométrico.
Pantalla: buen ajuste de brillo, poca resolución
Hemos establecido que, más allá de los gustos personales, los 18:9 son una necesidad que permite a los teléfonos actuales aumentar el espacio dedicado a la pantalla y seguir la tendencia de reducir marcos sin tener que crecer en anchura. A parte, ofrece ese aspecto de modernidad que también ha buscado el Y6 con su rediseño. Eso nos trae como consecuencia paneles más alargados.
La diagonal de 5,7 pulgadas de este dispositivo deja su modelo anterior bastante atrás, pero Huawei no ha apostado en ningún momento por aumentar la densidad de píxeles, y se nota. El teléfono mantiene la misma resolución HD, esta vez con HD+ por el añadido al que obliga la nueva relación de aspecto. Durante su uso se nota la falta de detalle en las imágenes, pero el resultado en conjunto no es dramático.
El panel es un LCD IPS de rendimiento suficiente para las tareas más mundanas: las páginas web y las aplicaciones de gráficos normales se ven sin problemas. La calidad de las imágenes, sobre todo para ojos poco entrenados, es adecuada. Tampoco tendrás la mejor experiencia de detalles en los vídeos que veas en la pantalla de este terminal, pero esa falta de nitidez no supone un gran impacto en la calidad final.
En el tema del brillo, la pantalla no destaca especialmente en cantidad de nits pero es suficiente para la mayoría de ocasiones. No es el mejor amigo de los días luminosos, dónde los reflejos se hacen más evidentes, aunque se comporta bien con la ayuda de ligeras sombras diurnas y eso ya es de agradecer.
Al fin y al cabo, usar el teléfono en pleno sol de verano no es recomendable con ningún terminal. El sensor de luz reacciona correctamente la mayoría de veces, ajustando la cantidad de brillo a las necesidades que provoca la luz exterior de forma automática. Los contrastes son buenos y los colores suficientemente vivídos.
El balance de blancos se puede ajustar manualmente, aunque incluye el modo cálido y el modo frío como ajustes predeterminados. Además, es posible programar o activar directamente un modo de lectura para subir tonos cálidos y ayudarnos a dormir por la noche.
Los ángulos no se portan muy bien con este panel. Es recomendable usarlo en posición claramente perpendicular a nuestros ojos si no queremos perder detalles en las imágenes, hay una pérdida en intensidad del brillo que se intensifica a medida que lo ladeamos. También hemos apreciado un ligero tinte azulado cuando muestra fondos claros y lo miramos en perspectiva.
Con un brillo suficiente y modos de temperatura para el balance de blancos, la pantalla del Y6 cuida de la vista
El teléfono viene con un protector para la pantalla ya instalado y Huawei no especifica qué tipo de cristal tiene el panel, lo que da a entender que no se trata de una de las versiones más reforzadas de Gorilla Glass. El uso de una funda protector* es, en general, algo recomendable para este dispositivo.
Rendimiento: el talón de Aquiles del Y6
Este es el apartado en el que, claramente, el Huawei Y6 sufre más. Tampoco es una gran sorpresa: se trata de un teléfono gama de entrada que, ya a priori, con sus solitarios 2 GB de RAM y un Snapdragon 425 de Qualcomm con cuatro núcleos, no promete demasiado. Pero es en el uso diario dónde más se nota.
Huawei decidió renovar el Y6 2017 con un cambio a Qualcomm Snapdragon 425. Su versión de 2017 montaba un Mediatek MT6737T, pero los dos chips van con cuatro núcleos Cortex A53 de 1,4 GHz y el rendimiento no parece haberse beneficiado con ello.
Las sospechas se centran enseguida en su capa de personalización, el EMUI 8.0. Claro que las limitaciones del hardware que acompaña el dispositivo no ayudan nada, pero es durante la ejecución de partes del sistema dónde el lag constante es más patente, especialmente en el trabajo de multiprocesado, como indican las pruebas de Geekbench. Abrir la multitarea, la cámara, la rotación de pantalla, la barra de notificaciones… todas estas tareas se hacen pesadas y lentas la gran mayoría de veces.
