Realme 6s, análisis: el desafío es diferenciarse para atraer al público más 'jugón'

A primeros de marzo, la compañía china presentó oficialmente sus nuevos Realme 6 y Realme 6 Pro, dos modelos de gama media con procesadores gaming y pantallas de 90 Hz. Poco después, la familia dio la bienvenida a un nuevo miembro, el Realme 6i, algo más modesto en prestaciones y precio que sus hermanos mayores. Pero la gama continúa y aquí tenemos otra nueva propuesta dentro de esa línea.

Se trata del Realme 6s, un teléfono que se sitúa un escalón por debajo del Realme 6, pero que comparte con él varias especificaciones, como el procesador, la pantalla y la batería con carga rápida. De hecho, la única gran diferencia es la resolución que ofrece el sensor principal de la cámara trasera. Tras varios días probándolo a fondo, a continuación os contamos cómo se comporta el nuevo Realme 6s en cada uno de los apartados.

Ficha técnica del Realme 6s

90 Hz y un diseño sobrio que le sientan muy bien

Como decíamos antes, el Realme 6s hereda varias características del Realme 6, y una de ellas es su diseño, con una trasera reflectante de plástico, el módulo de cámaras en vertical a un lado y una pantalla perforada. La unidad que ha pasado por nuestras manos es la de color negro (Eclipse Black), pero tiene un tratamiento oleofóbico muy poco efectivo (casi nulo), por lo que la presencia constante de huellas y suciedad le resta bastante elegancia.

Los bordes, eso sí, tienen un acabado mate que favorece el agarre y que, junto a la ligera curvatura de la parte trasera, hace que se sienta cómodo en la mano, a pesar de su grosor de casi 9 mm y su peso de 191 g. Y algo que se agradece: viene de serie con una funda de silicona semi transparente que aumenta su resistencia, evita que se resbale e impide que cojee al ponerlo bocarriba por culpa de lo que sobresale el módulo de la cámara.

En el lateral derecho, encontramos el lector de huellas integrado en botón de inicio (del que luego hablaremos), mientras que en el izquierdo, tenemos los botones de volumen y la triple ranura para tarjetas. El marco inferior está reservado para el puerto USB-C, el altavoz y la toma de auriculares, y el superior permanece completamente liso.

Al igual que ocurre en el Realme 6, la cara frontal del Realme 6s está dominada por una pantalla IPS de 6,5 pulgadas con resolución FullHD+ (de 2.400 x 1.080 píxeles) y relación de aspecto 20:9. Ese panel cuenta, además, con cristal Corning Gorilla Glass 3 y la posibilidad de aumentar la tasa de refresco hasta 90 Hz. En términos generales, ofrece una experiencia aceptable a nivel de nitidez, con unos ángulos de visión óptimos y un brillo máximo de 480 nits que nos permite verla correctamente bajo la luz del sol.

Al haber optado por un agujero en vez de un notch, Realme ha logrado un buen aprovechamiento del frontal, aunque nos da la opción de ocultar la perforación con una barra superior. También encontramos varios ajustes para, por ejemplo, variar la temperatura de color o activar la pantalla al levantar el terminal. Bien en este punto, y bien en la respuesta táctil. Sólo dos puntos negativos en este apartado: el brillo automático es lento y algo errático en ocasiones, y el protector de pantalla que trae de serie tampoco tiene un tratamiento olefóbico bueno que evite las huellas, lo que nos obliga constantemente a estar limpiando el panel.

En cuanto al sonido, tenemos un único altavoz en la parte inferior que entrega un audio bastante justo en lo que a potencia, calidad y volumen se refiere. Nos vale para salir del paso, pero conviene no subir el volumen por encima del 70-75% porque se pierde mucha calidad. También dispone de una toma jack y unos auriculares incluidos que arroja un sonido algo mejor. Y otro punto a favor en un teléfono de este rango: el ecualizador presente en los ajustes.

Velocidad en rendimiento y, sobre todo, en carga

Como cerebro, tenemos el Helio G90T de MediaTek que vimos también en el Realme 6 y que, en este caso, viene acompañado de 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento interno. Este procesador gamer con litografía de 12 nm ha mostrado en todo momento un rendimiento muy fluido, incluso en multitarea y en juegos exigentes como Asphalt 9: Legends.

