Puede parecer que Nokia acaba de volver al mercado de los móviles tras acabarse el tiempo acordado con Microsoft y abrazar Android, pero estamos ya en su segunda generación de teléfonos móviles. Móviles que se han ido ganando el afecto del público gracias a un rendimiento equilibrado y precios acordes a sus prestaciones, y que hoy están frente a nosotros representados por el Nokia 6 2018. O como HMD prefiere llamarlo, el Nokia 6.1.
Analizamos uno de los primeros teléfonos en sumarse a la nueva iniciativa de Nokia, teléfonos sin personalización del fabricante, unidos al programa Android One. Eso supone actualizaciones veloces, un sistema operativo puro y algunas ventajas por parte de la marca. Apps selectas añadidas al sistema. Pero comencemos los análisis por donde hay que empezarlos. Vamos con el listado de características y después hablemos del diseño. Empieza el análisis del Nokia 6.1.
Nokia 6.1, características técnicas
Pantalla | 5,5 pulgadas FullHD 400 ppp Cristal 2.5D con Gorilla Glass 2 |
---|---|
Procesador | Qualcomm Snapdragon 630 4x2,2 GHz y 4x1,9 GHz |
GPU | Adreno 508 |
RAM | 3GB / 4GB |
Memoria | 32GB / 64GB MicroSD hasta 256GB |
Cámara trasera | 16 megapíxeles f/2.0 Flash Dual LED Vídeo 4K@30fps |
Cámara frontal | 8 megapíxeles f/2.0 Vídeo FullHD@30fps |
Batería | 3.000 mAh, carga rápida |
Otros | Lector de huellas trasero NFC USB tipo C Radio FM Bluetooth 5.0 |
Dimensiones y peso | 148.8 x 75.8 x 8.15 mm 172 gramos |
Precio | 249 euros |
Cuerpo de metal que gana a la vista y pierde un poco en mano
Nokia se ha subido al carro de Android One con sus últimos lanzamientos, pero la sobriedad y la limpieza en sus diseños es algo de lo que la compañía finlandesa hace gala desde que regresó al mercado. Eso se aprecia en este Nokia 6.1, un terminal unibody con frontal acristalado y trasera metálica que, dentro de la parquedad en colores, aporta algunos detalles que le hacen distinguirse de su competencia.
Pese a estar ante un modelo completamente negro, el que hemos analizado, Nokia ha aportado algunos detalles en color bronce. Como los bordes del marco, o el borde exterior de la cámara trasera. Tal vez algo nimio pero que hace que este Nokia no pierda elegancia y destaque al mismo tiempo. Un acierto pues, como decimos, no resta sobriedad al conjunto pero lo hace diferente. En cuanto a limpieza, la pantalla se porta mejor que la trasera, pues aun siendo metal parece echar de menos algo de textura que le evite las molestas huellas que se marcan con el uso. Nada que no se limpie contra un chaleco o una camiseta, pero ahí estarán otra vez al poco tiempo.
El Nokia 6.1 es un terminal solido y robusto, y es algo que se aprecia a simple vista y se corrobora cuando se sujeta en la mano. Sus 172 gramos hacen que el teléfono se sienta cómodo, pues se trata de un peso muy bien repartido y que no resulta molesto en ningún momento. Aunque no podemos decir lo mismo de su marco, sin apenas concesión a las líneas curvas. Es el marco el que hace que este Nokia 6.1 parezca mayor de lo que en realidad es, pues la sensación en mano es la de un teléfono grueso, pese a que cuenta con 8,2 milímetros, una cifra no muy distinta a la de su competencia.
Nokia 6.1 |
Xiaomi Mi A1 |
Moto G6 Plus |
Huawei P20 Lite |
|
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Pulgadas |
5,5 |
5,5 |
5,9 |
5,84 |
Porcentaje de pantalla |
73,2% |
70,1% |
74,4% |
80,5& |
Dimensiones |
148.8 x 75.8 x 8.2 mm |
155.4 x 75.8 x 7.3 mm |
160 x 75.5 x 8 mm |
148.6 x 71.2 x 7.4 mm |
Peso |
172 gramos |
161 gramos |
167 gramos |
145 gramos |
No estamos ante un teléfono excesivamente voluminoso, teniendo en cuenta que hablamos de un dispositivo con 5,5 pulgadas y aspecto 16:9 que se ha mantenido alejado de las nuevas tendencias en cuanto a reducción de marcos. 148,8 milímetros de alto lo convierten en un teléfono más pequeño que el Xiaomi Mi A1, por ejemplo, con el que comparte pantalla. El 6.1 Nokia no se hace pesado ni incómodo, pero algunas curvas adicionales habrían mejorado su ergonomía, posiblemente el punto débil del diseño de este dispositivo.
