Me encantan los videojuegos, pero estoy en un punto vital en el que no encuentro nada que me enganche. Puede que te pase como a mí: tienes Resident Evil 4 Remake, está el Hogwarts Legacy a medias, tienes unas ganas inmensas de jugar al Age of Empires II por millonésima vez… pero cuando te pones, no te llena. Ahora mismo estoy recuperando un poco la pasión y el juego que me ha ayudado es el que menos esperaba: Vampire Survivors.
Cuando ves un pantallazo del juego piensas “esto es un juego de estos gratis sin fondo alguno”, y tras la primera hora de juego pensé lo mismo (hasta lo puedes jugar gratis en el navegador, ¿qué juego te permite eso?). Sin embargo, si continúas un poco descubrirás un juego supercomplejo a la vez que adictivo y, sobre todo, divertido. Es tan, tan bueno que se acaba de llevar un Bafta y, si no lo conocías, me vas a odiar porque se va a comer todo tu tiempo libre.
Vampire Survivors es ideal para cualquier situación (siempre que tengas media hora libre)
Antes de nada, no te voy a hacer un análisis de Vampire Survivors. Mi compañero Frankie de Vidaextra ya habló largo y tendido del juego en su día. De hecho, me encanta el título de su texto: “el papel de burbujas del nuevo milenio”. En muy pocas palabras describe un juego con muchísima precisión.
Cuando leas este texto te invito a que eches un ojo al análisis de Vidaextra, pero ahora vamos con lo que quiero contar, y es cómo un juego tan simple me hizo recordar que los juegos tienen que ser, sobre todo, divertidos.
Cuando cae un The Last of Us Parte 1 en mis manos (es de mis juegos favoritos, aunque la versión de PC ha salido mal, muy mal), o cualquier juego con una fuerte narrativa, disfruto como nadie. Tiene un gran gameplay, es profundo… pero tengo un problema tras llevar desde 2007 analizando videojuegos.
Y es que… los analizo. Estoy enfocado en lo que hace bien, en lo que no tanto, en ver los gráficos, enterarme de la música, el trasfondo y me olvido de divertirme. Me está pasando con Hogwarts Legacy. Me gustan su mundo, pero es fácil verle las costuras y eso me impide disfrutar.
Sin embargo, como Vampire Survivors es, al menos en su capa más externa, más simple que una patata, la barrera de entrada es nula. Pones el juego, eliges un personaje y a jugar. En un inicio no tienes que entender nada, no tienes que fijarte en las mecánicas más profundas ni conocer las características de tu personaje (porque solo tienes uno de inicio). Todo eso llegará después.
Y la jugabilidad permite que todos, incluso aquellos que no hayan jugado nunca a un videojuego, puedan disfrutar. Cuando escoges un personaje, lo único que tienes que hacer es decidir dónde se mueve. Te irán rodeando enemigos, deberás esquivarlos y, con tus ataques, irás tanto acabando con ellos como rompiendo elementos del escenario.
Estos elementos esconden monedas de oro, objetos en algunas ocasiones y pollos con los que recuperamos salud. Y los enemigos, al morir, sueltan gemas que, en función de su color, nos llenan más o menos una barra de experiencia. Cuando acumulamos experiencia subimos de nivel y debemos elegir una serie de bonificaciones, evolución de armas o armas nuevas y todo, todo es pasivo.
Es decir, si elegimos escudos, estos se recargan solos cuando se agotan y las armas disparan/golpean automáticamente en función de un sistema de porcentajes y tiempos. Nosotros solo debemos preocuparnos de esquivar las hordas de enemigos, cuyo número y dificultad aumenta a medida que pasa la partida, e intentar llegar al minuto 30. En ese instante llegará la muerte y… nos matará.
En las primeras partidas, iremos como pollo sin cabeza. Sin embargo, poco a poco aprenderemos que ciertas armas y sus evoluciones, al combinarse, crean armas nuevas y más poderosas. Nos iremos acostumbrando a las armas y eligiendo combinaciones más poderosas, iremos desbloqueando retos en los mapas, así como personajes, ganando oro para comprar tanto mejoras permanentes como nuevos héroes y, en definitiva, entendiendo la complejidad del juego.
Y, repito, todo eso con una sola mano porque en su versión móvil se juega en vertical y solo con el pulgar. Es… ideal, pero las partidas de media hora lo alejan de ser un título para jugar en trayectos cortos.
Una vez que empieces una partida, no querrás parar. Sin embargo, aunque la versión móvil me flipa, a la que me he enganchado es a la de Xbox, concretamente a la que puedo jugar en el móvil con Game Pass.
Vas a poder conectar un mando como el Razer Kishi, pero es perfectamente compatible con los controles táctiles y esta versión está en horizontal. Creo que, visualmente, tiene más sentido así para recorrer los mapas, pero además tiene logros de Xbox y, si eres jugador de la plataforma, los agradecerás.
Es perfecto, no hay más
Que Vampire Survivors se haya llevado el Bafta a ‘Mejor juego del año’ y a ‘Mejor diseño’ en un año en el que ha competido contra titanes como Elden Ring, Horizon Forbidden West o God of War Ragnarok, no me sorprende en absoluto.
Es divertido, es accesible, es simple de entender. Sin embargo, también es desafiante, es profundo y tiene horas y horas de contenido para quien quiera descubrirlo al máximo. Además, algo muy bonito es que, siendo un título para un solo jugador, en la red se ha montado una especie de “competición”.
Hay un metajuego con desafíos impuestos por los jugadores como pasarse determinado mapa con determinadas armas, desafíos de pasarse los 30 minutos sin moverse (casi lo consigo una vez) y ese tipo de partidas alternativas al juego base que, quizá, ni los creadores habían contemplado.
El juego es premium, así que no tiene anuncios ni nada por el estilo, pero puedes probar la versión móvil, muy recortada, pero te deja saborear el juego, tanto en Android desde la Play Store como en iOS desde la App Store. Mi recomendación es que juegues desde el móvil con Game Pass, pero cualquier forma es buena con tal de disfrutar de este juegazo.
En Xataka Móvil | Netflix quiere triunfar donde Google no pudo, siendo una potencia en los videojuegos tradicionales y por streaming
Ver todos los comentarios en https://www.xatakamovil.com
VER 0 Comentario