Motorola Edge 20 Lite, análisis: el 5G tiene un coste y no es dinero

A finales de julio, Motorola presentó oficialmente la nueva generación de la gama Edge, que, en esta ocasión, llegaba materializada en tres modelos: Edge 20, Edge 20 Pro y Edge 20 Lite. El primero en salir a la venta fue el Motorola Edge 20 Pro, que ya pasó por nuestra mesa de análisis, y ahora es el turno del hermano pequeño de la familia.

Durante los últimos días hemos podido comprobar cómo se comporta el Motorola Edge 20 Lite en cada uno de los apartados; a continuación, os contamos nuestras conclusiones sobre este terminal 5G de gama media que, en su carta de presentación, presume de cámara de 108 megapíxeles, pantalla OLED y una gran batería.

Ficha técnica del Motorola Edge 20 Lite

Una gran pantalla en un diseño continuista

Para este modelo Lite, Motorola ha optado por una construcción de plástico, bien acabada, con bordes brillantes y trasera semi mate. La unidad que hemos probado es la de color grafito que muestra un aspecto bastante sobrio y atrae el polvo y la suciedad con mucha facilidad. La presencia de huellas no es tan patente como en un acabado brillante, pero el tratamiento oleofóbico de la trasera no es eficaz.

A pesar de su gran batería y su pantalla de 6,7 pulgadas, el terminal se siente cómodo en la mano gracias, en parte, a sus esquinas redondeadas y a los bordes curvados de la parte posterior; no podemos decir que nos haya dado la sensación de ser gordo ni pesado (tiene un grosor de 8,25 mm y pesa 185 g). Eso sí, no esperes usarlo con una sola mano y procura sujetarlo con firmeza porque resulta muy resbaladizo. Esto último y el problema de la suciedad se solucionan con la funda de silicona transparente que trae incluida.

El módulo de la cámara trasera sobresale bastante, haciendo que el móvil cojee en exceso al depositarlo en una superficie plana. A excepción de ese módulo, la parte posterior es completamente lisa porque, en este caso, el lector de huellas está integrado en el botón de encendido que hay en el lateral derecho (más arriba de lo deseable), junto al control de volumen. En el izquierdo, tenemos el botón para el Asistente y la ranura para tarjetas, y en la parte inferior, el puerto USB-C, la toma jack de auriculares y el altavoz.

Por delante, tenemos una pantalla OLED plana de 6,8 pulgadas que ocupa casi la totalidad del frontal, con unos marcos bastante ajustados y una perforación en el centro de la parte superior para alojar la cámara frontal. Este panel tiene una resolución FullHD+, ofrece una tasa de refresco de 90 Hz y es compatible con HDR10+. En este sentido, la experiencia de visualización es bastante buena, incluso bajo la luz directa del sol. Tanto el calibrado como la respuesta táctil podemos calificarlos de óptimos.

En lo que respecta al audio, echamos de menos unos altavoces estéreo, aunque el que incorpora en la parte inferior ofrece un sonido decente con una distorsión no muy elevada. Además, Motorola nos da la posibilidad de aplicar algunos efectos de audio para resaltar los graves. Como hemos comentado antes, el Edge 20 Lite dispone de una toma jack de 3,5 mm en la parte superior, pero no trae incluidos auriculares en la caja.

Software enriquecido como punta de lanza

Dentro de este modelo, encontramos el Dimensity 720 de MediaTek, con una construcción de 7 nm y ocho núcleos a 2 GHz (dos Cortex A76 y otros seis Cortex A55). Este chipset, en combinación con los 8 GB de RAM que trae el Motorola Edge 20 Lite, proporciona un rendimiento fluido, con el añadido del 5G y sin problemas para desempeñar tareas cotidianas.

No hemos sufrido retardo ni cierres repentinos y en multitarea también se ha desenvuelto correctamente. Tampoco defrauda a la hora de jugar, siempre que no lo pongamos a prueba con títulos muy exigentes porque entonces veremos que la potencia gráfica es bastante justa. Sin ser un alarde en este apartado, sí que podemos hablar de un rendimiento aceptable para un teléfono de esta gama. A continuación, os dejamos los resultados de los benchmarks más populares:

Pasamos al apartado del software, donde Motorola vuelve a apostar por ofrecer una versión limpia de Android 11 con My UX, un conjunto de funciones adicionales que enriquecen la experiencia del usuario. Entre ellas, están los gestos de Moto, que permiten, por ejemplo, capturar la pantalla, activar la linterna o silenciar el teléfono. También se agradecen las herramientas Gametime o la función Ready For para conectar el móvil a una pantalla por HDMI o de forma inalámbrica.

Ver galería completa » Android 11 + Moto App Launcher (22 fotos)

Se echan en falta más opciones de personalización, pero a cambio, carece de ese bloatware y esas apps duplicadas que vemos en muchas capas y que pueden entorpecer el rendimiento general del sistema. En el caso del Motorola Edge 20 Lite, de los 128 GB de almacenamiento interno, vienen libres unos 106-107 GB. Y encima, admite una tarjeta micro SD hasta 1 TB.

Como sistemas de identificación biométrica, este nuevo modelo de Motorola presume tanto de lector de huellas como de reconocimiento facial. El sensor está situado en un lugar que, a nuestro juicio, es un tanto incómodo, pero una vez situado el dedo en él, lo suele reconocer al instante. El reconocimiento facial es más lento y no siempre logra identificar nuestra cara cuando hay poca luz.

En el apartado de la autonomía, el Motorola Edge 20 Lite presume de una batería de 5.000 mAh que, según la marca, "te proporciona días de energía con una sola carga". Esa afirmación es algo exagerada, pero hemos podido comprobar que, con un uso medio, este modelo supera sin problemas el día y medio con unas 9 horas de pantalla encendida.