La colocación de botoneras y conectores no es muy original, pero extrañamos el jack de auriculares en el marco superior
En cuanto a las líneas elegidas por Nokia, tenemos un frontal sin botonera física, con la cámara en la parte superior y con el logotipo en la parte superior derecha. La trasera queda para la cámara, situada en formato vertical con el sensor sobre el flash, y el logotipo de Nokia continuando este diseño un poco más abajo. El resto de la carcasa cuenta con los distintos marcados, entre los que encontramos el ya clásico logotipo de Android One, para indicar que estamos ante uno de los teléfonos adheridos al programa de Google.
Un detalle a tener en cuenta antes de cerrar el apartado de diseño de este análisis es la posición del jack de auriculares. Está presente, y se sitúa en la parte superior derecha del marco. Si estás acostumbrado a introducir el teléfono en el bolsillo con los auriculares conectados, tendrás que hacerlo al revés. En el otro extremo, el marco inferior, tendremos el altavoz y el puerto USB C. Los botones de volumen y encendido, a la derecha. En este sentido, poca originalidad frente a lo que ofrece casi todo el mundo.
5,5 pulgadas para un LCD competente y conservador
No puede decirse que Nokia haya arriesgado en la elección del panel de su nuevo Nokia 6.1. Tenemos ante nosotros una pantalla IPS LCD con una diagonal de 5,5 pulgadas y un aspecto 16:9 que ya parece incluso algo antiguo, ocupando sólo un 73,2% del frontal del teléfono. Las pantallas 18:9 empujan con fuerza y eso se nota. En cuanto a la resolución elegida, Nokia opta por el FullHD y eso nos deja 400 píxeles por pulgada de densidad. Todo el panel está recubierto por Gorilla Glass de tercera generación, así que nos aseguramos resistencia ante golpes y arañazos.
En cuanto al comportamiento de esta pantalla, el brillo se ha portado bastante mejor de lo esperado. Salvo contadas excepciones, los LCD no suelen destacar en este aspecto pero el Nokia 6.1 ofrece una experiencia satisfactoria. Buen brillo en prácticamente todas las situaciones, y una visualización en el exterior bastante buena, permitiendo que usemos el teléfono incluso cuando el sol incide casi directamente sobre la pantalla. Hay un defecto, no obstante, y es que en situaciones muy oscuras, el brillo no desciende tanto como sería recomendable y a veces hay que recurrir al slider de los ajustes rápidos para quitar intensidad de forma manual.
La pantalla convence por tamaño, resolución y brillo, y resiste bien a las huellas
La pantalla muestra colores vivos aunque sin sobresaturar, pero habríamos agradecido poder personalizar este aspecto. Bien con ajustes preestablecidos, bien con un sistema para decidir el tintado del panel, el mercado ofrece distintas opciones que no llegan a bordo de este Nokia 6.1. Sí tenemos, sin embargo, un modo de luz nocturna para que todo adquiera un color anaranjado cuando lo necesitemos, un modo que además es programable y que puede fijarse en automático, para que se active cuando el sistema lo estime oportuno.
El Nokia 6.1 también se porta muy bien en cuanto a ángulos de visión, pues girar el teléfono no implica que varíe la saturación, el brillo o que aparezcan aberraciones de color. También tiene un buen tacto y responde rápidamente a nuestros dedos, además de mantenerse muy limpio. La capa oleófuga funciona de forma correcta, y pocas veces tendremos que llevar el teléfono contra un jersey o una camiseta para eliminar las molestas huellas que vamos dejando por todas las superficies acristaladas.
En cuanto a las ayudas de software, además del modo nocturno ya comentado, el Nokia 6.1 cuenta con Pantalla Activa, que permite que las notificaciones y el reloj se muestren con sólo levantar el teléfono e inclinarlo hacia nosotros, y también contamos con el tan preciado y poco visto doble toque para despertar el panel. Un modo que viene muy bien para consultar el teléfono sobre la mesa, sin necesidad de acudir al botón de encendido o levantarlo para buscar el lector de huellas trasero. Punto para Nokia por incluir una característica tan sencilla como incomprensiblemente poco extendida.
