Xiaomi Redmi Note 9 Pro, análisis: cuando la autonomía brilla por encima de lo demás

Los rumores y filtraciones en torno al sucesor del Redmi Note 8 Pro aumentaron tanto, que todo apuntaba a que Xiaomi lanzaría pronto su nuevo teléfono de gama media. Y así fue, el día 12 de ese mismo mes, la compañía china presentó oficialmente el Redmi Note 9 Pro en su país de origen, aunque hubo que esperar a junio para que llegara al mercado internacional.

Ahora, el miembro más avanzado de la familia Redmi Note ha pasado por nuestras manos para que podamos comprobar cómo se comporta en cada uno de los apartados. Sobre el papel, repite con la cuádruple cámara trasera que vimos en su antecesor, pero eleva la capacidad de su batería, opta por una pantalla perforada y apuesta por Qualcomm en lugar de MediaTek.

Ficha técnica del Xiaomi Redmi Note 9 Pro

Buenos acabados y buena visualización

El Redmi Note 9 Pro presenta un cuerpo con cristal Corning Gorilla Glass 5 en la trasera y bordes de policarbonato que logra contener sus dimensiones, especialmente su grosor, de sólo 8,8 mm. En la mano, gracias a sus esquinas redondeadas y a una ligera curvatura posterior, se siente cómodo y menos resbaladizo de lo que cabría esperar. El tacto es agradable y el acabado espejo de nuestra unidad gris estelar le aporta un aspecto premium, aunque la presencia de huellas es inevitable.

La parte trasera es completamente lisa, salvo por la presencia del módulo cuadrado de la cámara, que está ubicado en el centro aportando simetría al conjunto. Ese módulo sobresale bastante del cuerpo, lo que provoca que se acumule algo de suciedad en sus bordes y aumenta el riesgo de que las lentes sufran algún rasguño.

En el lateral derecho, tenemos el control de volumen y el lector de huellas integrado en el botón de encendido, algo de lo que hablaremos después. El borde izquierdo queda reservado para la triple bandeja de tarjetas (dos nano SIM + una microSD), mientras que el inferior aloja la toma jack, el puerto USB-C y el altavoz.

El frontal está dominado casi en su totalidad por el panel LCD IPS de 6,67 pulgadas con una relación de aspecto de 20:9, una resolución FullHD+ de 2.400 x 1.080 píxeles y una tasa de refresco de 60 Hz. En este modelo, Xiaomi ha sustituido el notch de su antecesor por una perforación en el centro para alojar la cámara frontal que no interfiere en el uso diario, aunque es posible ocultarlo con una barra superior.

En términos generales, podemos decir que la experiencia de visualización es óptima, incluso en exteriores, gracias al brillo máximo de 450 nits. El comportamiento del brillo automático también es bastante correcto y los ajustes que trae MIUI nos permiten ajustar la temperatura de color a nuestro gusto si consideramos que viene algo fría de fábrica.

En el apartado del sonido, el altavoz del borde inferior ofrece un sonido con una calidad y volumen aceptables para un modelo de este rango de precio, aunque no destaca por sus graves. Como es habitual, no conviene subirlo al máximo para que no se torne demasiado metálico, pero sí que hemos notado que permite elevar el volumen más que muchos terminales hasta empezar a perder calidad. No trae auriculares propios, pero con los que lo hemos probado, inalámbricos y sin cable, la experiencia ha sido satisfactoria.

Una batería que destaca por encima del resto

A diferencia del Redmi Note 8 Pro, que montaba el Helio G90T de Mediatek, el cerebro de este Redmi Note 9 Pro viene firmado por Qualcomm. Concretamente, hablamos del Snapdragon 720G, un chipset con ocho núcleos se apoyan en una GPU Adreno 618 y que en este caso llega acompañado por 6 GB de RAM.

