Sony Xperia X Compact, análisis: el formato compacto vuelve con fuerza

Que las pantallas grandes se han adueñado del panorama móvil no es ninguna novedad, como tampoco lo es que, un año más, Sony quiere volver a ser la esperanza para esos que quieren un móvil avanzado pero no se terminan de adaptar a los móviles de pantalla grande que plagan el escaparate móvil.

Sony va a contracorriente, mientras la mayoría de marcas lanza versiones 'Plus' de sus móviles más destacados, la marca japonesa sigue empeñada en ofrecer sus variantes 'Compact', modelos que replican las especificaciones del 'flagship' de turno -que en este caso es el Sony Xperia X, por lo que de 'flagship' no tiene tanto-, pero con una pantalla más ajustada. El último pequeñín de los japoneses ha pasado por nuestras manos, te contamos todo sobre el Sony Xperia X Compact.

Análisis en vídeo

Sony Xperia X Compact, especificaciones técnicas

2016 ha sido un año de cambios para la línea de smartphones de Sony, empezando por el abandono de la serie Z y el estreno de la serie X para la gama alta de la marca, una gama alta que sin embargo nos supo a poco. El Mobile World Congress fue el escenario donde conocimos los nuevos Xperia X y Xperia X Performance, un dúo de terminales con bastantes puntos con común pero con diferencias notables en el rendimiento.

Más tarde, durante la feria IFA 2016, Sony anunciaba el Xperia XZ, un modelo que, esta vez sí, volvía a situarse al nivel que conocíamos por la ya extinta familia Z. Sin embargo su compañero de presentación, el Xperia X Compact, no se sitúa a su mismo nivel, sino que se refleja en el Xperia X que conocimos en febrero de este año. Es por esto por lo que el X Compact parte de una base un tanto inestable y pierde ese aire de 'mini-buque-insignia' habitual de la gama para pasar a ser un 'mini-súper-gama-media'.

SONY XPERIA X COMPACT

DIMENSIONES Y PESO

129 x 65 x 9.5 mm y 135 gr

PANTALLA

IPS LCD de 4,6 pulgadas
HD 1.280 x 720 píxeles y 319 ppp
Tecnología TRILUMINOS
Motor de imagen X-Reality
Corning Gorilla Glass

PROCESADOR

Snapdragon 650 64 bits
Hexa-core: 4x Cortex A53 a 2 GHz + 2x Cortex A72 a 1.8 GHz
GPU Adreno 510

RAM

3 GB

MEMORIA

32 GB + MicroSD 256 GB

SOFTWARE

Android 6.0.1 Marshmallow

CÁMARAS

Trasera: 23 MP, sensor Exmor R 1/2.3", enfoque por detección de fase, flash LED, ISO 12800, lente G f/2.0 - 24 mm, motor BIONZ, SteadyShot (EIS), vídeos FullHD
Frontal: 5 MP, Exmor R de 1/5", ISO 3200, lente f/2.4

CONECTIVIDAD

LTE, Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac, WiFi Direct, DLNA, NFC, Bluetooth 4.2, a-GPS/Glonass, minijack, USB-C

FUNCIONES ADICIONALES

Radio FM con RDS, sensor de huellas lateral, sonido de alta resolución, Clear Audio+, S-Force Front Surround, PS4 Remote Play

BATERÍA

2.700 mAh
Carga rápida
Qnovo Adaptive Charging
Modo STAMINA

PRECIO

449 euros

El nuevo smartphone compacto de Sony conserva los puntos clave que conocimos con el Xperia X original, como la cámara principal de 23 megapíxeles con enfoque por detección de fase o el procesador Snapdragon 650, un seis núcleos que se inscribe en la gama media.

También cuenta con el sensor de huellas colocado en el botón lateral y la tecnología Triluminos con motor X-Reality para su pantalla, la diferencia es que, además de medir 4,6 pulgadas, la resolución baja a HD (1.280 x 720 píxeles). Es una concesión habitual en la serie Compact de Sony, sin embargo no lo es tanto la pérdida de resistencia al agua que sí encontrábamos en anteriores modelos.

Otras diferencias con el Xperia X al que quiere imitar residen en la cámara delantera, que en este caso se queda en 5 megapíxeles, y en la batería, que sorprendentemente es más amplia (2.700 mAh), claro que a cambio también gana en grosor. Hablando de batería, este modelo se beneficia del nuevo estándar USB-C y la carga rápida.