El rendimiento, mejor sobre el papel
Los procesadores de la línea 600 de Qualcomm siguen reinando en las gamas medias del mercado, y prueba de ello es que el constructor de chips no deja de renovarlos y lanzar modelos nuevos cada poco tiempo. En este caso tenemos un Snapdragon 630, un chip de finales de 2017 que en el Nokia 6.1 que analizamos llega acompañado por 3GB de RAM y por 32GB de almacenamiento interno. Hay un modelo superior, no obstante, con 4GB de RAM y 64GB de memoria. La bandeja para microSD no se ausenta, tranquilos, podemos ampliar esta memoria interna.
Durante el análisis, hemos vigilado el comportamiento del Nokia 6.1 en distintas situaciones, y lo cierto es que nos ha dejado sensaciones algo contrapuestas. Nos encontramos con un manejo fluido en la interfaz del sistema, tanto llamado a la multitarea como en nuestro paso por los distintos menús. Tareas sencillas que no requieren de apps abiertas y que, sin embargo, en ocasiones muestran algún retardo, algún atasco. La sensación de que el procesador, o tal vez el sistema, se atraganta sin muchos motivos para hacerlo está siempre ahí, aunque no llega a ser muy molesta.
Ocurre igual con el manejo de las aplicaciones. El cambio entre ellas es fluido aunque, lógicamente, tardan algún tiempo en recuperarse cuando las devolvemos al primer plano. Se echa de menos algún giga de RAM extra en este sentido, para poder mantener mejor un segundo plano sin recurrir a congelarlo. Pero, de nuevo, algún retardo más largo de la cuenta nos indica que la cosa no va tan fluida como sería recomendable. Sobre todo habiendo probado teléfonos con Android One y un Snapdragon 625, inferior sobre el papel a este Snapdragon 630, que no muestran estos pequeños fallos que empañan un poco la experiencia.
En cuanto a juegos, la sensación es diferente. Los títulos tardan algo más de la cuenta en cargar, pero una vez están en primer plano su funcionamiento ha sido siempre correcto. Tanto juegos más exigentes como títulos más livianos, de estilo 'casual', han rendido a la perfección. Con sus consabidas limitaciones de potencia, por supuesto, e incluso el teléfono se ha portado bien durante la pruebas sintéticas de rendimiento. Os dejamos a continuación las puntuaciones de este Nokia 6.1 en los clásicos benchmarks que incluimos en los análisis.
Nokia 6.1 |
Xiaomi Mi A1 |
HTC U11 Life |
Moto G6 Plus |
|
---|---|---|---|---|
Procesador |
Snapdragon 630 |
Snapdragon 625 |
Snapdragon 630 |
Snapdragon 630 |
RAM |
3GB |
4GB |
3GB |
4GB |
AnTuTu |
87.557 |
77.322 |
73.378 |
71.200 |
GeekBench |
833 / 4.142 |
844 / 4.089 |
862 / 4.159 |
876 - 4.164 |
3DMark (Icestorm Unlimited) |
16.522 |
13.601 |
- |
- |
PCMark (Work 2.0) |
4.680 |
4.729 |
4.854 |
- |
Toca mencionar el lector de huellas, situado tras el teléfono en una posición tal vez algo baja para lo que acostumbramos a ver, pero a la que nos habituamos pasadas las primeras horas de uso. El lector es veloz, desbloquea el teléfono sin apenas retardos pero encuentra algunos problemas para reconocernos si la posición del dedo no es la adecuada. No han sido pocas las veces que hemos necesitado de dos o tres apoyos para que el sistema de seguridad biométrico del Nokia 6.1 nos reconozca y nos deje pasar. Como nota positiva, tenemos el gesto de deslizar el dedo sobre el lector para abrir el panel de notificaciones y de ajustes rápidos. Pero el teléfono tiene más gestos y los comentaremos cuando lleguemos al sistema.
En general, el Nokia 6.1 se comporta como se espera de un teléfono de gama media de estas características, pero los detalles comentados con los atascos del procesador hacen pesar que falta algo de afinamiento. Tal vez en el software, tal vez el chip eche de menos esa RAM extra que comentábamos, así que no podemos más que recomendar acudir al Nokia 6.1 con 4GB de RAM. Estos pequeños detalles empañan un poco lo que debería ser una mejor experiencia. No obstante, pocos teléfonos nos han hecho sentir tan cómodos como este Nokia 6.1, hablando de gamas medias. Buen comportamiento, con cositas a corregir, para el centrocampista de los finlandeses.
