La excusa de que Snapchat es una app para los adolescentes se nos va quedando antigua cuando vemos que el público de esta app se encuadra más bien en un sector de mayor edad, como vemos por los datos de Statista para el año 2015. Sin embargo, es el recurso habitual cuando no somos precisamente adolescentes y no nos aclaramos demasiado en la navegación de la app. ¿Es Snapchat demasiado sencilla o lo somos nosotros?
Si navegamos un poco y tiramos de buscador, vemos que existen múltiples tutoriales para la app, y de hecho nuestros compañeros de Magnet hicieron el suyo (que además intercala la experiencia del autor y es bastante entretenido). Y, como leemos justamente en él, Alex expresaba que sentía que entenderla parecía cuestión de edad.
La sensación que tengo (más bien tenemos, a juzgar por las conversaciones que he mantenido con otros compañeros de edad similar a la mía) es que los que pasamos de la treintena no entendemos Snapchat tan fácilmente. Es como si unos chiflados se hubieran empeñado en crear la aplicación menos intuitiva del mundo, como si todo estuviera cifrado usando una clave que sólo los adolescentes conocen.
Pero más allá de lo pronunciada que pueda ser la curva de aprendizaje según edad (que en general se asume que es mayor, como hemos visto en el artículo de Magnet o en este post de Tecnomenia) parece que no acaba de funcionar en cuanto a la traducción de usuarios a beneficio. De eso ya hablamos en varias ocasiones, pero ¿qué mejoras podrían hacer que los usuarios no acabasen odiando la app como Alex y, sobre todo, que compensase su éxito?
La navegación: del "¡Todo a babor" a "Una brújula, por favor"
Quizás estemos "malacostumbrados" a que al instalar una nueva app suela aparecer un tutorial con animaciones o bien con distintas explicaciones a modo de capturas de pantalla con indicaciones que pasamos deslizando a la izquierda. Ejemplo de ello son Google Fotos, Kik (el que se consolida como rival directo de Snapchat en Estados Unidos) o Being, de la que hablábamos hace poco.
Un tutorial que en ocasiones es poco necesario dado que la app tiene una navegación bastante intuitiva con pestañas por cada sección y símbolos que nos resultan familiares (el de perfil, un corazón, etc.). Pero Snapchat vino para acelerar los procesos y que vayamos directos a lo importante: a compartir. De hecho, en cuanto abres la app lo que aparece (para mayor o menor susto) es la imagen de la cámara frontal, "obligándonos" a compartir un snap subjetivo.
Así, quizás en este caso sería bien recibido un tutorial a modo de guía que nos indicase cómo encontrar cada sección (y de qué se trata), dado que la app juega con varias pantallas en vertical y horizontal, o bien un cambio radical para tomar la interfaz de pestañas que comentábamos (a lo Instagram o WhatsApp). Puede que con algo más intuitivo (o intuitivo para un espectro más amplio de edades o perfiles de usuario) el porcentaje de abandono fuese menor.
No likes, no party
Como buena pionera, y con éxito casi sin precedentes, Facebook nos educó con la cultura del "Me gusta" o los likes, algo que más recientemente evolucionó a reactions permitiendo ser más precisos en nuestro parecer ante un comentario, foto o cualquier tipo de contenido. Algo que adoptaron numerosas redes sociales y que incluso es un índice de popularidad y tiene su importancia más allá de nuestra simpatía o interés.
Snapchat es otro ejemplo de app exitosa, con más de 100 millones de usuarios activos diarios y que ha subido varias veces al top de descargas de las tiendas de apps. Pero no ha sido precisamente por tener este componente, porque no hay habilitado nada parecido al "me gusta" o a las impresiones que tienen apps como Beme o Periscope.
Lo que podemos es dejar comentarios o simplemente "nuestra visita", ya que los visionados quedan registrados para el usuario propietario del snap. Así, puede que ésta fuese otra manera de enganchar al público y complementar la app, así como algo interesante para inversores en cuanto a un índice de impresiones o como estrategia similar a la que se hace en ocasiones por Twitter o Facebook para lograr audiencia o "viralidad".
Discover, esa gran desconocida
De esto hemos hablado varias veces por lo paradójico de esta sección, creada para que el usuario descubra contenido interesante pero planteada de un modo que dificulta esto mismo. Lo que ofrece Discover es una serie de canales temáticos de patrocinadores, que pueden resultar de mayor o menor interés para el usuario, pero no permite un descubrimiento más específico o tratar de encontrar ciertos perfiles.