Diseño: compacto, grueso y sin resistencia al agua

Uno de los primeros adjetivos que me vienen a la cabeza para describir los diseños de Sony es conservador. La compañía nos sorprendió con el diseño Omnibalance de su línea Xperia allá por 2013 con el Xperia Z y desde entonces ha habido cambios, pero han sido a nivel de materiales y algunos ligeros retoques con la intención de perfeccionar, pero no de revolucionar. La esencia se sigue manteniendo.

Es un punto delicado ya que por un lado está la necesidad de crear una identidad de marca, un aspecto importante que ayuda a que los productos sean fácilmente reconocibles, y por otro la necesidad de cambio. En el equilibrio está la clave, y Sony tiende más al conservadurismo -quizá demasiado-.

Acertar con el diseño no es fácil. Por un lado está la necesidad de crear una identidad de marca y por otro la necesidad de cambio o renovación. En el equilibrio está la clave, y Sony tiende más al conservadurismo

En este caso tenemos una apariencia bastante aséptica en la que cuesta encontrar aspectos destacables, tanto para bien como para mal, y para un móvil que cuesta 450 euros es un punto, no voy a decir imperdonable, pero sí bastante mejorable.

Para empezar, no hay ni rastro de elementos metálicos o cristal (salvo en la parte frontal) como sí encontrábamos en modelos anteriores. Aquí Sony nos propone un chasis realizado en plástico que ha recibido un tratamiento cerámico que le da un acabado brillante que asumimos que aumenta la resistencia (además de ser un imán para las huellas). Pero precisamente si profundizamos en la resistencia es donde aparece una de las principales carencias de este modelo, y es que no es resistente al agua.

Del Sony Xperia X hereda la desaparición de la resistencia al agua, una propiedad que era una seña de identidad para Sony, también en su serie Compact

Ya hemos dicho que este modelo se refleja en el Xperia X, y de él también hereda el abandono de una propiedad que un día fue seña de identidad para Sony. El certificado IP desaparece de este modelo. Ni resistencia a salpicaduras ni a polvo, nada en absoluto, así que mucho cuidado con acercarlo a cualquier tipo de líquido.

Volviendo a los materiales, hay que recalcar que la ausencia de metal o cristal no es un problema en sí mismo, lo que no le favorece demasiado es la homogeneidad. Sony ha dado el mismo acabado tanto a la parte trasera como a los laterales, haciendo que toda la superficie del teléfono tenga la misma apariencia a pesar de que, como vemos por esa junta tan marcada y poco favorecedora, son dos piezas diferentes. Sólo en las caras superior e inferior hay un cambio en el acabado semi-reflectante que nos recuerda más a la trasera cubierta de cristal del Z5 Compact aunque, de nuevo, es plástico.

Materiales al margen, las formas del último Compact de Sony están muy suavizadas y, aunque mantiene la forma rectangular conocida por los diseños de la marca, hay una tendencia al redondeo de sus aristas, sobre todo en los laterales y menos arriba y abajo, que potencia esa homogeneidad de la que hablábamos, al tiempo que mejora el agarre.

El Xperia X Compact mantiene la forma rectangular conocida por los diseños de la marca, pero hay una tendencia al redondeo de sus aristas que potencia el efecto de homogeneidad y de paso mejora el agarre

El color también juega un importante papel, y es cierto que la tonalidad del modelo analizado no le hace demasiados favores. El Xperia X Compact está disponible en blanco, negro y un tono azul muy claro que es el que protagoniza la prueba. Uno de los problemas de los colores claros es que hace destacar el marco frontal, y cuando el terminal tiene un perfil tan pronunciado como es el caso, todavía lo potencia más.

Además, si nos vamos a la parte trasera, el módulo de enfoque y flash destaca excesivamente sobre el fondo claro y da la sensación de que se podría haber disimulado un poco más. En el modelo negro, en cambio, estos detalles quedan más integrados y el marco frontal se "disimula" un poco.

Ver galería completa » Diseño Sony Xperia X Compact (21 fotos)

En lo que Sony no defrauda es en lo de "Compact". El terminal tiene un tamaño muy ajustado que no es nada habitual en un escaparate en el que, encontrar móviles con paneles de menos de 5 pulgadas es la excepción, y menos que tengan una hoja técnica más avanzada como es el caso.

