¿Pagarías por algo que puedes disfrutar gratis de forma totalmente legal? La mayor parte de nosotros no dudaría un solo instante al responder esta pregunta. No hay dilema alguno. La única razón que podría animarnos a pagar es contribuir a la financiación del creador del producto para que pueda seguir desarrollando su labor en el futuro. Pero, si somos conscientes de que tiene otras vías de ingreso, lo más razonable parece ser no pagar.
Las empresas que desarrollan juegos free-to-play (gratuitos), de esos que tanto abundan en las tiendas de aplicaciones de Google, Apple y Microsoft, saben perfectamente que la mayor parte de las personas que van a descargar y utilizar sus creaciones no va a desembolsar un solo euro por ellas. Pero no importa. También saben que hay unos cuantos a los que el juego les gustará tanto que sí estarán dispuestos a pagar algo. E, incluso, que hay unos pocos dispuestos a desembolsar cantidades importantes para obtener beneficios en su juego favorito.
Este es el modelo de negocio del «free-to-play». Y funciona. Vaya si lo hace. Un informe elaborado por la empresa especializada en marketing de apps Swrve, al que podéis echar un vistazo pinchando en este enlace, no deja lugar a dudas: en enero de 2014 tan solo el 1,5% de los jugadores gastó algo de dinero en sus juegos favoritos. Y el 49% de los que lo hicieron solo realizó una única compra en todo el mes.
Lo que explica que este modelo sea rentable para muchas empresas es la fuerza de este pequeñísimo porcentaje de usuarios dispuestos a pagar auténticas fortunas para acceder a todos los beneficios disponibles en sus juegos favoritos. La cifra que maneja en su informe Swrve es contundente: la mitad de los ingresos de los juegos gratuitos procede tan solo del 0,15% de los jugadores, lo que indica que esas personas están dispuestas a gastarse mucho, mucho dinero.
Vía | Re/code Más información | Swrve En Xataka Móvil | ¿Echas de menos Flappy Bird? Aquí tienes seis alternativas
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