La espera se repite en la carga y ejecución de las aplicaciones. Durante el análisis me he encontrado varias veces con la notificación de aplicaciones que no respondían. Algunas veces, tocar en “Esperar" a que la aplicación responda era suficiente para acabar ejecutándola e, incluso, completar las partidas de determinados juegos. Sin embargo, es evidente que las aplicaciones con más necesidad de recursos hacen trabajar este teléfono, con esfuerzo, y calientan mucho el terminal.
Abrir la barra de notificaciones implica, en muchas ocasiones, repetir el gesto varias veces hasta que se acaba desplegando. Algunas aplicaciones se me han cerrado de forma inesperada y, en ocasiones, he presenciado como la pantalla de inicio iba renderizando, uno a uno, todos los iconos de las aplicaciones instaladas, acabando por acompañarlos de la señal de notificación nueva. Literalmente iba viendo cómo el procesador respondía a las peticiones, una a una.
La capa de personalización de Huawei no parece optimizada para equipos con tan pocos recursos
Es posible que el rendimiento mejore instalando un lanzador como Nova Launcher que sustituya algunas de las funciones de EMUI, aunque el único lanzador que probé en mi análisis, el Launcher Lawnchair, aún hizo más lento mi terminal de pruebas.
Procesador | ||||
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RAM | ||||
AnTuTu | ||||
Geekbench (mono/multi) |
El terminal no tiene muchos momentos de fluidez. Eso, hoy en día, significa tener la paciencia suficiente para esperar a que se ejecute todo. Esperar a que se abra una aplicación, por ejemplo, con el temor de equivocarte al pulsar y tener que volver atrás para volver a esperar que el sistema abra la multitarea, nos permita cerrar la aplicación errónea y abrir la siguiente.
La sensación general con este terminal es de frustración. El Huawei Y6 2018, con la optimización actual de su EMUI 8.0, es cansado de usar si no tienes la paciencia suficiente. Es verdad que acaba ejecutando juegos medianamente exigentes y, una vez dentro de una aplicación, muchas han demostrado funcionar suficientemente bien. El gran problema lo encontramos en las transiciones dentro del sistema y al iniciar o cerrar nuevas tareas, momentos en que se vuelve una experiencia desesperante.
El sonido, una agradable sorpresa
La primera vez que escuché el sonido de los altavoces del Huawei Y6 me quedé gratamente sorprendido. Según el fabricante, esto se debe especialmente a sus 88 dB que es capaz de soltar a través de su altavoz situado en la parte inferior derecha del teléfono. Se notan especialmente si se usan en la calle, dónde su sonido se llega a imponer al ruido de tráfico y movimientos de hora punta en una gran ciudad.
Toda esta potencia no está reñida con la calidad. La distorsión del sonido a máxima potencia es mínima y esto es una sorpresa bastante agradable para un dispositivo tan económico como el que nos encontramos analizando.
El Y6 vibra en las manos. El flujo de aire que desplaza la membrana del altavoz es bastante sorprendente, aunque hay que asegurarse que al jugar con el teléfono, o reproducir vídeos de forma apaisada, no cometamos el error de tapar su salida de audio con los dedos o las manos, con lo que se pierde gran parte del efecto.
En todo caso, existe la alternativa de usar unos auriculares. No vienen incluídos, pero la conexión jack de 3.5mm permite conectar cualquier par de auriculares que tengamos en casa disponibles. El Huawei Y6 viene con tecnología Histen que solo se activa cuando se conectan. Esta optimización por software adapta el sonido a cada tipo de auriculares, que deberás establecer desde la configuración.
La opción de Audio 3D permite que tengamos la sensación de que el audio nos llega de Cerca, del Frontal o de más Lejos y la verdad es que se nota mucho la diferencia, imitando espacios reales más o menos abiertos. Cuando desconectamos esta opción podemos entrar directamente al ecualizador.
El ecualizador cuenta con diferentes presets para cada tipo de música, pero el modo "Personalizado" nos permite establecer exactamente qué niveles queremos para cada frecuencia y, admeás, incluye un refuerzo para los graves. La música suena tal como la deseamos en todo momento.