No hemos tenido problemas a la hora de abrir y cerrar apps, o de pasar de una a otra, y tampoco hemos experimentado cierres repentinos ni lag. Y la temperatura del terminal no ha subido de forma excesiva. No cabe duda, por tanto, que ha sido una buena elección de Realme en este apartado. A continuación, os dejamos los resultados de los benchmarks más habituales:

Como sistemas de autenticación, dispone de lector de huellas (ubicado en el lateral) y reconocimiento facial. El primero de ellos es rápido y muy efectivo; Realme asegura que tarda 0,29 en reconocer nuestra huella y lo cierto es que nos ha sorprendido gratamente. Con el reconocimiento facial sucede algo parecido: salvo en situaciones muy oscuras, se ha comportado veloz y eficientemente en la mayoría de casos. Mención especial merece el aro que se ilumina alrededor del agujero de la pantalla cuando está identificando nuestro rostro.

Llegados a este punto, toca hablar del software, que en el Realme 6s, al igual que en todos los terminales recientes de la compañía, tiene nombre propio: Realme UI basado en Android 10. El aspecto más positivo de esta capa vuelve a ser su gran cantidad de opciones de personalización, que nos permiten desde poner a nuestro gusto el aspecto del escritorio a definir una serie de gestos y movimientos. También destacan algunas herramientas que pueden resultarnos de utilidad, como Clonar teléfono o el Espacio de juegos.

Lo malo, como siempre, es el bloatware, que, sin ser excesivo, sí que trae consigo apps duplicadas y apps de terceros: Facebook, OfficeSuite y Opera (estas últimas pueden desinstalarse sin problemas). De los 64 GB que incluye el teléfono, vienen libres de inicio unos 52 GB, pero recordemos que podemos recurrir a una tarjeta microSD de hasta 256 GB para ampliarlo.

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Vamos ahora con el apartado de la autonomía donde este Realme 6s presenta una batería de 4.300 mAh que, según nuestras pruebas, supera el día entero de uso sin problemas. Aquí, obviamente, dependerá del uso que hagamos del terminal (medio o intensivo), de si optamos por el brillo automático, de qué tasa de refresco establecemos (60 o 90 Hz) y de si hacemos caso de las optimizaciones que nos propone para ahorrar batería, pero en términos generales, ofrece alrededor de 8 horas de pantalla.

No obstante, si hay algo que destaca en este apartado, es su sistema de carga rápida. Y es que el Realme 6s viene acompañado de un cargador de 30 W que nos permite obtener una carga completa en 1 hora y el 50% en menos de 30 minutos. De hecho, con sólo enchufarlo media hora a la corriente, es capaz de pasar del 0 al 65-66%. Y eso es algo que nos puede sacar de más de un apuro en un momento dado.

Cámaras versátiles con cierto margen de mejora

Pasemos a hablar ahora del equipo fotográfico, donde este Realme 6s presume de una cámara frontal de 16 megapíxeles con apertura f/2.0 (igual que la del Realme 6) y una cámara trasera cuádruple formada por: un sensor principal Samsung GW1 de 48 megapíxeles f/1.8, un ultra gran angular de 8 megapíxeles f/2.3 con campo de visión de 119 grados, una lente de retrato en blanco y negro de 2 megapíxeles y un cuarto sensor de 2 megapíxeles para fotografía macro capaz de enfocar a 4 cm de distancia.

La app de cámara presenta una interfaz intuitiva con un carrusel inferior donde tenemos el modo noche, vídeo, foto (automático), retrato, 48 megapíxeles y "Más"; es esta última, están los modos time lapse, ultra macro, cámara lenta, experto (Pro) y panorámica. Además, existen accesos directos a las funciones más utilizadas: flash, HDR, Belleza, flash, filtros, potenciación cromática (en el modo Foto), desenfoque del fondo (en el modo Retrato), etc. También podemos seleccionar fácilmente el gran angular o el zoom digital. En definitiva, nada que reprocharle a Realme en este sentido.

En cuanto a la calidad de imagen que ofrece este Realme 6s, si tenemos unas condiciones de luz favorables, los resultados son bastante buenos en el modo Foto, que se sirve de la tecnología Pixel Binning para agrupar 4 píxeles en 1 y lograr fotografías de 12 MP más luminosas. Tanto el nivel de detalle como el rango cromático son adecuados, aunque en ocasiones los colores aparecen algo saturados. El reconocimiento de escenas funciona a la perfección y el AF es rápido y efectivo, incluso en distancias cortas.

