En cuestión de negocios nunca se tienen suficientes canales para llegar a la gente, aunque puede que esto vaya más allá y salpique a las urnas. Hace poco veíamos el ejemplo de cómo Snapchat era usado por los cirujanos plásticos para eliminar miedos (y añadir clientela), siendo un uso poco habitual y sorprendentemente efectivo, pero hay otro que resulta bastante más comprensible y que podría ser la tendencia este año al menos cuando se acerca el momento de ir a las urnas. ¿Es Snapchat la herramienta que necesitan los partidos?
Un fenómeno que lejos de ser una idea gestándose es algo que de hecho en el New York Times ya llevan tiempo llamando Snapchat election a raíz de que la plataforma contratase a Peter Hamby, un reportero de CNN especializado en política, para llevar la sección de noticias y en un uso relacionado con la sección Discover de la que hemos hablado en repetidas ocasiones. Pero, ¿qué hay por parte de los usuarios?
El gancho de lo efímero
Dicen desde la compañía que hay tras la app del fantasma que el público de entre 18 y 24 años que siguió el primer debate republicano del año (en Estados Unidos) dobló al que lo siguió por televisión. Así lo aseguran desde Snapchat de nuevo a este periódico estadounidense), así como los 100 millones de usuarios activos diarios.
Pero, ¿por qué esta app es candidata a ser la tendencia de este año y no otras? Fijándonos en Twitter, por ejemplo, pese a las mutaciones que su esencia ha ido sufriendo, su dinámica y funcionamiento permiten que aún sea una plataforma informativa aunque se trate al uso de una red social, sobre todo por cómo todo se transmite (y viraliza, según el caso) de manera inmediata. Y esto no ocurre en Snapchat.
La plataforma de mensajería efímera, entre otras cosas, no tiene un timeline heterogéneo y variable en el que entra contenido ajeno como ocurre con los retweets o lo que comparten en nuestro muro de Facebook de páginas que no seguimos, sino que sólo aparece aquello que seguimos. Pero la clave no está en la inmediatez de la opinión o en la redifusión, sino en el hecho de que se trate de contenido efímero, y esto podría ser un anzuelo más valioso de lo que parece.
Que no, que no son todos jóvenes
Aunque los representantes de la app explican que el funcionamiento de la app se estableció así porque "es lo que decenas de millones de usuarios jóvenes quieren", ya vimos que justamente este público parece inclinarse últimamente a otros servicios más centrados en la conversación como Kik. ¿Con quién funciona Snapchat y bastante bien? Con los adultos.
A este respecto, en el NYT mencionan que este sector de público ha ampliado el tiempo que dedica a servicios de internet (entre los que se encuentran redes sociales, webs y Snapchat o Periscope) con respecto a la televisión sin especificar esa proporción, aunque ya vimos al hablar de Kik que en un estudio realizado por Magid (a fecha de enero de 2015) las sesiones podían durar más de 30 minutos por servicio. Así, según Statista, a finales de 2015 así quedaba el reparto de los usuarios estadounidenses por edades: más de la mitad de ellos está por encima de los 25 años.
Es por ello que no sea de extrañar que algunos gabinetes de los partidos políticos hayan optado por esta app cuyo abanico de público en realidad es mayor de lo aparente, y que sobre todo puede amenizar algo como un discurso político en snaps cortos penetrando más en un público más joven. Es justo la dinámica opuesta a los medios tradicionales, con contenidos largos y perennes.
¿Quiénes están pasándose a Snapchat?
En realidad, más bien son pocos los que dan el paso de intentar colarse entre nuestros snaps habituales. Algo que puede ser una de las principales dificultades para añadir esta red a todo el abanico de redes que ya se contempla por obligación es el hecho de que se trate de un contenido totalmente subjetivo si se trata del snapchat de un candidato. Es decir, aquí lo de delegar la tarea a un responsable de prensa o community manager no sirve como en las otras redes si se trata, por ejemplo, de acercar un candidato a sus votantes.
Probablemente sea por ello que no veamos que todos los candidatos tengan un perfil (y el Snapchat de Donald Trump sería cuanto menos "prometedor" por precedentes). Aunque desde que en enero del pasado año el WSJ publicase que sólo 7 de los 16 candidatos tenía cuenta de Snapchat, algunos como Jeb Bush se animaron posteriormente, sobre todo después de que Chris Christie anunciase su candidatura también por Instagram y Snapchat.
En cuanto a los partidos españoles, hasta el momento es el Partido Popular de Madrid el que se abrió y mantiene el perfil, siendo la mayoría más activos por Periscope en cuanto a "nuevos canales". Veremos si a lo largo de este año más políticos contemplan esta plataforma para sus campañas, si bien Snapchat sigue estando limitada a la hora de popularizarse más que otras apps como ya comentamos al hablar de los principales snapchatters, que recurrían a otras redes para darse a conocer.
En Xataka Móvil | ¿Cómo están consiguiendo los cirujanos plásticos más pacientes? Con Snapchat
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