Si algo caracteriza a Apple es que sus dispositivos cuentan con una serie de aplicaciones preinstaladas para que no tengas que buscar entre aplicaciones de terceros. Pasa en el iPad, en el Mac y en el iPhone, siendo Safari una app común en esos dispositivos.
Sin embargo, Google tiene Chrome, el navegador más instalado actualmente y, evidentemente, también es compatible con los dispositivos de Apple. En sobremesa prefiero un navegador Chromium -Edge de Microsoft, curiosamente-, pero en el iPhone lo tengo claro: Safari es mi navegador preferido y el motivo es que tengo todo a la altura del pulgar.
La accesibilidad es la clave de Safari
En escritorio, como digo, estoy demasiado cómodo en un navegador Chromium. Todas las páginas que uso en el día a día son perfectamente compatibles, tengo más que asumidas sus opciones y cuento con un amplio abanico de extensiones que no quiero cambiar.
Además, no deja de ser una herramienta de trabajo y al trabajar con la suite de Google, me siento más cómodo en Edge. Ahora bien, en el móvil, la cosa cambia. Cuando utilizo mi móvil Android (tengo un Android y un iPhone) tengo Chrome como navegador, pero en el iPhone no salgo de Safari.
Podría hablarte de la velocidad y la fluidez (me parece superior en Safari, a decir verdad), pero realmente el principal motivo es que la interfaz me parece mucho más inteligente y, sobre todo, cómoda. Y es algo que, cuando se anunció el cambio, no me esperaba.
Con iOS 15 llegó el cambio de posición de la barra de navegación. Al principio no lograba acostumbrarme y, de hecho, había tutoriales para devolver esta barra a la zona superior, pero con el paso de los días se demostró -para mí- que la decisión de Apple era acertada.
La barra en la zona inferior no sólo mejora la navegación al no tener que desplazar el dedo a la zona superior para entrar a una nueva web, sino que acerca los controles de tamaño de la web, podemos seleccionar rápidamente la versión de escritorio, ajustes o, incluso, ocultar la dirección IP en el sitio.
No hace falta seleccionar absolutamente para nada la zona superior del móvil, por lo que podemos seguir usando el iPhone con una sola mano de manera muy, muy sencilla. Es un ajuste de accesibilidad que me parece espectacular y que contrasta con la decisión de Apple de no dejar llevar los iconos de aplicaciones a la zona inferior del dash sin usar trucos, pero bueno.
También están los gestos, ya que uno que uso muchísimo es el de desplazar hacia arriba la barra de navegación para entrar a todas las pestañas abiertas. Que sí, que en Chrome es un botón, pero en Safari es un gesto muy fluido. Y hay otra serie de motivos, pero el principal es el de la accesibilidad.
Y sí, Google ha probado algo similar para Chrome, pero hay que activar los ajustes en flags y se nota que el diseño no es definitivo y sólo algo experimental. Así que, ese es mi motivo principal para usar Safari en el móvil antes que Chrome o cualquier otro navegador.
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