OnePlus 5T: el verdadero buque insignia de OnePlus en 2017 ya está aquí

OnePlus abandonó su modus operandi de lanzar un teléfono al año en 2016, cuando después del OnePlus 3, la compañía trajo al mundo a un mellizo vitaminado de éste, el OnePlus 3T. Este año se repite la misma operación, y tras un OnePlus 5 casi recién salido del horno llegó, el nuevo OnePlus 5T.

Mismas entrañas en las que habitan un Snapdragon 835 y características clásicas de OnePlus como el 'Alert Slider', son algunas de las cosas comunes entre ambos, pero lo que más destaca del OnePlus 5T es la subida al carro de algunas tendencia del mercado actuales como el ajuste de los marcos. Hemos pasado una temporada con él y lo hemos analizado a fondo en nuestra siguiente review.

OnePlus 5T, especificaciones técnicas

Diseño: si alguno funciona no lo cambies

OnePlus ha conseguido que la imagen de sus terminales sea fácilmente reconocible tanto por sus líneas definidas, como por esa colección de carcasas tan características que siempre acompañan a todos sus modelos. En el OnePlus 5T tenemos el mismo cuerpo unibody de aluminio anodizado que en el One Plus 5, cuerpo que presume sin lugar a dudas de una buena compactación.

Se mantienen también los mismos botones físicos que hemos visto hasta ahora en todos los modelos presentados por la marca: volumen, ubicado en el lateral izquierdo, junto al de modo de sonido y el de encendido/bloqueo en el lateral derecho.

El altavoz y el jack de audio se encuentran en la parte inferior del terminal, a ambos lados de la entrada de USB tipo-C, y tenemos los botones capacitativos habituales de Android también en el inferior de la pantalla.

En cuanto a las dimensiones, no podemos negar que no sea un móvil grande, pues rebasa la frontera de las 5,5 pulgadas y llega hasta 6,01 de diagonal aunque eso sí, el teléfono ha sufrido un adelgazamiento cuya consecuencia es una mayor curvatura de los bordes, que proporciona mejor ergonomía y mayor comodidad de agarre a un teléfono que sin ser demasiado ligero (162 gramos), no resulta nada pesado en relación a sus dimensiones.

Pantalla: bienvenido formato 18:9

Como adelantábamos al comienzo, una de las diferencias principales entre el OnePlus 5 y el 5T es su pantalla. Y es que el fabricante chino eleva la diagonal de este panel AMOLED con resolución 1.080 x 2.160 píxeles y formato 18:9 hasta las 6 pulgadas. Con estas características la experiencia visual ha sido plenamente satisfactoria: buena reproducción de los colores, buen nivel de contraste y nitidez a raudales.

Sobre los nits de brillo máximo no tenemos cifra exacta, pero podemos decir que ha sido más que suficiente para visualizar la pantalla sin problemas incluso con la luz del sol reflejando directamente sobre ella. Quizás lo único a mejorar en este aspecto es la respuesta del brillo automático, algo lenta ante los cambios de iluminación.

Pese a que los ajustes que la pantalla incorpora por defecto ofrecen una muy buena experiencia, la capa de personalización Oxygen OS nos permite modificarlos con opciones para adaptar la temperatura de los blancos y la viveza de los colores. También encontramos modos de lectura y nocturno que básicamente modifican la temperatura de la pantalla hacia colores más cálidos.

Dentro de las características de la pantalla también añadiremos que cuenta con una discreta pantalla ambiente que al sujetar el teléfono estando en reposo nos muestra la hora, la batería y el logo de la app de la que tengamos notificaciones de forma muy sutil.

Rendimiento: un Snapdragon 835 para dominarlos a todos

El OnePlus 5T llega con las mismas especificaciones que su predecesor: un Snapdragon 835 con 6 u 8 GB de RAM y 64/128 GB de almacenamiento interno. La unidad que nosotros hemos probado cuenta con la configuración 8/128 GB, así que sobre el papel ya teníamos claro que el teléfono no nos iba a dejar a medias en esta materia.

