Los shooters nunca pasan de moda, y de cuando en cuando surgen títulos que los devuelven a la primera plana de los medios especializados en videojuegos. Como el caso de Overwatch, la última joya de Blizzard, o del boom mediático que provocó PUBG. O como Fortnite, que anunció su llegada a los móviles con una característica bastante comentada: se trataría de un juego con cross-play.
El título lleva tiempo pegando fuerte y el anuncio no hizo más que hacerle ganar unas cuantas portadas adicionales. Se avisó de que llegaría primero a iOS, y ya lo tenemos aquí. Ya se puede registrar quien quiera para ir recibiendo las pertinentes invitaciones, y así comenzar a jugar a uno de los juegos más esperados en el ecosistema móvil de los últimos meses.
Buenas sensaciones, deficiente cross-play
Como decíamos, el juego ya es accesible desde iOS. Sólo tenemos que acudir a la página que Epic Games ha habilitado para ello y solicitar el código que nos permitirá acceder al juego. Recordad que no todos los terminales con iOS pueden disfrutar del título ya que se ha limitado a los terminales más potentes.
Esto reduce la lista al iPad Mini 4, al iPad Pro, al iPad Air 2 y al iPad 2017 en lo relativo a tablets. En cuanto a smartphones, podremos jugar a Fortnite Battle Royale en iPhone 6s, iPhone 6s Plus, iPhone 7, iPhone 7 Plus, iPhone 8, iPhone 8 Plus y iPhone X. Y precisamente de una primera review del juego con el nuevo teléfono sin marcos de Apple llega la primera gran alerta: el cross-play no parece bien pensado.
Hay que considerar que podemos jugar desde el móvil contra jugadores que se encuentren en nuestro mismo ecosistema, pero también que pueden estar jugando al mismo título desde consolas o desde un PC. Eso implica que nuestro control táctil, el que posiblemente se usará de forma mayoritaria en teléfonos, estará en permanente desventaja.
Como puede apreciarse en el vídeo que enlazamos sobre estas líneas, independientemente de bugs que encontremos en el juego, algo habitual en los lanzamientos y que se corrige con actualizaciones posteriores, el jugador con control táctil tiene poco que hacer con quien dispone de controles más adecuados para, recordemos, un shooter.
La jugabilidad de los shooters para móviles suele estar adaptada, también en cuanto a la dificultad, para este tipo de controles que no son ni muy veloces ni muy precisos. De hecho, es habitual perderse viendo la pantalla y sorprenderse tratando de disparar pero presionando donde no toca. Es el gran inconveniente de no contar con controles físicos.
En el caso del cross-play de Fornite Battle Royale es que el nivel de dificultad no aplica. Nos enfrentaremos indistintamente a consolas, PCs y móviles, por lo que tendremos todas las de perder. La recomendación, llegados a este punto, es que si vamos a enfrentarnos a Fornite desde un móvil o desde otro dispositivo táctil, nos hagamos con un mando Bluetooth o por cable.
Aunque, porque pedir es gratis, lo ideal sería que Fortnite en móviles nos permitiese enfrentarnos a jugadores que jueguen con nuestro mismo sistema. Pero es una funcionalidad que todavía no está presente en los controles de juego, y tal vez no llegue a aparecer nunca. Así que Fortnite está bien y el modo cross-play funciona sin problemas, pero prepárate para perder muchas veces si lo que tienes entre manos es tu móvil y no un mando.
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