El Samsung Galaxy S5 fue el último de los Galaxy S de alta gama en tener el cuerpo de plástico, también el último que se reservaba una de las opciones que ya ha desaparecido de la mayoría de teléfonos: la posibilidad de cambiar fácilmente la batería. El móvil estrenaba protección contra el agua pese a que se le retiraba la tapa trasera. Y dicha tapa acumuló mucha polémica: el acabado 'tirita', provocó la burla en su momento. Pero ¿qué tal se ve ahora tras más de un lustro de vida?
No puede decirse que la familia 'S' de Samsung se quedara estancada tras el Samsung Galaxy S5 ya que la marca ha ido evolucionándola a base de saltos generacionales cada año. Y con los Samsung Galaxy S21 en la calle se nota aún más la distancia entre el S5 y el S21; sin que por ello el vetusto móvil se haya convertido en un objeto de museo. Así que, aprovechando que 2021 está trayendo una buena ristra de teléfonos, se me ocurrió retomar uno de los móviles de mi colección, el Samsung Galaxy S5. ¿Habrá pasado tanto el tiempo por él como para dejar de ser utilizable? Vamos a comprobarlo.
Ficha técnica del Samsung Galaxy S5
Samsung Galaxy S5, características técnicas | |
---|---|
Dimensiones físicas | 142 x 72,5 x 8,1 mm, 145 gramos |
Pantalla | SuperAMOLED de 5.1 pulgadas |
Resolución | 1080p (432 ppp) |
Procesador | Qualcomm Snapdragon 801, quad-core a 2,5 GHz |
RAM | 2 GB |
Memoria | 16 GB / 32 GB ampliable con microSD |
Versión software | Android 4.4.2 (KitKat) con capa TouchWiz |
Conectividad | LTE, NFC, WiFi 802.11ac, BT 4.0 LE, USB 3.0, puerto IR |
Cámaras | Principal de 16 MP (ISOCELL / 1/2.6") con Enfoque Selectivo y vídeo UHD (secundaria de 2 MP) |
Batería | 2.800 mAh (extraíble) |
Características especiales | Sensor de huellas, pulsómetro y resistencia al agua/polvo IP67 |
Precio | 729 euros en su estreno |
Plástico que se deteriora fácilmente
El diseño mantiene el estilo clásico de Samsung en los Galaxy: marcos enormes arriba y abajo de la pantalla, también bastante grandes en los lados; botón físico de Home con el de retroceder y últimas aplicaciones abiertas de estilo capacitivo; botón de encendido en el lateral derecho del teléfono y de volumen en lado izquierdo; micro USB 3.0 (doble conector) en la parte baja y protegido por una tapa estanca (me desapareció).
El canto del Samsung Galaxy S5 es de plástico y acanalado; manteniéndose cubierto por una pintura de aspecto cromado que se va desconchando con el uso. Y por detrás gana presencia la tapa con aspecto de goma (ahora está pegajosa) y microperforaciones; rematada en la parte superior por la cámara única, flash LED y sensores de medición de salud.
No es excesivamente grande en la mano, al menos según lo que consideraríamos hoy en día como grande, tampoco es pesado. Eso sí: se nota lo bien que han evolucionado los teléfonos en el aprovechamiento del frontal ya que la pantalla, pese a ser de muy buena calidad, sería mucho más agradecida de acceder al formato 'Infinity Display'.
Usar el Samsung Galaxy S5, y apretar los botones físicos (especialmente el de Home), arroja cierta sensación de móvil barato. Por ello, el Galaxy S5 pierde mucho en tacto y en diseño con respecto a cualquier móvil equivalente de la actualidad.
El plástico de la construcción no arroja buenas sensaciones debido, especialmente, a lo mal que ha envejecido. La pintura ha saltado en algunas zonas del canto, pero los golpes no son ni mucho menos tan apreciables como lo serían en el aluminio (una cosa por la otra). Además, es un móvil que resiste mucho mejor los impactos: antes no se rompían tan fácilmente las pantallas (tampoco la cara trasera del móvil ya que los Galaxy no usaban el cristal). ¿Que se te caía el Samsung Galaxy S5 al suelo? Saltaba la tapa, la batería y poco más: bastaba con montar todo de nuevo y a correr. Puedo dar fe.