Y así ha sido: funcionamiento fluido tanto en apps sencillas como redes sociales o el navegador, como ejecutando videojuegos de alta demanda o reproduciendo contenido multimedia en alta resolución.

Lo mismo ha sucedido con la multitarea, donde todo ha fluido con agilidad, sin ningún lag ni por supuesto cierres súbitos o congelamientos. Ha sido totalmente imposible encontrar algún tipo de problema en el manejo y uso del móvil incluso llevándolo al límite de ejecución.

Nuestra experiencia se ve replicada también en las pruebas de rendimiento, donde el teléfono se queda en posición privilegiada incluso comparado con los terminales más punteros del mercado.

Software: Oxygen OS complementando bien Android

Personalizar o no Android es una tarea que en ocasiones puede ser perjudicial para el sistema (sobre todo con capas extremadamente densas) pero en otras puede ser un excelente aderezo, especialmente cuando añade funciones útiles que Android Stock se pasa por ate lto.

Éste último es el caso de la capa de personalización de OnePlus, Oxygen OS, una capa tan liviana que casi no nos damos cuenta que está ahí, ya que para empezar, el bloatware es prácticamente inexistente, con sólo una app propia que puede eliminarse.

Con el OnePlus 5T llega la versión 4.7.1 de Oxygen OS, que como decimos, complementa Android a nivel de ajustes (incluidas opciones de ajustes de audio) sin modificaciones estéticas ni bloatware innecesario, aunque también facilita cambiar el aspecto a nivel de tipografía e iconos (siempre que el usuario lo quiera).

Y llegó a OnePlus el reconocimiento facial

Otro de los cambios que llega con este OnePlus 5T es el haber añadido reconocimiento facial para el desbloqueo. La compañía no ha desarrollado tecnología propia como Apple con el iPhone X, por lo que OnePlus tira de cámara subjetiva, nada de hardware extra que amplíe las posibilidades.

En rasgos generales funciona muy bien dependiendo también eso sí, de la cantidad de luz que que tengamos en el lugar del reconocimiento (a más luz, mejor reconocimiento). Sin embargo, también funciona en ambientes de luz baja, aunque aquí nos encontramos con más respuesta errática.

Cámaras: seguimos con la dualidad

La cámara principal del OnePlus 5T llega con un sensor Sony IMX 398 de 16 megapíxeles y apertura f/1.7 y distancia focal de 27,22 milímetros, al que le acompaña un sensor IMX 376K de 20 megapíxeles con la misma apertura y distancia focal. Ambos sensores incorporan tecnología propia Pixel Technology que fusiona cuatro píxeles en un buscando una reducción del ruido. De la cámara frontal se encarga un sensor Sony IMX 371 de 16 megapíxeles y apertura f/2.0, lo mismo que en el OnePlus 5.

En lo relativo a la aplicación de la cámara, diremos que se ha contagiado de la sencillez de la que hablábamos en el apartado del software, y tenemos por ende una interfaz con los elementos habituales bien visibles y de fácil acceso, lo que favorece y facilita el uso de la misma.

Quizás el único inconveniente está en el swipe para los modos, pues éste se encuentra en el obturador y al sacarlo puede resistirse un poco. En contraposición, el cambio entre modos (a vídeo o a modo retrato) es muy accesible, teniendo simplemente que deslizar desde cualquier punto de la pantalla para que aparezcan.

Cámara principal: esperábamos un poco más

El OnePlus 5T llega con el modo retrato ya en versión definitiva y bajo la promesa de ser mejor que el que encontrábamos en el modelo anterior, donde las fotos con mala iluminación no eran precisamente su fuerte. Decir que a plena luz del día la experiencia es perfecta, con buen nivel de detalle y una reproducción del color bastante fiel.

Las fotos llegan con buen nivel de contraste y de balance de blancos, por lo que en general tenemos muy buenos resultados y también la ayuda del enfoque automático que hace muy buen trabajo. Encontramos también los modos HDR y el modo HQ, que en general equilibran el disparo automático (sobre todo el HDR) aunque en ocasiones los resultados son algo forzados.

