¿Por qué ofrecer gratis un servicio que no todo el mundo usa cuando puedes convertirlo en premium y de pago?
Puede que la gente más joven que nos lee no lo recuerde, pero no hace muchos años si queríamos tener mapas en el coche, había que pasar por caja: era necesario comprar un dispositivo GPS y normalmente pagar para las actualizaciones o expansiones cartográficas. Había varias marcas, pero una era tan conocida que TomTom llegó a convertirse en metonimia para el dispositivo.
Después, las pantallas llegaron a los coches. Primero para facilitar el visionado de información (es el caso de mi Volkswagen Polo de 2015) como la autonomía estimada, el consumo, qué música estaba reproduciendo o que la puerta del maletero se había quedado abierta y después llegó esa unión entre móvil y consola del coche con Android Auto y Apple CarPlay como máxima expresión de los sistemas operativos hegemónicos (sin olvidarnos de Android Automotive). Y lo hacían gratis.
Del todo gratis a la vuelta de un viejo conocido: las ataduras de la suscripción
De la mano del teléfono, también aterrizaron las aplicaciones: un universo (más o menos grande) de apps de navegación, entretenimiento, mensajería compatibles para usar en los diferentes sistemas de infoentretenimiento. Sí, algunas hay de pago, otras con versiones o funciones premium, pero la realidad es que hay herramientas tan solventes como Apple Maps, Google Maps, Waze o hasta TomTom AmiGo que pueden usarse gratis. Sí, puedes seguir comprando un navegador, pero cuando tu móvil y tu consola te ofrecen prácticamente lo mismo gratis, es probable que no tenga tanto sentido.
En esta era dorada para tener tanta información gratis en el coche, un cambio de paradigma asoma en el horizonte: cada vez más fabricantes se bajan del barco de estos sistemas de infoentretenimiento en aras de una experiencia más personalizada sí, pero también la vuelta a un modelo de suscripción que ya nos suena a todo el mundo: lo sufrimos con el streaming.
Android Auto y Apple CarPlay son una solución que traslada la experiencia de Android y iOS adaptada al coche cubriendo buena parte del parque móvil actual, lo que democratiza la experiencia para prácticamente "cualquiera": solo necesitas tu móvil (que tenga una versión compatible), datos, que tu coche sea uno de los modelos compatibles y poco más para que todo funcione. Salvo que pagues por alguna aplicación, todo es gratis y está actualizada a coste cero.
Porque además la lista de coches compatibles es larga: en Apple Carplay supera los 800 modelos y en Android Auto está menos actualizada pero hay más de 500 modelos de marcas como Audi, BMW, Citroën, Ford, Honda, Hyundai, Kia, Mazda, Mercedes - Benz, Nissan, Open, Peugeot, Volkswagen, Renault, Seat... del 2017 en adelante, es casi un estándar en las marcas que mas vemos en las carreteras.
Hemos hablado principalmente de navegación, pero también hay extras como conocer el tráfico en tiempo real, los chivatos de radares, contestar mensajes de WhatsApp, poner tu playlist en Spotify... hay muchísimas cosas que puedes hacer en el coche con estos sistemas y además la lista sigue creciendo y mejorando, especialmente donde más margen de mejora tiene: en el uso de asistentes de voz o con la inteligencia artificial para que resuma mensajes en Android Auto.
Tesla apostó por su propio sistema para sus vehículos (aunque puedes usar Android Auto gracias a una aplicación), pero en los últimos meses estamos viendo un giro de volante de otros fabricantes. Así, General Motors ha dicho adiós a Android Auto y Apple CarPlay para integrar su sistema propio Ultifi, basado en Android Automotive.
Un recordatorio: Android Automotive es un SO completo ejecutado por el propio vehículo que admite modificaciones del fabricante, con funciones extra y actualizaciones. Algo que en el caso de General Motors será a través de un modelo de suscripción.
Según Tim Babbitt, el jefe de producto de infoentretenimiento de GM, Android Auto causa distracciones por desconexiones y errores. Así que explican este cambio para ganar en seguridad y personalización, pero también será una medida de lo más lucrativa: según Reuters, para 2030 esperan ganar unos 25.000 millones de dólares anuales.
Mini (propiedad de BMW) también se ha despegado de los sistema de infoentretenimiento gratis de Apple y Android, algo que podemos ver en su último Mini Cooper, que apuesta por una gran pantalla OLED para disfrutar de MINI Interaction Unit y su software nativo MINI 9 basado en Android Automotive. Aunque el sistema viene incluido el vehículo, cuentan con los servicios Mini Connected, que pueden ser de serie, con suscripción o con un único pago. Por ejemplo, el paquete con suscripción incluye el servicio de navegación ampliado, una App Store de Android, streaming de vídeo y juegos con AirConsole.
Que la experiencia de Android Auto y Apple CarPlay es mejorable está claro (¿cuál no lo es?), pero también aprovechar esos sistemas de telemática y navegación GPS que hay gente que no saca partido para convertirlos en un extra al que sacar más beneficio no solo de forma puntual, sino de forma continuada mediante suscripción, es un caramelito difícil de dejar escapar.
Las suscripciones han llegado para quedarse en los coches: tanto para el vehículo en sí mismo como para lo que ofrecen: Tesla lo hace con el Autopilot, Mercedes 'desbloquea' potencia y funciones digitales, Ford permite suscribirse a la conducción sin manos…
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En Xataka Móvil | Tras años usando Android Auto y Apple CarPlay, tengo claro qué sistema para el coche es mejor
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