En tareas cotidianas, este terminal se comporta de forma fluida, aunque experimenta algo de lentitud al abrir aplicaciones y juegos, especialmente si éstos son exigentes y pesados. Al hacer scroll en redes sociales y en páginas web, también hemos notado algo de lag, pero sin que sea algo exagerado ni nos dificulte el día a día. En cuanto a su temperatura, no hemos apreciado que se caliente demasiado. A continuación, os dejamos los resultados de los benchmarks:

En lo que respecta al sistema operativo, el Redmi Note 9 Pro viene con MIUI 11 sobre Android 10 y el parche de seguridad de mayo. Eso se significa que, además de las apps propias de Google, cuenta con una gran cantidad de bloatware, incluyendo apps duplicadas y apps de terceros (Amazon, Facebook, Netflix, AliExpress, eBay y LinkedIN). De los 128 GB que tenía nuestra unidad, venían libres poco más de 108 GB (recordemos que existe la opción de recurrir a una tarjeta micro SD para ampliarlo).

La parte positiva es que las apps de terceros se pueden desinstalar sin problemas, y a cambio, tenemos una capa muy completa con amplias opciones de personalización y varias herramientas muy prácticas, como Game Turbo, la grabadora, Mi Remoto, Share Me, un escáner o el Limpiador. El aspecto negativo es la presencia de publicidad en los servicios propios, que en ocasiones resulta muy invasiva.

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Pasamos a los sistemas biométricos de autenticación, apartado en el que este modelo dispone de un lector de huellas lateral y reconocimiento facial. La ubicación del primero nos gusta bastante, pues resulta muy cómodo y fácil localizarlo; además, es muy efectivo y relativamente rápido. El reconocimiento facial también es veloz, pero hay que tener en cuenta que sólo funciona con la pantalla activada y experimenta serias dificultades para identificarnos cuando estamos en la oscuridad.

Si hablamos de autonomía, aquí es donde el Redmi Note 9 Pro brilla por encima de todo. Su batería de 5.020 mAh aguanta fácilmente los dos días con un uso medio y supera las 10 horas de pantalla. Con un uso intensivo, el tiempo de pantalla se reduce hasta las 6-7 horas, pero supera sin problemas el día de duración.

Es compatible con la carga rápida de 30 W, pero la unidad que hemos probado no traía el cargador de 33 W que sí viene en la caja, así que no hemos podido comprobar sus virtudes en este sentido. Con un cargador de 10 W, ha tardado unas 3 horas y media en pasar del 0 al 100% de energía.

Las cámaras cumplen sin grandes alardes

En el apartado fotográfico, el Redmi Note 9 Pro cuenta cuatro lentes a la espalda: un sensor principal de 64 MP con pixel-binning y apertura f/1.89; un ultra gran angular de 8 MP f/2.2 (119 grados), un sensor de 5 MP para fotografía macro y un sensor de 2 MP para la lectura de la profundidad. A ello hay que añadir una cámara frontal de 20 MP f/2.48, el apoyo de la inteligencia artificial y la app de cámara a la que nos tiene acostumbrados Xiaomi, intuitiva y con accesos directos a las principales funciones y modos de disparo.

Esos modos de disparo, en este caso, son: Cámara Lenta, Vídeo Corto, Vídeo, Foto, 64 MP, Retrato, Nocturno, Panorámica y Pro, este último con ajustes manuales y elección de objetivo. Los modos 64 MP, Nocturno y Pro sólo están disponibles para la cámara trasera. ¿Y el macro? Hay que buscarlo en el menú, donde también se encuentra el temporizador, algo escondidos para nuestro gusto.

En cuanto a la calidad de imagen, el Redmi Note 9 Pro cumple sin problemas en situaciones de iluminación favorable (exteriores y de día), aunque el rango dinámico es mejorable y, en algunas escenas, arroja unos colores algo planos. Nuestro consejo es mantener la inteligencia artificial activada la mayor parte del tiempo, aunque en determinadas ocasiones, puede saturar en exceso los colores.

