Que el smartphone es cada vez más habitual en medicina es evidente y de hecho hemos hablado sobre ello en varios aspectos, desde su papel en el diagnóstico como lo útiles que pueden resultar en las áreas donde escasean los recursos médicos. Como podemos ver en el enlace hace unos meses ya mencionábamos la telemedicina y los médicos que recurren a ella, y hoy sabemos que los hospitales colaboran en la creación las apps como ayuda en los tratamientos.
Según nos informa el WSJ, actualmente existen varios centros médicos implicados en el desarrollo de apps con el fin de facilitar la consulta en ambos sentidos, es decir, de cara al paciente y al facultativo. Se trata de que el paciente tenga una ayuda extra para llevar a cabo el tratamiento y que, por otra parte, el doctor reciba información a tiempo real del estado de éste entre visita y visita, diferenciándose de las apps que en ocasiones descarga el paciente por su cuenta para llevar un seguimiento sin intervención del doctor.
Una ayuda para tratamientos severos
Hay casos, como en enfermedades graves o en recuperaciones tras operaciones complejas, que requieren que tanto el paciente como el doctor sean más estrictos con el tratamiento y no está de más que haya más vigilancia médica a parte de las revisiones que se convengan según caso. Es lo que está motivando el desarrollo de estas aplicaciones, es decir, que el médico esté aún más integrado en la rutina diaria del paciente.
Es por eso que las apps van más allá de la anotaciones del paciente sobre lo que le va pasando o notando y la configuración de recordatorios para la medicación. En este caso se trata, por ejemplo, de aplicaciones que ayuden a sobrellevar la sintomatología del asma, puedan prevenir algunos problemas cardíacos tras una rehabilitación cardiovascular o ayudar a los pacientes de SIDA con el tratamiento.
Actualmente están trabajando en ello centros como el Hospital General de Massachusetts, en el que están probando apps para ayudar con la medicación para fluidificar la sangre de los pacientes de fibrilación atrial y los tratamientos moderados y severos de quimioterapia oral. También la Universidad de Michigan y más allá de los Estados Unidos, en el Hospital Universitario de Toronto, Canadá.
Reducir costes y el número de visitas
Uno de los principales fines de la tecnología es hacer la vida más cómoda y es algo que vemos en este caso cuando el paciente puede ahorrarse la visita al centro médico (en la medida de lo posible). Por extensión, el ahorro de visitas supone a su vez un ahorro económico tanto para los centros como para el paciente, y en un estudio piloto realizado por el Journal of Medical Internet Research el pasado febrero vieron que en el caso de la app probada en Toronto había una reducción de visitas y gastos, con además un aumento de la satisfacción de los pacientes.
En este caso se trata de una app centrada en los pacientes que han sufrido una reconstrucción pectoral tras haber sufrido un cáncer y que requerían visitar al médico al menos durante los primeros 30 días (el tiempo de mayor riesgo de complicaciones y recidivas). John Semple, jefe de cirugía del Hospital de Toronto y director del proyecto de investigación, explica que además han visto que con las fotos del paciente tienen un seguimiento más preciso de cómo evoluciona la cicatriz, al tener información diaria y no sólo la puntual de las visitas.
El cáncer: el principal foco de estudio
En la actualidad el cáncer es una de las enfermedades que más preocupa de forma general tanto por su naturaleza como por su extensión. Una patología cuya dificultad de curación radica en que son nuestras propias células las que dan problemas y cuyo tratamiento (paliativo) suele ser duro dado lo agresivo de los fármacos. No resulta extraño que muchos de estos proyectos de apps se centren en esta enfermedad en su primera fase.
ePal es una de estos casos. Se trata de una ayuda para el tratamiento del cáncer, que además de planificarlo asesora al paciente para que éste pueda llevarse de una manera más controlada, entre otras cosas por los fuertes efectos secundarios de la medicación, incluyendo vídeos explicativos y consejos sobre masajes y llevar un diario completo. En el caso de que haya variaciones en la pauta del paciente, la app puede mostrar mensajes de ayuda, como ocurre si detecta un aumento de la dosis tomada.
Por su parte la Universidad de Michigan está también desarrollando varias de estas aplicaciones, entre ellas Breast Cancer Ally y otra relacionada con el cáncer de piel con la que asesoran sobre los lunares sospechosos. Según explica Michael Sabel, profesor de cirugía asociado y jefe de cirugía oncológica que además lidera el proyecto, lo que pretenden es lograr apps que mejoren la comunicación paciente-médico y ayuden a los primeros a llevar a cabo las recomendaciones de los últimos.
Si es de salud, que parta de los médicos
Los facultativos ven con buenos ojos el hecho de que se usen este tipo de apps tanto por el autocontrol del paciente como por el lado de que ellos tienen más contacto. Según explica Mhiri Kamdar, director de la clínica Mass General, si tienen más contacto con el paciente entre visitas pueden detectar con más precisión si alguno de ellos desarrolla alguna crisis y controlarla mejor. En algunas de estas apps, como en el caso de ePal, se registran las respuestas a tiempo real y si detecta un aumento severo de las molestias aparece una notificación para que se llame al servicio médico.
Así, con la expansión de los teléfonos móviles y de internet era lógico que también llegasen al ámbito de la medicina, algo que tiene su riesgo más allá de que a veces se quiera hacer de Google nuestro médico y farmacéutico personal e instantáneo. Es por esto que el que la iniciativa de las apps parta de los mismos médicos es algo positivo, evitando que se abuse de la comodidad y el que se sustituya por completo la visita médica, la cual siempre es más o menos necesaria según tratamiento y seguimiento.
De esta manera, además, se evita el riesgo de que haya fugas de información confidencial, algo que ya vimos que estaba ocurriendo cada vez con más frecuencia porque los médicos usan los SMS para pedir segundas opiniones o compartir información relevante o de ayuda de algunos casos. Con terminales cada vez más completos y que ya hacen las veces de lupa y ecógrafo entre otros aparatos sólo queda enfocar en el sentido correcto el uso del smartphone como herramienta de ayuda para nuestra salud.
Imagen | Healthbiz Decoded
Vía | WSJ
En Xataka Móvil | Apps para diagnósticos: entre comodidad y riesgo
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