Pocos móviles marcaron la trayectoria de Nokia con Windows Phone, una etapa que casi hizo desaparecer a la marca de teléfonos. Uno de ellos fue el Nokia Lumia 1020, un smartphone que destacaba ampliamente por su cámara. En su momento ofrecía prestaciones a años luz del resto, pero ¿qué tal habrá envejecido con el paso de los años?
El teléfono que protagoniza este análisis es uno de mis fetiches: me enamoró cuando pude analizarlo en su momento; me encantaba cuando lo conseguí, y terminé desprendiéndome de él una vez Microsoft mató definitivamente a Windows para móviles. Siempre me arrepentí de haber vendido el Nokia Lumia 1020; de ahí que buscara enmendar mi error adquiriéndolo de nuevo. Aprovechando que mi compañera Laura me lo regaló (¡gracias, Laura!), tocaba hacerle un retroanálisis.
Ficha técnica del Nokia Lumia 1020
Nokia Lumia 1020 | |
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Pantalla | AMOLED de 4.5 pulgadas, multitáctil capacitiva con ClearBlack |
Resolución | 1280 x 768 píxeles (332 ppp) |
Procesador | Qualcomm Snapdragon S4 Plus 1,5 GHz 2 núcleos |
Procesador gráfico | Adreno 225 |
Memoria RAM | 2 GB |
Memoria | 64 GB (versión de Telefónica) |
Batería | 2.000 mAh |
Cámara trasera | Trasera: 40,1 megapíxeles con óptica Carl Zeiss (1/1.5") / Frontal: 1,2 MP |
Cámara frontal | 1.2 megapíxeles |
Conectividad | WiFi de doble banda Bluetooth 4.0 LE 4G LTE GPS NFC |
Dimensiones | 130,4 x 71,4 x 10,4 mm |
Peso | 158 gramos |
Precio original (2013) | 699 euros |
Un diseño que echo de menos
Nokia rompió moldes (casi literalmente) con sus móviles de la etapa Windows Phone: pese a que el plástico pudiera parecer de segunda, la marca hizo carrera con su policarbonato en lo más premium del mercado. El Nokia Lumia 1020 es el culmen de dicho empeño: diseño único, reconocible, de tacto agradable, no muy pesado y con un color que, pese a lo llamativo, marca carácter.
Echarle mano al Nokia Lumia 1020 implica pensar: "¿Por qué ha crecido tanto la pantalla de los teléfonos?". Pequeño para los estándares actuales, con pantalla de 4,5 pulgadas que continúa viéndose espectacular y con unos marcos que se apoyan en el diseño para encajar en las líneas del teléfono como si fuesen orgánicas.
Se utiliza a la perfección con una mano y es mucho más manejable que la mayoría de teléfonos actuales. Dispone de los botones hápticos bajo la pantalla con el clásico logotipo de Windows que ejerce la función de menú. Posee conector de auriculares en la parte superior (¡y radio FM!), salida del altavoz externo en la inferior (potente y con suficiente calidad) y micro USB para conectarse al cargador. Su carga se demora más de hora y media pese a que la batería no es muy holgada.
La parte trasera es la que hace al Nokia Lumia 1020 ser un Nokia Lumia 1020. Ese inmenso objetivo para la cámara de 40,1 megapíxeles triunfó entre los memes de la época al facilitar la comparación con un Minion (el amarillo chillón no ayudaba). El objetivo es exagerado, de eso no hay duda; sin que por ello añada molestias al teléfono. Además, el Nokia Lumia 1020 posee un detalle que subraya su alma fotográfica: flash de Xenón (aparte del flash LED habitual). Las fotos nocturnas ganan luminosidad en planos cercanos.
No hay un teléfono actual que pueda compararse en diseño al Nokia Lumia 1020. Su atractivo es indudable, también sus capacidades de llamar la atención. Lástima que ese diseño arriesgado no haya tenido herencia hasta nuestros días.
Un gran hardware con muchas luces, incluso ocho años después
El Nokia Lumia 1020 se estrenó en España en septiembre de 2013 de la mano de Telefónica. Por tanto, pasaron ya más de ocho años para un teléfono que, en su momento, despuntaba mucho más en hardware que en software. Por mi experiencia, se sigue apreciando veloz, el sistema fluye rápido, la pantalla es de gran calidad y no posee inconvenientes en conectividad.
Ya decía que la pantalla era reducida, un hecho que contribuye a la lógica contención de las dimensiones finales del teléfono. Sus 4,5 pulgadas AMOLED se ven de escándalo hoy en día, con un nivel de detalle más que bueno a pesar de que la resolución sea HD+. Gran nitidez, algo falto de brillo máximo (en exteriores sufre de cierta dificultad para ver el contenido), con buena respuesta táctil y con un ligero tinte en los colores al contemplar el panel en ángulos forzados (y sin que pierda visibilidad).
No es que haya podido poner a prueba el procesador ni el resto del hardware adyacente: el Nokia Lumia 1020 está muerto a nivel de software; por lo que no resulta posible descargar ni juegos ni apps, tampoco actualizaciones. Esto deja al teléfono pelado y con lo que Microsoft y Nokia incluían de serie. Muy poco.
El Snapdragon S4 Plus que monta el Nokia Lumia 1020 no parece funcionar mal, al menos con lo que trae de serie el teléfono. Navegando por la web me he encontrado con tirones y cierta lentitud, provocado en gran medida por el propio Internet Explorer (es de lo poco que puede utilizarse aún). Más allá de aquí el desempeño es una incógnita.