Batería suficiente, carga un poco lenta
Los 3.000 mAh del Huawei Y6 2018 nos dan carga para llegar al final del día sin muchos problemas. No estamos hablando de un uso realmente intensivo, nos referimos a un uso normal del terminal que solo requerirá una carga diaria. Los problemas en rendimiento han hecho que no haya podido completar un uso intenso como el que doy a la mayoría de teléfonos y la batería, en consecuencia, no se ha agotado nunca demasiado pronto.
La carga podría ser un poco más rápida, quizás aumentando la salida de 5V y 1A con la que cuenta hoy en día su cargador original. Los tests se han realizado cargando el teléfono apagado, con su cargador original y en su punto de batería más bajo, alrededor del 2%, que es cuando el terminal te avisa de que se va a apagar en 30 segundos.
En los primeros 10 minutos, la batería llega al 8%. En los 15', al 12% que llega al 23% de su máxima capacidad en 30 minutos exactos. A partir de ahí, en una hora el Y6 ya tiene el 44% de su batería cargada. Al cabo de dos horas, siempre con el terminal apagado, no ha superado el 78% de capacidad. Finalmente, en más de dos horas y media el Huawei Y6 se carga completamente.
EMUI 8.0 y las opciones de desbloqueo
La principal crítica para EMUI 8.0, la capa de personalización de Huawei para correr encima de Android 8.0 Oreo es que, posiblmente, funcionaría mejor en un hardware más acorde a sus necesidades. O eso, o simplemente requiere una optimización de software para dispositivos más modestos.
Por supuesto, viene repleto de aplicaciones propias que hay que configurar y hay que crear cuenta de usuario para acceder a ellas. Temas de Huawei, el Cloud de Huawei, HiFolder, Sugerencias, App Gallery... El principal problema de todo ello es que el teléfono solo cuenta con 16GB de espacio de almacenamiento. Cuando lo abres por primera vez, solo cuenta con la mitad de ese espacio, de modo que el dispositivo nos llega con poco más de 8GB efectivos.
También cuenta con opciones interesantes, como el aviso que salta 30 segundos antes de apagarse cuando llega al 2%, lo que permite evitar sorpresas en medio de alguna actividad importante e incluso poder volver a encender el teléfono que aún conserva algo de batería para resolver cualquier emergencia.
La herramienta de partir la pantalla es muy útil: una vez se consigue establecer, permite ejecutar dos aplicaciones ligeras al mismo tiempo, ajustando el aspecto de algunas de ellas.
El Huawei Y6 2018 no tiene lector de huellas, no lo busques. Y lo peor es que se echa mucho de menos. A cambio, cuenta con cuatro opciones de acceso. Las clásicas patrón, pin y contraseña y, por último, el reconocimiento facial a través de una solución por software: el Face Unlock.
Después de una semana de uso, puedo asegurar que esta tecnología está lejos de ser perfecta. El reconocimiento funciona la mitad de las veces cuando las condiciones lumínicas son idóneas y se mira directamente al sensor frontal. Incluso funciona con gafas de leer puestas, en esos momentos idílicos. Pero cuando algo falla, la luz no es suficiente o no miras directamente a la cámara, el Face Unlock no reconoce tu fisonomía.
El gran punto negativo del Face Unlock, sin embargo, no es su fiabilidad, sino su lentitud. Toma más de un segundo largo en reconocer la persona que tiene delante, y eso cuando funciona. Cuando no, toca esperar a que cargue la opción alternativa de la contraseña, que a su vez es lenta en ejecutarse.
Vista la confianza que genera el sistema, la mejor opción, al final, es desactivar completamente el Face Unlock (que ya viene desactivado por defecto, ya que tampoco es un método seguro) y quedarse con el patrón o el pin de toda la vida.
Cámara con pocas opciones y buenos resultados
El Huawei Y6 monta un solo sensor trasero, con 13 megapíxeles de resolución. Son pocos píxeles para ser la cámara principal, aunque entra dentro del rango de un terminal de gama de entrada. No tiene nada de especialmente destacable. Cumple su función sin extravagancias, con resultados buenos pero nunca espectaculares.