El Sony Xperia X Compact se siente muy ligero en la mano y sus formas redondeadas resultan cómodas, evitando las aristas que al final acaban por clavarse en la mano cuando lo sujetamos un tiempo. Aunque eso sí, no es un móvil precisamente delgado como ya es habitual en modelos de la gama, pero se le perdona porque su tamaño lo compensa y de paso ofrece espacio adicional para una batería más amplia.

Si hacemos un repaso de su anatomía, en la esquina superior izquierda se ha colocado el minijack de auriculares, mientras que el conector USB-C se ha situado en la parte inferior, centrado. Estas son las dos únicas conexiones abiertas del terminal a excepción de la ranura SIM que se ha colocado en el perfil izquierdo y cuenta con un sistema que nos permite abrir la tapa manualmente con ayuda de la uña, sin necesidad de usar el clásico pincho que siempre acabamos perdiendo. La pega es que cada vez que sacamos la bandeja el móvil se reinicia.

En cuanto a los botones físicos, Sony ha decidido agruparlos todos en la mitad inferior del lateral derecho. En primer lugar tenemos un botón de encendido que, una vez más viene con sensor de huellas integrado. La colocación de esta tecla es acertada y resulta cómoda a la hora de desbloquear el móvil tanto con el pulgar como con los dedos índice o corazón, dependiendo de la mano con la que estemos sujetando el móvil. Lo malo es que no resulta nada cómodo cuando el móvil está sobre la mesa, que es gran parte del tiempo.

El sensor de huellas es rápido y su colocación en el lateral resulta cómoda cuando sujetamos el móvil en la mano, pero no tanto cuando está sobre una mesa

Bajo el botón de encendido está el control de volumen y en este caso no resulta tan cómodo de pulsar porque se ha colocado demasiado bajo. Hubiera sido más lógico colocarlo en la parte superior o incluso en el lateral opuesto, además el botón es bastante corto para lo que estamos acostumbrados y es fácil pulsar la parte equivocada. Por último está el botón de la cámara que, esta vez sí, resulta bastante práctico a la hora de abrir la cámara rápidamente y disparar.

Pantalla: cuando la funcionalidad está por encima de la experiencia visual

Decíamos al principio que Sony va a contracorriente, y es que mientras la competencia tiende a agrandar los paneles (incluso en las gamas media y de entrada), el X Compact nos trae una combinación muy poco habitual que lo hace único en su especie: una pantalla de 4,6 pulgadas en un móvil de especificaciones más completas.

Sony vuelve a repetir con la tecnología IPS, habitual de la línea Xperia, y las mejoras de imagen ya conocidas por todos: Triluminos y el motor X-Reality. La segunda se puede configurar desde el menú Ajustes en los modo estándar o "súper vívido", que potencia los colores y nos recuerda a algunos paneles AMOLED, aunque a pesar de ello no consigue emular el contraste de este tipo de paneles. Con todo, el X Compact tiene un nivel de brillo bastante elevado y ofrece un buen rendimiento en exteriores, incluso a pleno sol. Además, el control del brillo automático es rápido y acertado.

Dentro de las opciones del menú Ajustes, Sony también nos ofrece la posibilidad de ajustar el balance de blancos, activar la retroiluminación inteligente para que el panel se mantenga encendido mientras lo miramos, activar el modo guantes y el doble tap para despertar.

Aunque sea un panel HD, en la práctica la nitidez no defrauda y alcanza un nivel más que aceptable que en ningún momento nos deja ver la matriz de píxeles, cortesía de un tamaño ajustado

En cuanto a las características concretas del panel, como decíamos mide 4,6 pulgadas en diagonal y en resolución se sitúa al mismo nivel que sus predecesores, es decir, HD 1.280 x 720 píxeles. Esto da como resultado una densidad de 319 puntos por pulgada que se queda bastante atrás si la comparamos con las cifras habituales en la gama alta, que a menudo superan los 400 puntos. En la práctica, la nitidez no defrauda y alcanza un nivel más que aceptable que en ningún momento nos deja ver la matriz de píxeles, cortesía de un tamaño tan ajustado.

Y vamos por fin con el tamaño, el detalle con el que el Sony Xperia X Compact quiere destacar entre la enorme oferta de smartphones. Lo cierto es que destacar, destaca, incluso llega a chocar si, como yo, venís de un phablet de 5,5 pulgadas. El pequeñín de la marca japonesa se queda minúsculo en la mano y me ha costado unos días cogerle el punto a este nuevo formato.

