Durante algún tiempo, el catálogo de Samsung era bastante confuso. Las gamas se sucedían unas a otras y no parecía existir un encaje lógico más allá del precio pero el fabricante coreano quiso poner orden. Las líneas S y Note mandaban, la serie A agrupó el resto de modelos existentes y entonces llegó la serie M (con permiso de la nueva serie F). Y como integrante de esta serie M tenemos aquí el Samsung Galaxy M51.
Modelos aparentemente menos potentes o ambiciosos que los de la serie A pero con una característica bastante centrada: la autonomía. Si la serie F busca enfocarse en la fotografía, la serie M va de baterías de tamaño considerable. Y en este Galaxy M51 tenemos nada más y nada menos que 7.000 mAh con carga rápida. Pero el modelo es más, mucho más, y lo repasamos todo en este análisis al que lo hemos sometido.
Samsung Galaxy M51, las especificaciones técnicas
Samsung Galaxy M51 |
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Pantalla |
Super AMOLED Plus de 6,7 pulgadas |
Dimensiones y peso |
163 x 78 x 8,5 milímetros |
Procesador |
Snapdragon 730G a 2,2GHz |
Versiones |
6GB/128GB |
Cámara frontal |
32 megapíxeles f/2.2 |
Cámara trasera |
Principal: 64 megapíxeles f/1.8 |
Batería |
7.000 mAh |
Sistema operativo |
Android 10 |
Conectividad |
Dual SIM 4G |
Otros |
Lector de huellas en el lateral |
Precio |
Samsung Galaxy M51 Smartphone de 6.7" FHD+ | Móvil Libre | Batería 7000 mAh y Carga rápida - Color Negro [Versión española] [Exclusivo Amazon]
Diseño clásico y resistente
No puede decirse que este Samsung Galaxy M51 sea innovador en cuanto a diseño, pues nos encontramos ante un teléfono que puede parecer cualquier otro salvo porque lleva impresa la palabra "Samsung" en la espalda. Los teléfonos han ido progresivamente pareciéndose entre todos y eso se nota especialmente en las gamas más económicas, y en el Galaxy M51 ocurre exactamente lo mismo. El frontal es casi entero para la pantalla y la trasera está construida en un plástico bastante resistente a las huellas.
El diseño es bastante clásico con la botonera física en el lado izquierdo, aunque con un lector de huellas en el botón de encendido, lo que hace que el botón se hunda en el marco. En el marco izquierdo tenemos la bandeja para la microSD y la SIM, la parte superior queda completamente despejada y debajo tenemos el puerto USB C, el conector de auriculares (con radio FM) y el altavoz del teléfono. Todo bastante simétrico, todo hay que decirlo, incluyendo una pantalla que deja muy poca barbilla en la parte inferior y parece completamente centrada, aunque realmente no lo esté.
Con 163 milímetros de alto y 213 gramos de peso, el Galaxy M51 de Samsung no es un teléfono compacto ni ligero pero sí está muy equilibrado. El dispositivo no se hace pesado al tenerlo mucho en la mano y el acoplamiento de todas sus partes está muy logrado. Tal vez la única "imperfección" aquí, por llamarla de alguna manera, es que la pantalla no muere de forma invisible en el marco del teléfono y tenemos un ligero borde elevado. No es muy pronunciado pero se nota durante el uso, sobre todo si echamos mano de los gestos para manejar este Android 10. Por lo demás, el modelo se siente robusto y resistente, y el plástico aquí tiene mucho que ver pues también esquiva el calor cuando apretamos el procesador.
En cuanto a la pantalla, tenemos ante nosotros un panel Super AMOLED Plus de 6,7 pulgadas lo que no sólo supone una gran diagonal sino también viveza en los colores (personalizable) y unos negros profundos que aportan un gran contraste. Tal vez estemos ante una de las mejores pantallas de las últimas gamas medias en llegar al mercado y eso se nota en su precisión táctil, el propio tacto de la misma, los ángulos de visión y el brillo máximo, que si bien no es sensiblemente alto sí nos permite usar el teléfono en exteriores sin problemas.
Con una densidad de casi 400 píxeles por pulgada no veremos imágenes pixeladas ni bordes serrados, y el Gorilla Glass 3 elegido para protegerla se porta bastante bien ante las huellas sin ser, lógicamente, perfecto. También tenemos (y esto siempre es un plus) el gesto del doble toque para encender el panel. Por cierto, no queremos dejar de comentar que estamos ante un teléfono con el panel perforado para albergar la cámara frontal, y que la perforación está completamente centrada.