La batería en su momento era muy justa, ahora es aún más reducida reducida: no llega al día con normalidad, al menos si se utiliza con cierto uso (el tiempo de vida del teléfono influye negativamente, hay que tenerlo en cuenta). Grabar vídeo o fotografiar con el Nokia Lumia 1020 implica ver caer el porcentaje de manera dramática. Nada extraño dada la energías que requiere poner en marcha el sensor y el procesado de la imagen, por otra parte.
El Nokia Lumia 1020 carece de sistema biométrico de seguridad (se puede bloquear por PIN), incluye NFC (los pagos ya no funcionan), ofrece radio FM (imprescindible conectar unos auriculares con cable), se posiciona suficientemente bien (Bing Maps no da para muchas alegrías), el sonido es de buena calidad (si consigues cargar canciones), permite la conexión al ordenador usando un cable Micro USB (imprescindible para traspasar información y fotos) y no hay demasiado más destacable. Las deficiencias de software lastran por completo el software.
Clínicamente muerto en software
Es una lástima que Microsoft y Nokia se hayan desvinculado por completo de los móviles con Windows. Y no sólo por el hecho que la tienda no funcione y, por ello, sea imposible descargar apps y juegos, también porque ni siquiera las actualizaciones de sistema están disponibles. Lo mínimo sería que el Nokia Lumia 1020 pudiera actualizarse hasta lo más reciente soportado en software, pero no. Se quedó en Windows 8.0 y ni siquiera pude subirlo a Windows 8.1.
No funciona la tienda, no funciona Xbox, no funciona la aplicación de música más allá de las canciones que se suban manualmente, no se detectan actualizaciones de sistema, Internet Explorer tiene problemas de carga en una buena parte de las páginas web, nada de usar las apps más populares (Instagram, Facebook, Twitter...) a no ser que sean compatibles con Explorer... Y así hasta un largo etcétera.
Si no estuviese completamente desconectado del mundo el Nokia Lumia 1020 seguiría siendo un teléfono más que válido para utilizarse hoy en día. Iniciarlo es una completa frustración; al menos hasta que se inicia la aplicación de cámara.
La cámara continúa salvando al Nokia Lumia 1020
Esos 40,1 megapíxeles de sensor eran mastodónticos hace ocho años, hoy en día no son tan extraños. Al menos en lo que respecta al tamaño de las fotos obtenidas, que las dimensiones del sensor ubicado en el Nokia Lumia 1020, y el software de procesado, no tienen excesiva comparación en la actualidad. Esto hace que tomar fotos y vídeos sea una tarea igualmente válida.
La calidad genérica de las fotografías es muy buena. Gran cantidad de detalle, tomas con colores naturales, de día hace muy buen trabajo y de noche todo depende de la iluminación: si ésta es suficientemente uniforme las fotos serán visibles. El Lumia 1020 prefiere mantener oscuras las tomas a aplicar excesiva ISO. Y sin que el modo noche incluido haga demasiada bondad.
Se nota que el procesado computacional está algo anticuado para los términos de hoy en día: el rango dinámico de las imágenes acostumbra a ser mejorable, el HDR no existe y el modo retrato no aplica excesivo bokeh a los primeros planos. El Nokia Lumia 1020 hace gala de la captura óptica más que de la computacional: ajustando la iluminación, los enfoques y las perspectivas se obtienen resultados que pueden incluso superar a los móviles de hoy en día. Pero necesita más trabajo que apuntar y disparar.
No es que el Lumia 1020 dé un gran repaso a móviles "top" de 2021 (lo he puesto a prueba con mis Google Pixel 6 y iPhone 12 Pro Max), pero sí que no parece que hayan transcurrido más de ocho años por él. Es un móvil perfectamente válido para salir y disparar, también para aquel que disponga de un estudio y desee un teléfono apto para seguirle el trote. Lástima que mi teléfono no esté actualizado con la app de fotografía más reciente, la que ofrecía los ajustes manuales con los círculos concéntricos.
A continuación tienes una muestra de fotografías tomadas con el Nokia Lumia 1020. Si quieres descargarlas sin retoques, accede a este enlace para ver las imágenes tal y como las guardó el teléfono.
Ver galería completa » Fotos con el Nokia Lumia 1020 (25 fotos)
Obligatorio para cualquier coleccionista
Como he dejado patente, el Nokia Lumia 1020 no se puede utilizar hoy en día, al menos si lo que buscas es una "experiencia puramente de smartphone" (si quieres sólo un teléfono, y que no puedan molestarte por WhatsApp, es tu móvil). El diseño es diferente a lo actual, resulta súper contenido y la pantalla tiene las dimensiones justas para no perder prestaciones sin ganar molestias por el tamaño. Para mí, el equilibrio del panel y del cuerpo es perfecto.
El Lumia 1020 pertenece a otra época, una en la que Nokia aún era relevante para la telefonía móvil. Lástima que Microsoft se durmiese en el terreno de los sistemas operativos para smartphones, incluso pese a que fue una empresa pionera con Windows CE. Las malas decisiones, y sucesivas actualizaciones que dejaron a los usuarios por el camino, hicieron que el Lumia 1020 sea ahora más objeto de museo que de bolsillo. Es una lástima.
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