Las prestaciones aguantaron el paso del tiempo
Pese a los temores que siempre han existido con las pantallas AMOLED de los Samsung Galaxy, el panel del S5 que tengo en mi poder sigue intacto. Ni imágenes quemadas ni píxeles muertos ni pérdida de detalle: la pantalla podría pasar por cualquiera de las 1080p que hay ahora (salvando las distancias). Sí que mantiene el exceso de saturación tan habitual de TouchWiz y Samsung en aquella época, algo que no termina de ajustarse desde las opciones de pantalla.
Acostumbrado a analizar móviles de todas las marcas y precios, volver a un teléfono de hace casi seis años no me ha supuesto tantos problemas como esperaba ya que puede pasar perfectamente por un gama media/baja actual, al menos en términos de rendimiento. Funciona sin demasiados retrocesos mientras no se ejecuten demasiadas tareas en segundo plano, la mayor parte de juegos actuales sigue funcionando, WhatsApp carece de problemas y tampoco existen inconvenientes en torno a las aplicaciones mayoritarias. Eso sí, lleva Android 6.0.1 y el último parche de seguridad es de agosto de 2017. Por fortuna, aún hay movimiento de ROMs compatibles para seguir dándole nuevas oportunidades.
Vayamos con una ronda de benchmarks. ¿Cómo se comporta el Samsung Galaxy S5 en las pruebas de rendimiento? Veámoslo utilizando AnTuTu y comparándolo con móviles actuales de gama media/baja.
SAMSUNG GALAXY S5 | REALME 5 | REDMI NOTE 8T | REDMI NOTE 7 | HUAWEI P30 LITE | |
---|---|---|---|---|---|
PROCESADOR | Snapdragon 801 | Snapdragon 665 | Snapdragon 665 | Snapdragon 660 | Kirin 710 |
RAM | 2 GB | 4 GB | 4 GB | 4 GB | 4 GB |
ANTUTU | 78.610 | 161.421 | 170.780 | 142.445 | 131.268 |
Antes de valorar negativamente el benchmark hay que tener en cuenta que el Samsung Galaxy S5 es un móvil de febrero de 2014. Pasaron unos cuantos años por este teléfono, y eso se nota en el rendimiento bruto, también en detalles como la batería: se ha reducido notablemente su capacidad máxima reduciéndose a menos de un día de duración en reposo; con dos o tres horas de pantalla, con suerte. Ahora bien, una de las grandes ventajas es que podría cambiar fácilmente la batería: basta con retirarle la tapa trasera y proceder al cambio. Todo un gustazo.
Sí, la autonomía de los 2.800 mAh incluidos en el Samsung Galaxy S5 no es demasiado extensa, sobre todo tras haber pasado casi 6 años por sus celdas y después de haber estado mucho tiempo sin funcionar y metido en un cajón. Pero no hay problema: basta con cambiarla quitándole la tapa trasera al teléfono. ¿Quién no echa de menos este sencillo y tan útil gesto? Yo sí, la verdad.
Infrarrojos, jack de auriculares, radio FM...
A pesar de que ya no parezca un gama alta tras los seis años que acumula entre las capas de plástico, cristal y metal, el Samsung Galaxy S5 se mantiene equipado con lo que muchos desearían en su móvil 'premium' actual. Para empezar, dispone de un procesador Snapdragon 801, todo un lujo teniendo en cuenta los Exynos actuales. Además, el Galaxy S5 hace gala de sensor infrarrojos para controlar desde la tele al aire acondicionado, incluye conector de auriculares, ofrece radio FM, el lector de huellas dactilares está en el botón de Home (muy mejorable en comparación con los actuales) y hasta es resistente al polvo y al agua. Nada mal.
Samsung siempre ha incluido buen sonido en los móviles de alta gama, y en el Galaxy S5 no es excepción. Audio de calidad en auriculares con cable, también en Bluetooth; no tanto con el altavoz externo situado detrás: la colocación no es la más adecuada para disfrutar del contenido multimedia. A pesar de eso, el sonido externo está a muy buen nivel: gran volumen y sin que distorsione en exceso.
Es un móvil que se sigue disfrutando en casi todos los aspectos de hardware. Pero en software... Bueno, el hecho de haberse quedado en TouchWiz no le beneficia, tampoco que la última versión de Android de la que dispone (oficialmente) sea 6.0.1 Marshmallow. Aun así, el teléfono es perfectamente utilizable. Incluso he podido descargar PUBG para jugar sin demasiados inconvenientes, siempre en una calidad media.