Un sistema puro para los amantes del minimalismo
Repetimos continuamente que las capas de personalización no son para todos los usuarios, como tampoco lo es un sistema Android completamente puro. Pero en la variedad está el gusto, y no podemos evitar sentir debilidad por los teléfonos adheridos al programa Android One de Google. Como este Nokia 6.1, que se presenta ante nosotros luciendo Android 8.1 Oreo sin ningún tipo de personalización más allá de una app de cámara firmada por Nokia y de una app de Soporte para poder contactar con Nokia cuando tengamos algún problema.
Si eres de los que prefiere Android puro, este Nokia 6.1 con Android One te convencerá
El resto del software del teléfono llega completamente limpio, sin aplicaciones de terceros, con la suite completa de apps de Google a bordo y con leves cambios introducidos por Nokia en el apartado de configuración. Pues, como decíamos antes, tenemos gestos incorporados al teléfono. Los podemos activar en Ajustes > Sistema > Gestos y nos encontramos unas pocas funciones bien localizadas. Girar el teléfono para rechazar la llamada, Silenciar al descolgar, Deslizar por el sensor de huellas para abrir notificaciones, Acceso rápido a la cámara y Levantar el teléfono para consultarlo (como parte de la pantalla activa).
El teléfono, en el momento de este análisis, cuenta con el parche de seguridad de Google del 1 de abril acompañando al sistema, Android 8.1 Oreo como decíamos antes. Una buena opción este Android One, sobre todo porque este modelo en concreto, con sólo 3GB de RAM, tal vez habría sufrido en exceso de tener que cargar con una capa de personalización. Pero como comentábamos antes, en la variedad está el gusto. Y si queremos alguna personalización añadida, siempre podemos recurrir a un launcher.
3.000 mAh que parecen más
Es la cifra que nos cuenta la capacidad de la batería, pero no la que nos habla de la durabilidad de la misma. De la autonomía, que es lo que realmente importa, aunque ésta varía en función del uso que cada usuario le dé al teléfono, e incluso de la zona en la que viva o por la que se mueva. Porque la cobertura móvil también puede tumbar las horas de uso. En el caso del Nokia 6.1, tenemos 3.000 mAh con carga rápida, y su rendimiento ha sido mejor del esperado. Como mínimo, por encima de la media.
Exprimiendo el teléfono para ver de qué era capaz hemos obtenido cifras de pantalla cercanas a las seis horas y media de uso, unas veces algo por encima, otras algo por debajo. Pero a costa de quedarnos sin autonomía a media tarde, habiendo pedido al teléfono que nos entregue hasta el último miliamperio. Cuando hablamos de usos medios, de navegar por Internet, usar redes sociales, apps de mensajería, jugar a algún juego e intercalarlo con llamadas, las cifras cambian pero las sensaciones no empeoran.
Con un uso normal hemos llegado al final del día con entre un 15% y un 20% de la batería sin agotar, y habiendo obtenido unas 4:30 horas de pantalla, a veces cercanas a las cinco horas. Estirando un poco el chicle, reduciendo levemente el uso bien de forma voluntaria o por tener días más ajetreados en lo analógico, el teléfono ha llegado a darnos casi dos jornadas de autonomía, y unas cuatro horas de pantalla de uso, salvo una medición que casi no se acercó a las 3:30 horas.
6,5 horas de pantalla con un uso muy extremo, hasta 4 horas repartidas entre dos jornadas
Comparándolo con el resto de teléfonos de gama media del mercado, no cabe duda de que en Nokia han sabido optimizar el consumo de su dispositivo, a pesar de tener conectada la Pantalla Activa, que enciende todo el panel cada vez que tenemos una notificación nueva. Buen trabajo de Nokia en cuanto a la autonomía de su nuevo Nokia 6.1, sin duda un aspecto que puede decantar la balanza a su favor y granjear alguna que otra compra para la marca finlandesa.
Una cámara competente que podría haber dado más de sí
Toca hablar del equipamiento fotográfico de este Nokia 6.1, un teléfono en el que el fabricante apuesta por un único sensor trasero, yendo casi en contracorriente con la tendencia de las dos cámaras traseras. En esta configuración estamos ante un sensor de 16 megapíxeles con una lente f/2.0 y con píxeles de 1.0µm. La cámara cuenta con un flash Dual Tone y enfoca mediante el sistema de detección de fase. Pero el rendimiento de esta cámara, cómo toma las fotografías en distintas situaciones, es lo realmente importante.