Por último, y antes de saltar a hablar del rendimiento del teléfono, hablemos un poco del sonido. Como ocurre en la mayoría de teléfonos del mercado, el Galaxy M51 tiene pocos bajos aunque su volumen es bastante alto. Eso sí, la distorsión no tarda en aparecer y empobrece un poco el apartado multimedia. Todo eso se corrige, sin embargo, con un puerto de auriculares que extrae sonido de calidad y con una conexión Bluetooth que lo hace todo más fácil. Contamos además con ecualizador para personalizar la experiencia en cierta medida, y con los auriculares conectados podemos activar el sonido Dolby Atmos del teléfono.
Más potencia y rendimiento del esperado
No tiene este Samsung Galaxy M51 el procesador de gama media más potente del momento pero su rendimiendo ha sido bastante satisfactorio durante nuestras pruebas. Hablamos de un Snapdragon 730G, con la etiqueta 'gaming' colgando de la chaqueta y apoyado sobre 6GB de RAM y 128GB de espacio interno. Sin duda, un acierto que Samsung haya apostado por Qualcomm en lugar de por sus Exynos de gama media, el teléfono (y también nosotros) ha salido ganando.
Durante el día a día, el uso del Samsung Galaxy M51 es bastante fluido. No hemos tenido atascos ni caídas de fotogramas durante el manejo de la interfaz, y la multitarea se porta de una forma bastante competente con los clásicos retrasos al recuperar apps o juegos muy pesados. Las apps más habituales como mensajerías, redes sociales, navegación y demás corren de forma muy fluida, sin dar la sensación de que estamos ante un teléfono en la franja media, quizá media-baja, de rendimiento del mercado.
Acudir a títulos más pesados tampoco es un problema, pues una vez salvamos el tiempo algo más lento de carga la fluidez se mantiene. Probablemente Game Launcher, el software para potenciar juegos de Samsung, tenga mucho que ver en esto último. A cambio de un poco más de gasto en batería, el teléfono se pone a punto para rendir como el que más y este Galaxy M51 ha sido capaz de ejecutar, sin toser, juegos realmente exigentes en resolución FullHD como Genshin Impact, Asphalt o Clash Royale. Pero como veremos ahora, la autonomía no es un problema.
Os dejamos con las pruebas de rendimiento del Samsung Galaxy M51:
Como hemos dicho, la autonomía no es un problema con un teléfono que maneja una pila interna de 7.000 mAh que nos ha ofrecido, en diversas pruebas, usos de pantalla superiores a las 9 y 10 horas con tres jornadas de uso. Una autonomía sobresaliente que además se conjuga con una carga rápida de 25W que permite cargar el teléfono de 0 a 100 en sólo dos horas. Para redondear la experiencia habríamos pedido carga inalámbrica, pero no abunda en estas gamas de precio. Una batería, como decimos, sobresaliente.
Mención especial a una capa propietaria, One UI, que cada vez más ligera y resulta menos costosa para los terminales en materia de recursos. El Samsung Galaxy M51 corre su versión 2.1 sobre Android 10 y resulta bastante limpia (si obvias el paquete de software que Microsoft preinstala sí o sí, naturalmente). Samsung ha ido mejorando su software año tras año y este One UI 2.1 está ya muy lejos del Touchwiz que tan mala, y merecida, fama había ganado eon el tiempo. Además, añade funciones extra como multitud de gestos y configuraciones que mejoran el teléfono frente a la versión de stock de Android.
Cerramos ya el apartado de rendimiento hablando del lector de huellas lateral de este Samsung Galaxy M51. Situado sobre el botón de encendido del teléfono, el lector no nos ha dado un solo error de reconocimiento incluso con los dedos ligeramente húmedos, y el desbloqueo se produce rápido. Eso sí, si queréis mejorar la eficiencia es conveniente desactivar el protector de toques accidentales de los botones, pues One UI 2.1 considera a veces que un desbloqueo voluntario puede haber sido lo contrario, y nos obliga a confirmar el desbloqueo tocando la pantalla.
Cámaras competentes con un macro que no merece la pena
Aterrizamos finalmente en el apartado fotográfico y aquí es donde toca fijarse en qué equipamiento tiene el Samsung Galaxy M51 montado. Por ejemplo, a la espalda encontramos cuatro sensores. 64 megapíxeles con lente f/1.8 para el primero, 12 megapíxeles con lente f/2.2 super gran angular para el segundo, 5 megapíxeles con lente f/2.4 con enfoque macro para el tercero y 5 megapíxeles con lente f/2.4 para lecturas de profundidad. Pero arranquemos desde el principio, la app.
La aplicación de cámara incrustada en One UI 2.1 es la habitual a la que nos tiene acostumbrados la marca surcoreana. Una app intuitiva, sencilla y con accesos directos a las principales funciones y modos de disparo. Inicialmente, tenemos tres: Enfoque Dinámico (el que todos conocemos como modo Retrato o modo de desenfoque selectivo), Foto (automático) y Vídeo, pero en la pestaña Más, además de Bixby Vision y AR Emoji, encontramos más modos de disparos que podemos añadir al carrusel inferior, como el modo Macro. El cambio a la lente super gran angular está permanentemente flotando en pantalla, por lo que la experiencia es bastante buena.