Tienen una buena velocidad de obturación, aunque el sensor no acepta demasiada luz y acaba sacando fotos subexpuestas donde los oscuros tienden a desaparecer. Las fotos que realiza son aceptables en su nivel de detalle, aunque el foco automático es sensible al movimiento. Eso sí, se echa de menos el efecto bokeh, aunque con una sola lente tuviera que generarlo a partir de un procesado por software.
Donde la cámara del Huawei Y6 se ha quedado más corta es en sus modos de fotografía. Es cierto que puedes descargar algunos extra desde la misma aplicación de cámara, pero aún así siguen siendo pocos. El modo vídeo graba a 1080 fotogramas y se nota mucho la ausencia de cualquier tipo de estabilización.
El HDR funciona correctamente, aumentando la claridad de las zonas más oscuras -que sigue siendo su punto flojo- y rebajando la intensidad de esos puntos demasiado iluminados, aunque no obra ninguna maravilla y la sobreexposición es un problema común.
El modo Panorama ofrece resultados con errores y poco detalle en todas las pruebas realizadas, así que podemos asumir que el procesado que hace de las imágenes es más bien pobre.
Las fotos nocturnas no son especialmente malas, seguramente debido más a su rapidez de obturación que a la sensibilidad de su sensor.
Por último, la aplicación cámara incorpora la posibilidad de hacer fotografías con stickers que informan del lugar, el día o el tiempo que hacía en el momento de la fotografía, aunque hay poca diversidad.
En cuanto a la cámara frontal, es bastante limitada en resolución. Sus 5 megapíxeles incluyen el modo Belleza que realmente no produce una gran diferencia en la imagen y tampoco se puede configurar demasiado. Suaviza ligeramente la piel y aumenta el colorido, así como un extra en el brillo de los ojos. No es muy notable.
Los detalles en su sensor frontal son pobres y, al no disponer de autofoco, es necesario medir correctamente la distancia de la cara al teléfono para no acabar con una fotografía borrosa al salir de foco.
El hecho de que la cámara frontal tampoco disponga de sistema dual de sensores y su apertura no sea muy destacable, implica que tampoco conseguiremos el efecto bokeh que podría sumar puntos a sus resultados. Requiere escenas bien iluminadas para tener un resultado aceptable.
Huawei Y6 2018, opinión y nota de Xataka Android
Los teléfonos que podamos encontrar en la categoría de gama de entrada son los más proclives a ofrecer experiencias menos completas en su uso. El Huawei Y6 2018 tiene puntos sin duda positivos, como es una buena batería, un gran panel con buen brillo, un sonido impresionante y el último sistema Android hasta que llegue la versión estable de Android P. El diseño es moderno y la estructura compacta. Pero respecto a su antecesor, el Y6 2017, no supone un avance destacable en ningún aspecto.
Ahora bien, tiene contrapartidas. La misma batería es un poco lenta en la carga, la pantalla estaría mejor con una buena ampliación de píxeles por pulgada, el diseño no destaca especialmente por nada y no hace falta mencionar la pesadez con la que se mueve la capa de personalización EMUI 8.0 sobre Android Oreo.
Se echa de menos un lector de huellas, especialmente cuando el Face Unlock no es ni infalible ni rápido. Se echa de menos un sistema de cámaras con un poco más de calidad, almenos más resolución en el sensor frontal. Se echa de menos un sistema puro, un Android Go, que se libere de la pesada carga de la capa de personalización y dé un poco más de cancha al rendimiento que podría dar el hardware.
Ante todo eso, pero, el ajustado precio es muy destacable. Rebajado respecto a su anterior modelo del 2017, por solo 150 euros tienes un terminal modernizado, con toda la tecnología que acostumbra a traer la gama de entrada y una buena pantalla para navegar y jugar durante horas con comodidad. Todo ello a un nivel de 88 decibelios, si no optas por el intimismo de unos buenos auriculares.
6.9
A favor
- Un altavoz potente y de calidad
- Un panel alargado con buen brillo
- Batería de 3.000 mAh para horas
En contra
- El rendimiento del sistema llega a desesperar
- Apartado fotográfico corto en opciones
- No cuenta con lector de huellas
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