No hay duda de que un tamaño reducido tiene muchas ventajas de cara a la manejabilidad y el transporte. Ya casi no me acordaba de lo que era guardar el móvil en un bolsillo de camisa o poder moverme por la interfaz sin tener que estirar el pulgar para alcanzar los iconos que están más arriba de la pantalla. Pero tampoco se puede ignorar que lo que ganamos en comodidad, lo perdemos en experiencia visual.

El Xperia X Compact nos deja ver vídeos, editar fotos, teclear y, en definitiva, lo mismo que hacemos con un móvil más grande, pero se echa de menos algo más de amplitud y espectacularidad en este tipo de tareas

El Xperia X Compact nos deja ver vídeos, editar fotos, teclear y, en definitiva, lo mismo que hacemos con un móvil más grande, pero se echa de menos algo más de amplitud y espectacularidad. Personalmente, 4,6 pulgadas me parece un tamaño demasiado ajustado y considero que hay mucho margen mejora, sobre todo porque los marcos que rodean el panel no son precisamente discretos.

Sony podría haber apostado por una diagonal de 5 pulgadas y ajustar mucho más el panel a los bordes como por ejemplo hicieron con el Sony Xperia XA, un terminal cuyos marcos laterales son apenas inexistentes y mide tan sólo 1,8 milímetros más de anchura. Porque, no nos engañemos, lo que dificulta el manejo en los móviles de paneles más grandes no es tanto la altura, sino su anchura.

Bajo estas líneas adjuntamos una tabla comparando el ratio cuerpo/pantalla del Sony Xperia X Compact con otros modelos que, con una pantalla un poco más amplia, ofrecen un equilibrio razonable entre cuerpo y pantalla.

SONY XPERIA X COMPACT

SONY XPERIA XA

ZTE BLADE S7

XIAOMI REDMI 3S

PANTALLA

4.6 pulgadas
HD 1.280 x 720 píxeles
319 ppp

5 pulgadas
HD 1.280 x 720 píxeles
294 ppp

5 pulgadas
FullHD 1.920 x 1.080 píxeles
441 ppp

5 pulgadas
HD 1.280 x 720 píxeles
294 ppp

DIMENSIONES

129 x 65 x 9.5 mm

143.6 x 66.8 x 7.9 mm

142 x 67 x 7.2 mm

139.3 x 69.6 x 8.5 mm

RATIO CUERPO/PANTALLA

69.6%

71.08%

72.4%

71.1%

Como vemos, donde más diferencias hay es en altura, con un X Compact que se queda en 129 milímetros mientras el resto rondan los 140 milímetros, pero insistimos en que la altura, siempre que no se dispare, no es un impedimento a la hora de manejar el móvil con una mano o guardarlo en un bolsillo.

En este sentido, la característica que hace al X Compact un teléfono diferente es a su vez un impedimento. No hay que perder de vista que hay usuarios que prefieren un móvil más compacto, pero este modelo quiere ser la única opción en este segmento y se olvida de que hay otros aspectos importantes para justificar su compra sobre una enorme oferta de productos que, aunque un poco más grandes, nos ofrecen otras ventajas como por ejemplo precios más ajustados.

La potencia también cabe en un frasco pequeño

Igual que su hermano mayor, el Sony Xperia X Compact también monta un chip Snapdragon 650. Se trata de un ocho núcleos con soporte para 64 bits que en este caso se ha apoyado con 3 GB de memoria RAM, sin duda una configuración que no encontramos en otros móviles con pantallas tan compactas y que hace del X Compact casi una rareza.

El terminal transmite sensación de ligereza, no sólo en la mano, sino también en el manejo, con una respuesta rápida y fluida que emula la de un gama alta. Y eso precisamente es lo que quiere Sony

Aunque no monta del chip Qualcomm de gama alta del momento como sí hicieron sus predecesores, el Snapdragon 650 se desenvuelve a las mil maravillas en el uso diario. El terminal transmite sensación de ligereza, no sólo en la mano, sino también en el manejo, con una respuesta rápida y fluida que emula la de un gama alta.

Los benchmarks, como siempre, arrojan datos más pesimistas al compararlo con los modelos más potentes del panorama, pero una vez más insistimos en que la combinación de hardware cumple con nota en los escenarios de uso habituales y los 3 GB de RAM son más que suficientes para una multitarea fluida.