Además, es compatible con la carga rápida TurboPower de 30 W: con el cargador que trae incluido, es capaz de obtener una recarga completa en unos 90 minutos (en media hora, logra en torno a un 45% de energía). Hemos visto modelos en su rango de precio con mayor velocidad de carga, pero hay que reconocer que llenar una batería de 5.000 mAh lleva su tiempo y el Edge 20 Lite no se comporta mal en este sentido.

No apto para amantes de la fotografía

En el apartado fotográfico, el Motorola Edge 20 Lite presenta una cámara frontal de 32 megapíxeles f/2.2 y una cámara trasera triple con sensor principal de 108 megapíxeles f/1.9, gran angular de 16 megapíxeles f/2.2 con función macro y un tercer sensor de 2 megapíxeles para la lectura de la profundidad. La frontal dispone de tecnología Quad Pixel, mientras que la trasera opta por la tecnología Ultra Pixel, que combina 9 píxeles en 1, de manera que las imágenes resultantes son de 12 megapíxeles.

Empecemos por la app de cámara de Motorola, que no es precisamente intuitiva: apenas hay accesos directos y la mayoría de opciones están escondidas en los ajustes o en dos menús desplegables (uno junto al disparador y otro en el carrusel de modos). De hecho, sólo trae dos modos de disparo de serie, Foto y Vídeo; si queremos acceder más rápidamente a, por ejemplo, el modo Noche o el modo Retrato, debemos arrastrarlos a la pantalla principal.

Hablemos ahora de la calidad de imagen que ofrecen estas cámaras. De día, la trasera cumple su cometido y nos devuelve unas fotografías aceptables con un AF efectivo en la mayoría de los casos, aunque con un procesado que satura ligeramente los colores en algunos casos y penaliza un poco el nivel de detalle.

Para que no sufra en los contraluces y los atardeceres, nuestro consejo es mantener el HDR en Automático, y no sólo para rescatar detalle en las zonas oscuras, sino también porque la opción de activarlo y desactivarlo está enterrada en los ajustes. Si no quieres cielos sobreexpuestos, también agradecerás el HDR, pero no esperes milagros, la cámara del Edge 20 Lite flaquea en este tipo de escenas.

El gran angular compensa bastante bien las deformidades en los laterales, pero la lente es menos luminosa y eso genera unos colores más planos. Como cámara macro, logra su función de enfocar en distancias cortas, pero los colores se muestran aún más apagados.

El modo Retrato, por su parte, suele identificar correctamente al sujeto, entrega unos colores realistas y nos permite regular a nuestro gusto el efecto bokeh, pero no conviene llevarlo al máximo para que el recorte no resulte muy artificial. Curiosamente, la cámara trasera de este Motorola no cuenta con filtro de belleza en el modo Retrato, dato a tener en cuenta.

De noche, el nivel de detalle cae bastante y el ruido salta a la vista al ampliar la imagen. El modo Noche puede ayudarnos a salvar la escena, pero la captura es extremadamente lenta y nos obliga a mantener el teléfono quieto durante varios segundos. Si no recurrimos al modo Noche en las tomas nocturnas, los focos de luz aparecen difuminados y apenas se ve nada en las zonas oscuras.

El comportamiento de la cámara frontal es más decepcionante. De día, es bastante frecuente que el AF no haga bien su trabajo y los selfies salgan desenfocados, movidos, con falta de detalle y algo de efecto acuarela. Si quieres esconder las imperfecciones de la piel, te tocará buscar el embellecedor está oculto en un menú desplegable.

Además, el fondo aparece empastado, sin mucho detalle, independientemente de que usemos el modo Foto o el modo Retrato. En este último, eso sí, es posible regular su desenfoque. Para ello, recurre al software con un resultado satisfactorio en lo que al recorte del sujeto se refiere. No es tan preciso como la cámara trasera, pero se defiende bien.

¿Y por la noche? Es una lotería. Tanto el modo Automático como el modo Noche aplican aleatoriamente una especie de filtro de belleza que elimina cualquier arruga o imperfección de la piel hasta el punto de que casi parecemos un dibujo animado. Pero, como decíamos, no es algo que suceda siempre, a veces pasa y a veces no. Inexplicable. En cualquier caso, el efecto acuarela del fondo y el ruido en los selfies nocturnos son muy evidentes.

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Motorola Edge 20 Lite, la opinión de Xataka Móvil

El hermano pequeño de la familia Edge 20 se presenta como una alternativa interesante por su precio dentro del segmento 5G, pero precisamente ahí es donde encuentra una dura competencia. En general, podemos hablar de un terminal equilibrado, con un panel, un software y una batería que se convierten en sus mejores bazas, y una cámara que, probablemente, representa su mayor punto débil.

Bajo un diseño sobrio que se siente cómodo en la mano, el Motorola Edge 20 Lite tiene una pantalla que ofrece una buena experiencia de visualización, una gran autonomía con el añadido de la carga rápida y un sistema operativo limpio con algunos detalles que aportan valor sin entorpecer el rendimiento. Ese rendimiento, por cierto, es correcto para un teléfono de este rango.

Sí se echan de menos unos altavoces duales y, sobre todo, un equipo fotográfico más competitivo. Por 350 euros, hay modelos en el mercado que no flaquean tanto en las escenas nocturnas y que ofrecen unos selfies más decentes. Si la fotografía es importante para ti, no es tu teléfono. Si, por el contrario, priorizas la conectividad 5G, la experiencia pura de Android y la autonomía, el Edge 20 Lite no es mala compra.