En cuanto a las tomas en condiciones de luz menos favorables, el OnePlus 5T, como la mayoría de los teléfonos, también sufre. En este caso lo mejor es hacer uso del modo automático, que nos ayudarán especialmente a mejorar el nivel de enfoque y a la reducción del ruido.

Sobre el modo retrato el resultado no es mucho mejor que en el modelo anterior, por lo que las promesas de una mejoría en este aspecto no se han visto del todo cumplidas. La calidad de los resultados vuelve a depender de la iluminación y del contraste entre el objeto principal y el fondo, por lo que en el caso de que éstos no sean óptimos, la calidad del procesado mengua considerablemente.

Algo que sí es positivo es que a diferencia de otros modos retrato, no tenemos que ponernos necesariamente a 2,5 metros del sujeto, sino que podemos incluso acercarnos hasta a 30 centímetros y aún así seguir consiguiendo desenfoque.

Sobre la cámara frontal no encontramos novedades, y al igual que en el OnePlus 5, los autorretratos tienen muy buena calidad con casi todo tipo de iluminación, reportando buen nivel de detalle además de la posibilidad de utilizar un HDR (bastante equilibrado) que complementa muy bien al modo manual.

La cámara frontal no incorpora modo retrato, pero cuenta con un modo belleza tan característico ya en este tipo de cámaras, que con tan solo girar el deslizador sin números nos permite ajustar el efecto suavidad de la piel (único modo que encontramos y en realidad más que suficiente para una edición natural).

Autonomía: 3.300 mAh bien aprovechados

La batería del OnePlus 5T cuenta con el mismo amperaje que la del OnePlus 5 (3.300 mAh) y la experiencia, a pesar de contar con una pantalla de mayor tamaño es bastante similar. Una carga completa permite un día entero de autonomía con uso medio, eso sí, haciendo más uso de WiFi que de datos, pero sin hacer restricciones en el uso.

Con ese nivel de uso alcanzamos el final del día incluso con un 45%, porcentaje que con un uso más exhaustivo y sobre todo, tirando más de conexión de datos se ve algo mermado, pero incluso poniendo el móvil al límite con un uso muy intenso es complicado agotar el 100% en una sola jornada.

De nuevo volvemos a agradecer la carga rápida (Dash Charge según OnePlus) en estos terminales, ya que nos ofrece hasta un 30% de batería en tan solo 15 minutos, un 60% en 30 minutos y el 100% de la carga total en algo menos de 1 hora y 38 minutos.

Sonido: la personalización se asienta

OnePlus siguen manteniendo el jack de 3,5 milímetros en sus terminales, y la experiencia auditiva con este OnePlus 5T difiere bastante si le damos o no uso a los auriculares. En términos generales la calidad del sonido es buena, alcanzando incluso los 100 decibelios de volumen máximo según nuestros tests habituales, aunque el mejor resultado en cuanto a calidad es manteniendo el volumen en torno al 65-70%.

La experiencia es mejor con auriculares, pero además disponemos de algunos extras a modo de ajustes personalizados que mejoran sin duda la calidad de la experiencia, o al menos, la hacen mucho más personal. Respecto a la personalización del audio hay algo muy útil (especialmente cuando vamos en el coche). Esto es la posibilidad de habilitar los gestos para el control de la reproducción con pantalla apagada.

OnePlus 5T, la opinión de Xataka

No podemos negar que el OnePlus 5T es un teléfono lleno de combinaciones interesantes: diseño impecable reforzado por unos marcos más ajustados pero sin perder la esencia del linaje, potencia a raudales, reconocimiento facial y cámara dual con un bokeh -algo más- mejorado.

Sin embargo, esto puede ser un arma de doble filo para la compañía o un lanzarse piedras sobre su propio tejado. ¿Por qué sacar primero un terminal "incompleto" para después llegar con su versión "definitiva"? Y es que el OnePlus 5T debió ser el OnePlus 5, pero ahora llega algo tarde, con el año terminado y con el resto de topes de gama de 2018 de la competencia asomando la patita.

En Xataka | OnePlus 5T, análisis: un tremendo buque insignia vestido de renovación que debió ser el único OnePlus del año