El terminal también sale airoso en pruebas más exigentes como algunos juegos de gran carga gráfica o al reproducir vídeos en alta definición. El problema en este caso vuelve a ser la pantalla, y es que, si lo que buscas es experiencia multimedia, este no es tu móvil.

Ver galería completa » Benchmarks Sony Xperia X Compact (10 fotos)

SONY XPERIA X COMPACT

ANTUTU

76.281

PCMARK

Work performance 2.0: 4.774
Computer Vision: 2.597
Storage: 2.918

3DMARK

Ice Storm Unlimited: 19.265

GEEKBENCH 4

Single-core: 1.394
Multi-core: 3.352

Autonomía: el grosor tiene sus ventajas

Decíamos al principio que el Sony Xperia X Compact es muy pequeño, al menos en comparación con los estándares actuales, pero además de compacto, tampoco sigue la tendencia del adelgazamiento extremo y se planta con un chasis de 9.5 milímetros de grosor, que no está nada mal.

Este grosor contribuye a que el agarre sea más cómodo al tratarse de un equipo tan pequeño, pero además le permite instalar una batería relativamente amplia para su tamaño: 2.700 mAh -más incluso que la del Xperia X.

En la práctica, la batería nos ofrece una autonomía ligeramente por encima de lo habitual, llegando a alcanzar los dos días completos de uso si no le damos mucha caña y principalmente hacemos uso de redes WiFi, aunque lo normal es que toque pasar por el enchufe cada día y medio.

Una de las novedades de este modelo con respecto a los anteriores es la presencia de un puerto USB-C que le beneficia de cara a una carga más rápida, algo que notamos ya en la primera ocasión, aunque todavía está lejos de alcanzar a la competencia en este apartado.

Por último, como decíamos Sony aporta funciones de software centradas en el ahorro de batería con los modos Stamina y Ultra Stamina, dos opciones que si bien consiguen estirar la carga de forma notable, también restringen muchas funciones por lo que es mejor configurarlos para que se activen automáticamente cuando queda poca carga, sobre todo en el caso de Ultra Stamina.

Software de vocación multimedia

En el apartado del software, Sony sigue sin salirse del camino marcado por anteriores generaciones y nos traen la habitual Xperia UI, que aporta una personalización bastante evidente, aunque en general respeta la estructura de Android. En la misma propuesta conviven elementos como el menú de Ajustes rápidos que no se ha modificado en absoluto con un menú Ajustes que añade iconos propios y tiene un aire diferente.

Hablando de personalización, Sony también incluye una entrada en el menú con la que añadir distintos temas para modificar la apariencia del sistema. Por defecto vienen varios que modifican los colores, pero también hay acceso a la tienda donde descargar otras propuestas diferentes.

Ver galería completa » Software Sony Xperia X Compact (13 fotos)

En cuanto a las apps incluidas de serie, la compañía sigue apostando por su ecosistema de servicios que incluye herramientas como el creador de adhesivos, el editor de vídeo movie Creator y las apps de cabecera para el álbum de fotos y vídeos y el reproductor musical, siempre sin perder de vista la compatibilidad con PlayStation. Tampoco podía faltar los ya mencionados modos de ahorro de batería Stamina y Ultra Stamina.

Sony sigue sin dar en el clavo con la cámara

Pese a tratarse del principal proveedor de sensores fotográficos del mercado móvil, Sony sigue sin dar en el clavo con sus cámaras y la del Sony Xperia X Compact es otra prueba de ello. Igual que su hermano mayor, este modelo monta un sensor Exmor RS de 1/2.3 pulgadas y 23 megapíxeles de resolución, montado bajo una lente G con apertura f/2.0 y acompañado por un procesador de imagen BIONZ. El sensor permite alcanzar 12.800 ISO, cuenta con enfoque por detección de fase y estabilizador electrónico SteadyShot, pensado sobre todo para vídeo.

Sobre el papel estamos ante una propuesta muy sólida tanto en resolución como en apertura o sistema de enfoque. Sin embargo en la práctica nos quedamos con la sensación de que se podrían haber exprimido mucho más las capacidades de ese hardware, sobre todo cuando se trata de escenas con poca luz.

