Flappy Bird: lo simple también triunfa

Se ha convertido en el fenómeno de las últimas semanas. Flappy Bird es el nuevo juego de moda en iOS y Android, y lo ha conseguido con un único principio: el de la simplicidad.

Dong Nguyen, el joven desarrollador vietnamita de este juego se ha convertido en una celebridad a su pesar. O quizás no del todo: Flappy Bird está recaudando 50.000 dólares al día gracias a la publicidad que aparece en el juego. Las cifras son impresionantes: desde su lanzamiento este juego ya se ha descargado 50 millones de veces, y solo en la App Store tiene alrededor de 60.000 reseñas, 10 veces más que... Gmail, por ejemplo.

Simplicidad, dificultad y una pizca de suerte

Y todo con esa simplicidad de la que hablábamos al principio y con unos gráficos que de forma intencionada tienen un claro aroma a los entrañables 8 bits. Y como en aquellos juegos, Nguyen ha utilizado otro argumento singular: la dificultad del juego, que es extraordinaria a pesar de su simplicidad.

Probablemente esa dificultad hace que casi de forma irremediable tratemos de avanzar un poco más en el juego para batir nuestro récord... o el de nuestros amigos. En ese sentido, resulta curioso que la gente está compartiendo sus puntuaciones en Twitter, y ya hay varias cuentas de Twitter específicamente orientadas a mostrar las puntuaciones más altas.

Para Nguyen y su pequeño estudio de desarrollo de juegos móviles --lleva años en ello-- todo se ha debido, como él propio reconoce, a un golpe de suerte. Miles de juegos también apuestan por una idea sencilla, y resulta difícil entender qué es lo que ha disparado la viralidad de un juego que ha conquistado a millones de personas.

Mientras tanto Nguyen trata de pasar inadvertido, y parece que quiere que todo siga igual, rechazando encuentros con posibles inversores, empresas o periodistas. Lo suyo, parece, es seguir trbabajando en el próximo exitazo con la simplicidad por bandera.

Por cierto, y el que avisa no es traidor: Flappy Bird, efectivamente, engancha.