Llevo alargando este análisis varios días, jugando a N.O.V.A. 3 todo lo que puedo y más, escudriñando su historia y probando su multijugador, pero el síndrome del papel en blanco es mucho más complicado cuando tienes que hablar de Gameloft y amas el sector de los videojuegos.
La razón es clara y le ha valido numerosas críticas a la compañía, no sin falta de razón. La originalidad en sus desarrollos es escasa, valiéndose de los éxitos de consola para inspirarse en sus creaciones para iOS. Así la franquicia Modern Combat se asimila a Modern Warfare, o la de N.O.V.A. a Halo, teniendo esta tercera algunas similitudes con Crysis.
Es innegable que esos juegos se parecen a otros títulos, pero también es innegable que actualmente Gameloft parece la única compañía centrada en explotar las características y potencias de dispositivos iOS y Android. No soy juez para valorar las políticas de la empresa gala, pero sí soy jugador para ver esas similitudes que, siendo francos, no son exclusivas en el sector del videojuego.
Lips y Singstar, PlayStation Move y Wiimote, o incluso el reciente caso de PlayStation All-Stars Battle Royale y Super Smash Bros. son buenos ejemplos de ello. Al final lo que acaba quedando de esa lucha es el valor añadido que se palpe en cada proyecto, provocando que haya usuarios que se nieguen a apoyar ese circo mientras que otros se centren en valorar lo divertido y atrayente que sea cada uno de ellos, sin importar las similitudes con otros títulos.
En ese caso N.O.V.A. 3 no es un juego más, es el juego. No aporta más que cualquier otro FPS, de hecho yo espero con ganas el próximo Modern Combat, porque por estética me atrae mucho más, pero lo que hace lo hace bien, sobretodo al aprovechar el potencial gráfico de los últimos dispositivos iOS.
Es algo que además se ve a simple vista. N.O.V.A. 3 es un juego muy potente en materia gráfica, no me atrevería a compararlo con Infinity Blade II porque lo de Epic está a otro nivel, pero indudablemente está cerca.
La parte que cojea en este caso, más allá de un guión que sólo sirve para ir hilvanando los cambios de escenario, es el de su sistema de inteligencia artificial. El reto pasa a ser estúpido cuando te das cuenta de que disparando en diagonal desde una zona un poco escondida podrás acabar con los enemigos sin pestañear.
Algunos niveles serían aún más potentes si a los enemigos les diese por intentar rodearte o darte caza, pero por falta de potencia o ganas de ir más allá, el juego se vuelve bastante simple en los combates. Son divertidos, una cosa no quita la otra, pero se palpa cierta pérdida de potencial en ese sentido.
Otro punto negro es el de siempre, el control, pero ahí Gameloft sólo puede limitarse a trabajar lo mejor posible con las herramientas disponibles.. Con el giroscopio se maquilla un poco, pero continúa siendo imprescindible que Apple se ponga las pilas con este tema con un pad universal o incluso la inclusión de un panel táctil trasero.
Se disfrutaría mucho más la aventura, pero aún más un multijugador que lo tiene todo para triunfar salvo eso. El camino de Gameloft es el correcto a nivel técnico, pero para ganarse el apoyo total del sector hace falta un paso adelante por su parte en materia de creatividad. Hay ideas muy buenas por ahí fuera a la espera de que alguien ponga el dinero sobre la mesa para llevarlas a cabo. Hasta entonces N.O.V.A. 3 y sus sucesores sólo serán grandes juegos que nos sirvan de excusa a los críticos para seguir abriendo frentes. Y lo cierto es que viendo lo que se podría ofrecer, es una lástima.
N.O.V.A. 3
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