La cámara cumple con nota cuando las condiciones son óptimas. Consigue un gran nivel de detalle, buena reproducción del color y un rango dinámico aceptable. Es la falta de luz lo que no le sienta del todo bien

La cámara del Sony Xperia X Compact cumple con nota cuando estamos en las condiciones óptimas, que preferiblemente son en exteriores en día soleado. Sobre estas líneas podemos ver una toma acompañada de un plano de detalle ampliado al 100% en el que se puede apreciar un gran nivel de detalle, una buena reproducción del color y un rango dinámico aceptable siempre que no forcemos con iluminaciones muy marcadas o contraluces.

Si eliges escenarios bien iluminados, no tendrás problemas a la hora de conseguir buenas tomas, que además tienen un tamaño considerable y nos dejan acercarnos hasta encuadrar pequeños detalles sin perder calidad como se puede ver en los ejemplos.

También hay que destacar el papel del enfoque, tanto en escenas estáticas como cuando se trata de capturar objetos en movimiento. El sistema es rápido y consigue detectar los movimientos de forma casi instantánea, aunque de nuevo la luz juega un papel crucial si queremos evitar que la foto nos salga movida. Aquí viene muy bien el hecho de contar con el botón disparador en el lateral de la cámara, lo que permite un agarre más natural y además actúa como acceso directo cuando el terminal está bloqueado.

Sin embargo, cuando nos enfrentamos a una iluminación más compleja la cosa cambia. Como decíamos, los contraluces o contrastes muy marcados no le sientan tan bien y, cuando ampliamos, nos encontramos con colores empastados que en algunos casos reverberan y terminan por contaminar los más próximos.

Pero lo que de verdad le sienta mal a la cámara del Xperia X Compact es la escasez de luz, ahí es donde la apuesta de Sony pone de manifiesto sus debilidades y demuestra estar todavía rezagada en términos de procesado.

Evidentemente no le podemos pedir milagros cuando la escena es muy oscura, pero no hace falta que sea noche cerrada para que aparezca el molesto ruido y el detalle empiece a perderse, un fallo imperdonable para una compañía que como decíamos se dedica a proveer los sensores de la mayoría de móviles con cámaras más completas del mercado.

Disparando en interior con luz artificial podemos conseguir fotos correctas, que no sorprendentes. La vista general no muestra grandes fallos pero, de nuevo, en cuanto ampliamos vemos que el procesado sigue sin convencer. Sin embargo, aquí los 23 megapíxeles ayudan a disimular esos fallos si trabajamos en formatos normales, sin llegar a ampliar demasiado.

No tenemos esta ventaja en la cámara delantera, que con su sensor Exmor R de 5 megapíxeles no permite ampliar tanto, pero teniendo en cuenta que su función es la de sacarnos selfies, ofrece resultados correctos y trae el ya onmipresente modo belleza -aunque Sony lo llama Efecto piel suave-.

Con respecto a la app de la cámara también hay mucho espacio para mejoras. Sony sigue insistiendo con su modo Automático Superior que viene bien en la mayoría de situaciones, pero no siempre acierta. La app nos ofrece también el modo manual en el que podemos seleccionar una de las múltiples escenas disponibles o ajustar parámetros como ISO o exposición de forma manual. La pega es que resulta muy poco intuitivo navegar entre las opciones disponibles, tanto aquí como en el menú Ajustes que por cierto está repleto de opciones que pueden venir muy bien para obtener resultados concretos.

En cuanto a los vídeos, destacamos especialmente la labor del estabilizador SteadyShot que, aunque electrónico, consigue suavizar de forma notable los movimientos de la cámara, incluso si vamos andando mientras grabamos. Sony mantiene esta única opción de cara a la estabilización, pero no le vendría nada mal si, como otros fabricantes, lo completara con un estabilizador óptico, sobre todo de cara a mejorar las imágenes en condiciones de poca luz.

Ver galería completa » Sony Xperia X Compact, pruebas cámara (35 fotos)

El sonido también importa

Volviendo con el tema del marco que rodea la pantalla, uno de los motivos por los que los perfiles superior e inferior son más amplios es que en ellos se han colocado los altavoces frontales. Aunque esta disposición condiciona en cierto modo el diseño, resulta más acertada desde el punto de vista del audio, y es que al estar colocados en el frontal, el sonido nos llega mejor y no se pierde como cuando se coloca en los laterales o en la parte trasera.