El modo 48 MP obtiene unos resultados muy similares, pero claro, es algo más lento y arroja unas imágenes más pesadas, por lo que sólo conviene utilizarlo si vamos a hacer un recorte o una ampliación. El zoom digital hasta 2 aumentos es aceptable, a partir de ahí, pierde mucha calidad. En cuanto al gran angular, provoca una ligera pérdida detalle, genera unos colores algo más planos y deforma un poco los laterales, pero nada que nos vaya a estropear una foto si tenemos que recurrir a él.

A diferencia de lo que sucede en otros terminales, aquí el trabajo del HDR pasa bastante desapercibido: ayuda a rescatar algo de información en las zonas oscuras o muy iluminadas sin resultar demasiado agresivo. Por lo que nuestra recomendación es mantenerlo siempre activado.

En cuando al modo Retato, se agradece la posibilidad de ajustar el desenfoque del fondo a nuestro gusto, pero en ocasiones tiene dificultades para diferenciar los límites del primer plano y hay que tener en cuenta que, llevado al máximo, resulta bastante artificial.

¿Qué ocure en escenas nocturnas? El modo Foto las reconoce automáticamente y realiza un trabajo de aprobado, produciendo unas imágenes en las que aparece ruido, se pierde detalle y se difuminan las fuentes de luz, pero nada que no pudiéramos esperar en un teléfono de esta categoría. El modo Noche mejora el resultado, pero a costa de dedicar unos segundos a capturar la imagen.

Vamos ahora con la cámara frontal, que sufre en los contraluces y suele sobreexponer los fondos, pero en términos generales, obtiene unos buenos resultados siempre que las condiciones de luz sean favorables. Aquí, el modo Retrato también nos permite ajustar el efecto bokeh o desenfoque del fondo a nuestro a gusto, aunque en este caso, recurre al software y, aunque identifica bien al sujeto, el fondo queda quemado. No conviene abusar de él.

Por la noche, la calidad de los selfies desciende bastante, con una presencia de ruido y una pérdida de detalle evidentes. Pero, repetimos, no es algo que nos soprenda en un terminal de esta categoría y logra salvar la escena en la mayoría de los casos. La cámara frontal también nos ofrece un modo Noche, pero "amarillea" bastante y resulta demasiado lento al capturar la imagen provocando que las imágenes salgan movidas en la mayoría de casos. El flash en pantalla, como es habitual, genera un rostro fantasmagórico, por lo que nuestro consejo es no recurrir a él salvo que sea imprescindible.

En cuanto al vídeo, la cámara frontal graba en calidad 1.080p a 30 fps, mientras que la cámara trasera registra 4K a 30 fps y ofrece la opción de activar un modo ultra estable para compensar la trepidación; en los dos casos, permite aplicar filtros a la grabación. En definitiva, tenemos un equipo fotográfico muy versátil que, sin ser un alarde de calidad, cumple satisfactoriamente en la mayoría de los casos.

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Realme 6s, la opinión de Xataka Móvil

Después de probar durante unos días el Realme 6s, podemos concluir que, por 199 euros, es un terminal bastante equilibrado en precio y prestaciones. Hablamos de un modelo que ofrece un rendimiento satisfactorio, una autonomía notable y una velocidad de carga que ya quisieran muchos teléfonos de gama alta. Además, el equipo fotográfico da bastante juego y brinda una calidad de imagen acorde a su categoría (incluso por encima en algunas ocasiones).

La pantalla tiene en su tasa de refresco de 90 Hz su mayor virtud, aunque el protector que trae de serie se ensucie continuamente y dificulte su visualización en muchos casos. El funcionamiento de los sistemas de identificación biométrica también es un punto a favor de este teléfono, igual que la inclusión de NFC y el diseño resistente a salpicaduras. Es de agradecer también que Realme meta en el pack una funda de silicona, unos auriculares y un cargador de 30 W.

En resumen, ¿es un teléfono recomendable? Rotundamente, sí. ¿Tiene sentido su lanzamiento dentro del catálogo actual de la compañía? Ahí tenemos nuestras dudas. Ofrecer un porfolio amplio de teléfonos está bien, siempre y cuando se diferencien unos de otros, y en este caso, las diferencias con el Realme 6 son mínimas, por no decir que se reducen al color (el Realme 6s está disponible en negro) y a la resolución del sensor principal de la cámara trasera (48 megapíxeles en vez de 64). ¿Está justificado un "nuevo" modelo con estas variaciones? En nuestra opinión, no demasiado y podría provocar que al final se canibalizaran las ventas de uno a otro.