A estas alturas del mercado móvil es complicado que una gama media tenga un mal rendimiento cuando la luz es la correcta. Ocurre aquí, con el Nokia 6.1, cuya cámara dispara con rapidez a la luz del día, enfoca también a buena velocidad y representa los colores de una forma bastante fiel, aunque con una leve tendencia a sobreexponer que en ocasiones tal vez nos obligue a repetir alguna fotografía. Pero el rendimiento es, como decimos, lo esperable para una cámara de estas características y en esta categoría de especificaciones y precios.
En general, los colores se representan de una forma viva pero sin sobresaturar, los bordes se muestran nítidos y la cámara se porta bien incluso en escenas con luces y sombras. El rango dinámico es bastante correcto y las fotografías nos dejarán una sensación bastante buena. Incluso los primeros planos, que cuentan algo de desenfoque natural, sin ser tan agresivo como el artificial de las dobles lentes, las fotografías se resuelven de forma bastante correcta. Los problemas llegan, como siempre, cuando falta el alimento para las fotografías: la luz.
La cámara rinde muy bien en buenas condiciones de luz, y su calidad no decae tanto cuando la oscuridad acecha
Cuando cae la luz, el sensor principal del Nokia 6.1 sufre como todos, aunque hay que decir que el nivel de ruido es algo más reducido que la media. Pero si queremos fotografías nocturnas no deberíamos buscar un teléfono de gama media para ello, y el Nokia 6.1 demuestra que no está diseñado ni construido para lidiar con estas situaciones. De noche, o con poca luz, la cámara adquiere un manejo complicado y las fotografías es enturbian. Las fotografías artísticas, mejor reservarlas para cuando la luz sea más abundante, aunque algunas captura las resuelve con una inusitada solvencia, sobre todo cuando en el encuadre hay zonas bien iluminadas.
Para el frontal, el Nokia 6.1 pone ante nuestro rostro un sensor de 8 megapíxeles con píxeles de 1.12µm y con autoenfoque. La lente, f/2.0, tiene la misma luminosidad que la trasera pero el tamaño de los píxeles se nota, y para bien. Estamos ante una cámara para selfies veloz, tanto disparando como enfocando, y que se desenvuelve incluso mejor que la cámara trasera. Como en el caso del sensor principal, el frontal también se resiente cuando cae la luz pero aquí es donde se nota el mayor tamaño de los píxeles. Son capaces de captar más luz y la cámara funciona correctamente durante más limpio. Mientras cae la luz, se entiende. Nos gustan los selfies con el Nokia 6.1, aunque el software no ayude demasiado en materia de efectos.
Porque es el software, probablemente, el que empeora un poco las sensaciones de una cámara que debía ser mejor. En el Nokia 6.1 tenemos disparo automático, como en el resto de cámaras móviles del mercado, pero también un modo Profesional que no se ve tan a menudo como sería deseable. Sin embargo, este modo Profesional no salva tantas situaciones como sería deseable, y sus resultados no destacan demasiado por encima de los disparos automático. Tal vez sea porque el modo no aprovecha las posibilidades de la cámara, o quizá porque el disparo automático está muy bien afinado.
Más vale no confiar demasiado en el modo Profesional, su uso no mejora las fotografías de forma sensible
El modo Profesional nos ofrece los clásicos ajustes de exposición, de sensibilidad e incluso posibilidad de enfocar a la distancia que decidamos, aportando un pequeño extra de desenfoque al segundo plano que puede venirnos bien en determinadas situaciones. Se activa deslizando el dedo hacia arriba sobre el disparador de la cámara en pantalla, y tenemos barras de desplazamiento circulares. Lo cierto es que se trata de un modo bastante intuitivo, aunque sus resultados, pese a estar más controlados, no parecen provenir de un modo tan detallado. Los disparos automáticos y los manuales se parecen demasiado, y hacen que en mucha ocasiones casi no merezca la pena activarlo.
Llega el momento, sin embargo, de poner una nota negativa en cuanto a la cámara de este Nokia 6.1 que hemos analizado. La app da problemas, sobre todo cuando activamos el lanzamiento desde el botón de encendido con una doble pulsación. En ocasiones, no siempre pero no pocas, no nos permite disparar cuando está recién abierta y hay que bloquear el teléfono y volver a desbloquearlo. Cuando esto ocurre, las tomas también se ralentizan en exceso. Confiamos en que esto se solucione con una actualización posterior.