El desfase del software se nota en cada píxel, desde la interfaz de los escritorios al aspecto de las aplicaciones reinstaladas de Samsung. Más allá de TouchWiz y sus grandes defectos (no recordaba el interminable menú de ajustes), Samsung permite instalar aplicaciones y juegos desde la Galaxy Store, incluso es posible instalar Samsung Members. Como es lógico, no hay Samsung Pay, es una lástima. Aunque sí resulta posible instalar otras aplicaciones de pago móvil, como Google Pay.
Una cámara de fotos que mantiene el tipo
Nada de múltiples cámaras, tampoco zoom óptico, gran angular o sensor de un tamaño gigantesco: el samsung Galaxy S5 se 'conforma' con una monocámara de 16 megapixeles y apertura f/2.2 que ofrece un rendimiento aceptable a pesar de que su funcionamiento sea algo lento (a menudo demasiado). Tarda un poco en abrirse, tiende a reenfocar constantemente antes de sacar la imagen y estos inconvenientes se agravan conforma desciende la luz. Teniendo en cuenta los años que acumula, son inconvenientes lógicos.
Más allá de los problemas, la cámara del Samsung Galaxy S5 se comporta de manera adecuada. Ofrece fotos luminosas y con detalle a plena luz y en exteriores, dispone de varios modos de disparo, ofrece HDR manual (no se ve demasiado artificial), incluye un modo bokeh manual con desenfoque de fondo y, por lo general, los colores son bastante acertados con respecto a la realidad: no tiende a la saturación, sí a la sobrexposición (sobre todo de noche).
En fotos nocturnas los resultados deslucen bastante, algo lógico dada la antigüedad del teléfono. Con zonas uniformes de luz no hace mal trabajo, al menos con la cámara trasera: la delantera no se puede utilizar en selfies a media y baja luz; al menos siempre que no se quiera un boceto en acuarela.
A continuación tienes una pequeña muestra de cómo hace fotos el Samsung Galaxy S5. Juzga por tu cuenta.
Ver galería completa » Galería de fotos del Samsung Galaxy S5 (11 fotos)
Una experiencia aceptable para un móvil de 6 años
No todos los móviles aguantan igual el paso del tiempo. El Samsung Galaxy S5 no es un teléfono potente a día de hoy, tampoco está ni mucho menos actualizado ya que sigue presentando la vetusta capa personalizada de TouchWiz, pero no podría decir que, pese a los lógicos inconvenientes, deje de ser un teléfono apto para el día a día. De hecho, me ha funcionado mucho mejor de lo que me esperaba ya que ninguna de las aplicaciones que utilizo habitualmente presentó problemas. Ni siquiera los juegos; por más que muchas apps haya tenido que instalarlas mediante APKs porque no aparecían en la tienda Google Play, como AnTuTu.
El tacto no es el de un gama alta como lo consideraría hoy, esa sensación es muy agridulce. También la necesidad de apretar un botón de Home físico: una vez te acostumbras a los botones virtuales en pantalla, y a los gestos de navegación, el disponer de teclas físicas arroja cierta sensación de antigüedad. Ahora bien, qué agradable ha sido recuperar la batería intercambiable: puedo solucionar los problemas de autonomía con solo buscar una batería nueva en tiendas como eBay. Sin necesidad de llevar el móvil a reparar ni arriesgarme desmontando el teléfono: quitar la tapa y listo. No hay duda de que con los unibody hemos perdido más que ganado.
No recomendaría la compra de un Samsung Galaxy S5 de segunda mano teniendo en cuenta la gran gama media que tenemos actualmente. No obstante, el S5 puede ser un perfecto móvil de reemplazo en el caso de que el principal falle. Incluso puede utilizarse en combinación, para así no salir de casa con el teléfono principal cuando hay riesgo de que se moje o se rompa (en la playa, excursiones al campo o salidas en bicicleta, por ejemplo). No solo sirve para un uso básico, mantiene capacidades que hoy en día ya no se ven en los smartphones.
Volver al Samsung Galaxy S5 tras más de un lustro desde su lanzamiento supuso una pequeña cura de humildad ya que, a pesar de que valore las actualizaciones Android, y que me empeñe en resaltar los teléfonos que no actualizan, lo cierto es que un móvil puede seguir dando un buen servicio a pesar de estar desfasado en software. Me quedo con esto.
Ver todos los comentarios en https://www.xatakamovil.com
VER 63 Comentarios