Ocurre que a veces dejamos escapar auténticos juegazos porque entendemos que sus mecánicas no van con nosotros o las tenemos más que aburridas. Un error que podría producirse ante el juego que os vamos a presentar, pero toca olvidarse de todo lo visto hasta la fecha y arrancar de cuajo nuestros prejuicios.
Vamos a hablar de Fairway Solitaire, y como adivinaréis por el nombre se trata de un solitario. Sí, el típico juego de cartas que hemos disfrutado en nuestro ordenador millones de veces, pero con varios cambios que convierten a este título de BigFishGames en lo que denominamos imprescindible.
Fairway Solitaire
Mi política de valoración de juegos de iOS se centra en dos simples cuestiones: lo que me engancha el juego y el tiempo que puedo exprimirlo. Para que nos entendamos, en mi recorrido por el panorama de juegos para iPod, iPhone y iPad, he estado profundamente enganchado a Angry Birds, Cut the Rope, Jetpack Joyrider, Fuit Ninja, Birzzle, Triple Town y, ahora, a Fairway Solitaire.
Que entren en el mismo saco no quiere decir que todos compartan la misma excelencia, simplemente son juegos que enganchan y que además puedes disfrutar hasta el fin de los días sin que mecánicas y posibilidades acaben aburriendo.
Como decía estamos ante un solitario, pero uno ligeramente distinto. Tenemos varias cartas desparramadas por la mesa y un mazo del que vamos cogiendo cartas una a una. El objetivo es acabar con todas las cartas esparcidas sin que nuestro mazo llegue a su fin.
Para ello siempre jugaremos con la carta colindante a la que tengamos en el mazo. Por ejemplo, si tenemos un cuatro, deberemos buscar un tres o un cinco sobre la mesa, y a partir de ahí ir sumando siempre un número por encima o por debajo hasta que no podamos más. Momento en el que tocaremos el mazo para develar una nueva carta y vuelta a empezar.
La mecánica, que es tan simple como parece, ofrece horas de vicio frente a la pantalla del iPhone y al ser aleatorias las cartas y ofrecerse múltiples niveles con las mismas colocadas de diferentes formas, podríamos hablar de un juego prácticamente infinito. Hasta ahí lo básico, que está bien pero tampoco es como para dedicarle una entrada.
Lo bueno es que hablamos de un solitario mezclado con golf y ahí es donde empieza el lío. Cuantas más cartas eliminemos seguidas, más largo será el golpe, llegando al punto de conseguir realizar grandes golpeos que nos permitan ganar monedas extras.
Estas monedas las gastaremos en la tienda, comprando diferentes items que nos hagan la vida más fácil al eliminar cartas de hierba, agua, arena, etc; o comprando palos numéricos que nos permitan continuar con una gran jugada. Si todo lo que tenemos en la mesa son cartas con el número 10 pero no tenemos ni un 9 ni una J, podremos comprar ese 9 y continuar la partida.
Entre el mazo vamos encontrando cartas que nos regalen esos palos, pero también otras especiales que nos den dinero, nos lo quiten o nos permitan participar en varios minijuegos que, una vez superados, suban unas cuantas monedas a nuestro marcador.
Llegará un punto en el que comprar palos se convertirá en imprescindible, ya que si quedan demasiadas cartas sobre la mesa no conseguiremos mantenernos en el par de ese hoyo y el torneo acabará yéndose al traste.
Para sumar aún más puntos al juego, BigFishGames lo lanza en la AppStore de forma gratuita, con la posibilidad de conseguir trofeos, comprar palos e items, pero con un número de torneos limitado que podremos desbloquear comprándolos. Una demo que va más allá, totalmente disfrutable sin necesidad de pagar por caja, así que no tenéis excusa para no darle una oportunidad.
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