En general, el Nokia 6.1 cuenta con una cámara por encima de la media. Los 16 megapíxeles traseros rinden bien en casi todo momento, ocurre también con los 8 megapíxeles frontales, y tan sólo habríamos echado de menos algo más de apoyo por parte del software. Tal vez con la inclusión de más modos para potenciar la experiencia, tal vez con un procesado más atractivo. Pero, recordemos, estamos ante una gama media y tampoco podemos exigir el rendimiento de un líder de catálogo. Buen trabajo de Nokia con la cámara de este Nokia 6.1 con Android One. Progresando desde el Nokia 6 del pasado año.
El sonido es importante, y no debería ser tan plano
El sonido de un teléfono móvil es el complemento de la pantalla en materia multimedia, para ver series o películas, para ver clips cortos en Youtube o cualquier otro servicio de streaming. También para ver los vídeos que grabamos con el propio teléfono. Dependemos de su calidad para oír podcasts, para escuchar música, e incluso para hablar por teléfono. Y en el caso de este Nokia 6.1, sólo podemos decir que el apartado de sonido cumple. Cumple y nada más. Un funcionamiento algo gris que merecía más empeño por parte del fabricante.
El sonido es mejorable, el altavoz no soporta volúmenes muy extremos y no podemos personalizar la experiencia, ni con auriculares
El sonido a través del altavoz inferior es correcto, aunque distorsiona un poco cuando subimos el volumen, y no hace falta llegar al máximo. No ayuda tampoco que la apertura inferior del altavoz sea estrecha. Dos pequeñas franjas en la parte inferior izquierda del marco que, por desgracia, se tapan con demasiada facilidad cuando sujetamos el móvil en posición horizontal. En cuanto a potencia, el Nokia 6.1 sí cumple de forma holgada.
Llegamos a la salida de auriculares, también con un funcionamiento correcto. Ni bueno ni malo, y, eso sí, sin ninguna ayuda por parte del software. En el Nokia 6.1 no nos encontramos con apoyo extra en forma de equalización, ya sea manual o mediante ajustes preconfiguradors. La experiencia de audio es la que es, sólo podemos conectar o desconectar los auriculares. Como dijimos en el apartado de diseño, el jack está en la esquina superior derecha. Y como dijimos al principio de este apartado, el sonido de este teléfono merecía más dedicación.
Nokia 6.1, la opinión de Xataka Móvil
Ningún teléfono es perfecto y el Nokia 6.1 no es la excepción. Con sus puntos fuertes y sus puntos débiles, el teléfono ha mostrado algunas zonas grises en rendimiento y sensaciones, pero aún así nos ha parecido un buen teléfono en líneas generales. Uno con el que nos hemos sentido a gusto durante el análisis, y que no nos importaría que fuese nuestro teléfono para el día a día.
Destacan la pantalla y la batería, con un panel de 5,5 pulgadas que, eso sí, parece algo antiguo por la nueva tendencia de los teléfonos sin marcos, y con una pila interna de 3.000 mAh que ha rendido mejor de lo esperado. Portar Android One también beneficia al conjunto, aunque el procesador se atragante de vez en cuando con tareas aparentemente sencillas. En cuanto a la cámara, esperábamos más, al igual que con el sonido. Pero las sensaciones al concluir son más positivas que negativas.
En el momento de su salida al mercado, el Nokia 6.1 ya cuenta con un precio competitivo. 250 euros para un smartphone con estas características y este rendimiento ya juegan a su favor, pese a que algunos exponentes de la competencia le saquen algo de ventaja. Con un poco de tiempo, cuando el precio descienda, este Nokia 6.1 puede conseguir no pocas ventas. Confiemos en que Nokia mantenga el nivel de compromiso actual en el apartado de las actualizaciones, el nuevo Nokia 6.1, o Nokia 6 2018, puede dar mucha guerra en el mercado.
8.0
A favor
- La pantalla rinde bien en todas las situaciones
- Debemos volver fácilmente a casa con energía
- Android puro es caballo ganador
En contra
- El procesador se atasca a veces donde no debería
- El sonido es plano y, en general, mejorable
- Los 16 megapíxeles no brillan
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Nokia España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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