¿Tienes un Smartphone? ¿Lo tienes liberado o le has hecho un jailbreak? ¿Influyó en tu decisión de compra el mercado de aplicaciones de cada marca? ¿Te descargas habitualmente programas de tiendas como Apple App Store, OVI Tienda o Android Market? Si has respondido a todas estas preguntas con un sí, lo sentimos, pero perteneces a una minoría. Al menos eso es lo que asegura un reciente estudio de la consultora estadounidense iGR (iGillot Research).
Según este estudio, el 58 por ciento de los compradores de un smartphone no tuvo para nada en cuenta el mercado de aplicaciones de cada marca cuando compró su terminal. El estudio, que ha analizado una muestra de 2.000 propietarios de smartphone, asegura que las aplicaciones preinstaladas (esas mismas que los de la minoría acostumbramos a desinstalar) tienen más peso en la decisión de compra que cualquier otra que se pueda descargar posteriormente.
Es más, de los 2.000 encuestados, sólo el 5 por ciento había practicado un jailbreak sobre su smartphone. Según iGR, este pequeño porcentaje corresponde a usuarios con experiencia en smartphones y ciertos conocimientos técnicos. Este dato vendría a desmentir la idea de que los jailbreak son una costumbre masiva que amenaza las tiendas de aplicaciones.
Otro dato curioso de este estudio es que los consumidores (al menos los estadounidenses) se conforman de buen grado con las aplicaciones que el smartphone lleva preinstaladas y no buscan alternativas a estos programas en tiendas de aplicaciones. De hecho sólo el 15% de los encuestados manifestó estar a disgusto con las aplicaciones preinstaladas por el fabricante o el operador en su móvil.
Las aplicaciones de serie más utilizadas son las de mapas y GPS, con un 64%, seguidas de las aplicaciones relativas a gestión de llamadas y reproducción musical.
El estudio de iGR viene a concluir, en definitiva, que los usuarios son perezosos y tienden a usar una aplicación preinstalada antes que buscar y descargarse una. Si algún responsable de un operador de telefonía se está frotando las manos en la sala, que deje de hacerlo. El estudio de iGR también asegura que el 54,6% de los encuestados no está dispuesto a usar aplicaciones preinstaladas por las que haya que pagar. Aún así, sólo seis de cada diez desinstalan las aplicaciones que no van a usar.
El mercado estadounidense tiene notables diferencias con el Europeo y cualquier estudio debe ser tomado con pinzas, sobre todo cuando no se sabe quien puede estar detrás. Con todo, el informe viene bien para recordar que no todos los usuarios son avanzados y que, de hecho, la mayoría se compra un smartphone repleto de prestaciones para acabar usándolo sólo para sacar fotos y llamar por teléfono.
Vía | Register Hardware