Una sección que obviamente está en el punto de mira de aquellos que usan las redes sociales como canal de promoción, pero que no acaba de ser del agrado tanto de éstos como de los usuarios. Algo que nos quedó claro al leer algunos de los testimonios que recogían en Wired al respecto de un sector y otro.
No obstante, como supimos hace poco, parece que Discover sufrirá un rediseño y reenfoque que sí se adapte un poco más a lo que desean tanto usuarios como publicistas. Y lo segundo es algo que no vendría nada mal a Spiegel y a su equipo para incrementar sus ingresos, dado que Snapchat no es precisamente un ejemplo de sacar beneficios como sí lo es LINE.
Hablemos de la multisesión
Este punto es para los usuarios más exigentes (o más cómodos). En Snapchat ocurre algo que te será familiar por WhatsApp si usas varios dispositivos o lo cambias con frecuencia (algo poco habitual, pero existente): el hecho de tener que iniciar sesión cada vez y que ésta sea exclusiva de un dispositivo. El caso contrario de apps como Telegram o Instagram, que podemos usar en cuantos dispositivos queramos simultáneamente.
Algo que vendría muy bien, además de en los casoPeriscope, en cuentas compartidas por varios usuarios. De hecho, como ocurrió con [Periscope](Periscope y otras apps de streaming en directo como Ustream o Meerkat, Snapchat se utiliza por muchos medios de comunicación o marcas, empresas que cuentan con plantillas a veces considerables y que actualmente han de ir "robándose" la sesión activa al no poder mantenerla simultáneamente en más de un dispositivo.
La utilidad del diferido
En ocasiones la característica principal de la app se va desmenuzando con el paso del tiempo, bien porque los propios usuarios van cambiando el uso que hacen de la misma o bien porque los desarrolladores van variándola al añadir funciones o cambios. Un ejemplo reciente fue el poder redimensionar las fotos de Instagram, tradicionalmente cuadradas (1:1) y que desde entonces podemos compartir en vertical o en apaisado. Algo que fue bienvenido o criticado según el tipo de usuario.
Puede que pasase algo parecido si Snapchat añadiese la posibilidad de poder compartir fotos o grabaciones previas desde el carrete o la galería, algo que en ocasiones (poca cobertura, recurrir antes a la cámara que a la app, etc.) podría venir bien a los usuarios, pero que al mismo tiempo iría en contra de la esencia de la app. No obstante, sería de ayuda en el caso de cuentas compartidas mientras no exista el inicio de sesión simultáneo en varios dispositivos, para que un usuario no corte la publicación de otro y pueda haber una especie de cola.
No es un chat, no es una red social, es Snapchat
En ocasiones hemos hablado de Snapchat como un híbrido entre mensajería instantánea y red social, pero lo cierto es que tiene bien poco de la primera y algo entrecomillado lo segundo por lo relativamente limitado que es ampliar tu círculo de amistades. Está de hecho en un limbo entre las categorías de apps sociales sin que pertenezca de manera clara a ninguna de ellas, y esta característica de ser única en su especie probablemente sea la base de su éxito.
Un servicio que, como decíamos al inicio, se tilda como "app para adolescentes" pero que como vimos al hablar de Kik parece que no sea precisamente la tendencia tras los años. Lo decía claramente Soroush Ghodsi, un CEO de 13 años que afirmaba que la tendencia a relacionar Snapchat y otras apps con los adolescentes era errónea y desfasada y que lo que estaban usando era Kik, precisamente por centrarse en la mensajería pura y crear un "clima especial".
De momento Snapchat sigue creciendo y, aunque el espectro de edades no sea el aparente o varíe con el tiempo, ha sobrevivido en un terreno tan hacinado y complicado como el de las apps sociales. En el cual además, por su calidad de híbrido inespecífico, se enfrenta a todas las subcategorías sin pertenecer estrictamente a ninguna de ellas. Seguiremos atentos a ver cómo evoluciona este exitoso y particular producto.
En Xataka Móvil | Snapchat y la monetización: por qué debería imitar más a sus rivales
En Magnet | El vídeo que tienes que ver si te da apuro reconocer que no sabes usar Snapchat
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