En contraluces, el HDR realiza un buen trabajo, hasta el punto de que resulta indispensable para salvar el detalle en zonas oscuras y el color en los cielos. El modo de 64 MP sólo es recomendable si vamos a hacer una ampliación o a obtener un recorte.

Tanto en el modo Foto como en el de Vídeo, la app nos ofrece un acceso directo para cambiar de lente pulsando un botón, de manera que podemos fácilmente elegir el gran angular (0,6X) o el zoom 2X. No obstante, hemos apreciado que las tomas en gran angular, aunque logra salvar la distorsión lateral, pierde mucho detalle y rango dinámico. El modo Macro, en nuestra opinión, no aporta demasiado (quizá sea por ello por lo que Xiaomi ha decidido dejarlo más escondido).

El modo Retrato, por su parte, nos permite ajustar a nuestro gusto el desenfoque del fondo y aplicar un embellecedor, además de varios filtros. Los resultados que obtiene de día son bastante satisfactorios, con un AF rápido y efectivo que realiza un buen recorte del primer plano. Eso sí, hay que tener en cuenta que si llevamos el desenfoque al fondo, puede acabar siendo demasiado artificial.

Al caer la luz es cuando la cámara trasera del Redmi Note 9 Pro sufre de verdad. Aumenta considerablemente el nivel de ruido y se pierde gran cantidad de detalle y nitidez. Con el modo Nocturno logramos rescatar algo de detalle en las zonas oscuras, pero sigue siendo insuficiente y la imagen continúa mostrando un cierto efecto acuarela.

Hablemos ahora de la cámara frontal, una cámara que, en el modo Foto, cuenta también con la posibilidad de activar la inteligencia artificial y el HDR, además de varios efectos de belleza. De día, arroja unos buenos resultados tanto en el modo Foto como en el modo Retrato, que también nos permite ajustar el desenfoque del fondo en varios niveles (en este caso, recurre al software para ello y sobreexpone el fondo en exceso). Eso sí, ojo con pasarse con el embellecedor, que podemos acabar pareciendo una caricatura.

De noche, al igual que sucedía con la cámara trasera, los selfies pierden mucha definición y el ruido se hace evidente a simple vista. La parte positiva es que el modo retrato continúa haciendo un buen trabajo e identifica correctamente el primer plano, de modo que el fondo (prácticamente sin detalle) queda desenfocado y logra salvarse la escena.

En cuanto al vídeo, este terminal ofrece la posibilidad de grabar en 4K a 30 fps y en 1.080p a 30, 60 y 120 fps (cámara lenta). En 4K, los colores aparecen algo saturados y la estabilización es menos efectiva, pero esos dos problemas se corrigen grabando a 1.080p. Mención especial merecen la opción de grabar con el gran angular y el curioso modo Caleidoscopio.

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Redmi Note 9 Pro, la opinión de Xataka Móvil

Como sucede siempre con la familia Redmi Note, este modelo se postula a convertirse en uno de los súper ventas de Xiaomi por su buena relación calidad-precio. Y es que hablamos de un teléfono que, por menos de 300 euros, aprueba en todos los apartados, con una autonomía sobresaliente y unos acabados que le hacen pasar por un terminal de una gama superior.

Probablemente, los puntos más flojos del Redmi Note 9 Pro los tenemos en su rendimiento general y en el trabajo que realizan las cámaras por la noche, así como en un software que ralentiza un poco el sistema e incluye publicidad. No obstante, podemos concluir que se trata de un terminal equilibrado que no decepciona. Ofrece lo que se espera de él, ni más ni menos.

El problema al que se enfrenta, como es habitual en el catálogo de Xiaomi, es que la propia compañía tiene modelos muy similares en precio y características. De hecho, las diferencias con el Redmi Note 9S, que es más asequible, se reducen a la memoria RAM y a la resolución del sensor principal de la cámara trasera. Y eso puede provocar que sus potenciales usuarios se decanten por otra propuesta en lugar de este Redmi Note 9 Pro.

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Xiaomi. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.