Llegamos a las cámaras y toca analizar el comportamiento con luz. Buena velocidad de enfoque y de disparo, con buen tratamiento de los bordes de los objetos y una saturación algo elevada pero sin llegar a molestar, muy propio de la fotografía general de Samsung. Echamos en falta quizá un manejo algo mejor del rango dinámico para las fotografías que comparten luces y sombras, pero lo cierto es que la cámara principal se porta bastante bien con luz. El reconocimiento de escenas por IA es correcto y obtenemos fotografías de calidad en casi todas las situaciones.
Estamos en un teléfono de gama media por lo que no extraña que la fotografía empeore conforme se ausenta la luz, y el ruido no tarda en manifestarse, quizá algo más pronto que en otros teléfonos de su rango de precio. El enfoque se mantiene a buena velocidad, eso sí, aunque el disparo se ralentiza y más fácil capturar escenas movidas o trepidadas. El Galaxy M51 se porta bien con las fuentes de luz y apenas tenemos flares o destellos.
Como decíamos, tenemos una cámara para fotografía super gran angular y el resultado está al nivel del que obtenemos con la cámara principal del teléfono. Buen color, un efecto muy suave en los bordes que permite saber que la cámara es diferente sin llegar a molestar, y aquí sí encontramos una mejor gestión de las zonas de sombra. El disparo aquí sigue siendo rápido y el cambio, que se hace desde la app, es bastante veloz.
El Galaxy M51 cuenta con una cámara de 5 megapíxeles dedicada exclusivamente a la fotografía macro y que hay que activar de forma expresa. Su resultado, sin embargo, deja que desear. El enfoque es errático y cuesta saber si vamos a obtener la fotografía desenfocada o no, además de aplicar algoritmos de procesamiento que generan bastante ruido. Tratándose de una cámara tan específica es posible que no la usemos tanto como las demás, pero su funcionamiento podría, y debería, haber sido mejor.
Por último, antes de los selfies, tenemos el modo de desenfoque dinámico, el que Samsung llama 'Enfoque dinámico' y aquí el fabricante coreano saca todo su potencia. Con el paso del tiempo, Samsung ha ido mejorando el procesado de estas fotografías y ya maneja como nadie los diferentes planos de una escena, sin aberraciones en colores ni formas, ni objetos desenfocados artificialmente cuando no tocaba. Un gran trabajo de software en este punto, aunque sin luz resulta más complicado sacarle partido.
Y como decíamos, los selfies. Con un modo de desenfoque dinámico completamente por software al contar con una única cámara de, eso sí, 32 megapíxeles con lente f/2.2. Aquí tenemos buenos colores, bordes y una velocidad de enfoque y disparo rápida. Tenemos efectos a añadir desde la propia app y la cámara se porta bastante bien incluso cuando no hay demasiada luz, aunque en este último punto tiende a subir demasiado la exposición, echando mano de la IA que aporta Bixby.
Samsung Galaxy M51, la opinión de Xataka Móvil
Es complicado encontrar teléfonos en el sector medio-bajo de precio que posean tantas fortalezas y pocas debilidades como este Samsung Galaxy M51. Con él obtenemos una pantalla de calidad sin ser la mejor del mercado, un rendimiento acorde a su cerebro aunque bastante bien gestionado (y apoyado por una capa cada vez más pulida) y un equipo de cámaras que, con sus pequeños grises, permite disfrutar fotografiando.
No cabe duda, sin embargo, que su gran atractivo reside en una pila interna que no sólo es inmensa sino que además está muy bien tratada. Incluso con este volumen de miliamperios, no es fácil obtener el número de horas de uso que Samsung arranca a su Galaxy M51, y eso que carga con una pantalla FullHD+ que debería, en teoría, recortar horas de teléfono encendido.
En general, Samsung va volviéndose más y más competitivo en las franjas más reducidas de precio del mercado y eso es algo siempre de agradecer. Sabiendo que la marca goza de mucho aprecio y que su fuerza de marketing es poderosa, este Galaxy M51 puede alzarse como uno de los modelos más vendidos del catálogo de su fabricante a poco que su precio entre en el juego del mercado. Y puede que no tarde mucho en hacerlo.
8.1
A favor
- Una batería supervitaminada y mineralizada.
- El super gran angular es muy divertido.
- One UI cada vez va mejor, incluso en móviles menos potentes.
En contra
- El sonido necesita más graves.
- La lente macro es bastante mejorable.
- Un diseño menos genérico ayudaría a mejorar la imagen.
Samsung Galaxy M51 Smartphone de 6.7" FHD+ | Móvil Libre | Batería 7000 mAh y Carga rápida - Color Negro [Versión española] [Exclusivo Amazon]
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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