La calidad de sonido de los altavoces es relativamente buena y como decíamos, la disposición tiene mucho que ver. Sin embargo, no es la mejor forma de escuchar música y en general las frecuencias altas chirrían un poco, aunque no tanto como sucede en otros equipos con un único altavoz. Si lo que quieres es escuchar música con buena calidad no queda otra que conectar unos auriculares, preferiblemente si no son los de la caja. Además de por su calidad, porque no son demasiado cómodos.

Sony sigue cuidando el apartado del sonido con muchas funciones de software y altavoces frontales, aunque para obtener una buena calidad es necesario recurrir a unos auriculares

Pero lo que más destaca en este Sony es que la marca nos ofrece un juego de herramientas de mejora de sonido bastante completo, algunas de ellas exclusivas para el uso de auriculares como DSEE HX, que crea un efecto de sonido de alta resolución bastante bien conseguido. En el caso del filtro ClearAudio+, su efecto se nota más al usar el altavoz y consigue ajustar los agudos bastante bien.

Dentro del menú de ajustes de sonido también encontramos el normalizador dinámico para igualar el volumen y el ecualizador manual, que sólo está disponible si se desactiva la opción ClearAudio+.

Sony Xperia X Compact: la opinión de Xataka Móvil

Sony vuelve a apostar por la fórmula de lo compacto, y lo hace basándose en el modelo con el que iniciaron la nueva, inesperada y difícil de clasificar serie X. Como decíamos al principio, el Sony Xperia X Compact parte de una base un tanto inestable, y es que pese a haber sido anunciado junto al Xperia XZ, el buque insignia de Sony, se empareja con en el Xperia X, un modelo que se mueve entre dos aguas y, ni llega a ser un gama media, ni tampoco llega a ser un gama alta.

Esto provoca que el terminal pierda una de las características que ya eran inherentes de smartphones Sony: la resistencia al agua. De todos los modelos Compact, este es el único que no viene con ningún tipo de certificado IP, ni tan siquiera para soportar salpicaduras, por lo que supone un paso atrás.

Tampoco nos ofrece la construcción "premium" del Xperia X en la que el metal es el protagonista, sino que apuesta por un chasis de plástico con acabado cerámico que tampoco va en la línea de lo que conocíamos por anteriores modelos de la serie Compact. También es cierto que, de todos los modelos de la gama, este es el más económico, pero no es una diferencia lo suficientemente amplia como para justificar sus carencias.

Su tamaño sigue siendo la principal baza, pero también es un arma de doble filo. El nuevo Xperia X Compact de Sony sigue jugando con la idea de que hoy en día es muy complicado encontrar un gama alta que baje de las 5 pulgadas de pantalla, y razón no le falta, pero tampoco es menos cierto que el argumento pierde peso con esta generación.

A pesar de todo, el Sony Xperia X Compact sigue siendo el smartphone a tener en cuenta para los que buscan un terminal por debajo de las cinco pulgadas sin renunciar a prestaciones de cierto nivel

Lo que hacía de la serie Compact una opción interesante no era sólo su tamaño. También atraía por sus características técnicas calcadas directamente de una gama alta más ambiciosa, incluyendo chips de última generación y la resistencia al agua marca de la casa. Sin todo eso, el Xperia X Compact pierde fuerza en una gama media-alta en la que hay opciones, quizás no tan compactas, pero sí más competitivas.

Con todo, el Sony Xperia X Compact sigue siendo el smartphone a tener en cuenta si lo que buscas es un terminal por debajo de las cinco pulgadas que te permita un manejo y transporte más cómodos, siempre sin renunciar a prestaciones de cierto nivel. Su pantalla ofrece imágenes de calidad, es potente y su cámara, aunque podría mejorarse, es mucho más completa que las que encontramos en terminales con su misma diagonal. En definitiva, el hermano pequeño de la serie Xperia ya no convence como antes, pero sigue siendo la mejor opción de su segmento.

8.17

Diseño 8
Pantalla 8
Rendimiento 8
Cámaras 8
Software 8.25
Autonomía 8.75

A favor

  • Tamaño compacto y manejable
  • Pantalla con buen nivel de brillo
  • Rendimiento fluido
  • Buena autonomía con carga rápida y USB-C

En contra

  • La cámara todavía tiene mucho que mejorar, sobre todo en ambientes con poca luz
  • No es resistente al agua
  • La resolución de su pantalla lo aleja de la gama alta
  • Precio elevado
El teléfono ha sido cedido para las pruebas por Sony. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas

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