Una de los primeros países en crear una aplicación móvil de rastreo para seguir el contagio por Covid-19 está levantando polémica tras afirmar que los datos de usuario podrían compartirse con las autoridades. Así lo estipula Singapur, un territorio con un 'código de procedimiento criminal' que está por encima de cualquier otro ámbito, incluida la app de rastreo.
En marzo, y con plena preocupación mundial por el avance del coronavirus, los distintos países se encontraban planificando medidas con las que frenar el contagio por Covid-19: desde la reducción de los horarios de trabajo al confinamiento de la población. También las aplicaciones de rastreo comenzaban a eclosionar; con Singapur como uno de los países que sirvió de inspiración. Su app, TraceTogether, prometía ser útil, también segura y privada. Por desgracia, las autoridades se han retractado.
La policía está por encima de la privacidad en Singapur
Singapur es una democracia particular ya que el presidente elegido por voto popular es casi simbólico y no tiene apenas capacidad de gobierno. El 'Partido de Acción Popular' es quien dirige realmente el territorio; con el primer ministro encabezándolo casi bajo línea hereditaria del fundador de Singapur (actualmente es Lee Hsien Loong, hijo mayor del fundador, Lee Kuan Yew). Bajo esta premisa autoritaria no es de extrañar que en el territorio exista el control preciso de la ciudadanía. De hecho, la policía guarda poder sobre cualquier ámbito del país, así lo declara el 'Procedimiento de Código Criminal'.
Debido al citado procedimiento, y pese a que las autoridades de Singapur prometieran que su aplicación de rastreo del Covid-19 respetaría la privacidad de los usuarios, lo cierto es que ha terminado siendo lo contrario: TraceTogether podrá compartir datos con las autoridades policiales sí así lo requieren. Así lo explicó el Ministro del Interior de Singapur, Desmond Tan, en una comparecencia pública: tras ser preguntado por un periodista el ministro corroboró que TraceTogether verá almacenados sus datos por el gobierno de Singapur y sólo se cederán para propósitos autorizados.
TraceTogether, la polémica aplicación de rastreo, cambió recientemente sus términos de uso para reflejar los cambios implantados por el gobierno singapurense. Los datos que registra la app son el contacto y número de teléfono del usuario, los detalles de identificación y una ID de usuario que se genera aleatoriamente. TraceTogether afirma que todos los registros se almacenan en una plataforma segura.
Pese a las dudas de privacidad, no existen paralelismos entre TraceTogether y apps como radar Covid. En Singapur utilizan su propio desarrollo y no la API creada por Google y Apple, herramienta de la que sí que hace uso Radar Covid. La aplicación española no registra dato alguno de usuario y sólo intercambia por Bluetooth IDs generadas aleatoriamente.
Vía | ZD Net