Las diferentes políticas europeas han empujado a Apple a hacer dos cosas que no esperábamos en 2023, y es bueno para todos los usuarios
2023 ha sido un año muy interesante en el mundillo tecnológico debido a lanzamientos tremendamente importantes de todas las compañías. Algunos son esperados, como las nuevas generaciones de los diferentes fabricantes o los nuevos procesadores Snapdragon 8 Gen 3 y Dimensity 9300 de Qualcomm y MediaTek respectivamente.
Otros nos han pillado más por sorpresa, como el Huawei Mate 60 Pro con unos polémicos procesadores propios. Y el iPhone 15 estaba cantado, pero lo que no esperábamos es Europa marcara la agenda de Apple, al menos tan pronto.
Primero, el USB-C
De los dos grandes cambios que se han dado en el iPhone, este era el más esperado. Y es que, en octubre del año pasado, el Parlamento europeo aprobó con 602 votos a favor, 13 en contra u 8 abstenciones que el USB-C sería obligatorio en Europa a finales de 2024.
Apple, que fue de las marcas pioneras en adaptar el USB-C en portátiles, realizando avances muy importantes en velocidad de conectividad gracias a este puerto, era reticente a introducirlo en su ecosistema móvil.
Poco a poco fuimos viendo los iPad con USB-C, pero tanto los auriculares como los iPhone seguían atados a Lightning, un puerto mucho más lento y, sobre todo, incompatible con otros dispositivos. Tenían margen para lanzar el iPhone de este año con Lightning, pero los de Cupertino decidieron lanzar los iPhone 15 y 15 Pro con USB-C, así como adaptar la carga de los AirPods. Curiosamente, los AirPods Max siguen con Lightning.
Apple intentó pelear la medida explicando que obligar a un puerto único limita la innovación de las compañías y aumentaría los desechos electrónicos. Y es que, en 2019, el 21% de los dispositivos vendidos en Europa tenían Lightning. Es una auténtica burrada. Sin embargo, desde la Comisión Europea se rebatía este argumento, diciendo que esta medida ayudará a reducir en 980 millones de toneladas los residuos electrónicos.
Tenga razón Apple o lo tenga Europa, lo cierto es que el puerto USB-C de los iPhone supone una ventaja no sólo por la velocidad de carga y la compatibilidad, sino por dos usos muy concretos que, sin embargo, eran imposibles con Lightning.
El primero es que el iPhone, ahora, puede cargar otros dispositivos mediante su USB-C, como si fuera una batería externa. Si estás en un apuro, puedes cargar tu dispositivo utilizando el iPhone. Lo segundo es que, si grabas en formatos muy concretos como el LOG, puedes conectar un SSD externo al iPhone 15 Pro para guardar los datos, directamente, en el almacenamiento externo.
Por tanto, obligados o no, está claro que el adaptar el iPhone al puerto USB-C supone una ventaja para los usuarios, a no ser que tuvieras muchos accesorios compatibles con Lightning, como adaptadores, auriculares por cable o lectores de tarjetas, claro.
Segundo, la más inesperada: abrir iMessage a los SMS RCS
iMessage es el servicio de mensajería de Apple para conectar todos sus dispositivos. Son como los RCS de Android, pero exclusivos para el ecosistema Apple y, aparte de fuertes medidas de seguridad, permiten ejecutar acciones interesantes como respuestas a mensajes concretos, reacciones rápidas, mandar fotos y vídeos en alta calidad y ver si el otro contacto está escribiendo.
Hace una década, en Apple se plantearon lanzar iMessage en Android, pero llegaron a la conclusión de que eso restaría ventas al iPhone y, por tanto, decidieron mantener el servicio como una exclusiva. Es decir, no hay ningún problema e impedimento técnico, simplemente es una decisión comercial.
En Estados Unidos es un servicio fundamental, pero en Europa, según Apple, es algo residual y, por eso, pidieron a la Comisión Europea que lo dejara al margen de los servicios "core" de la Ley de Mercados Digitales o DMA. Es curioso, pero sí, Apple vino a decir un "en Europa, nadie usa nuestro servicio, así que no tiene que estar en la lista de interoperabilidad".
Sin embargo, Google, que lleva años presionando a Apple para que permita el uso de mensajes RCS en iMessage, se cansó de esperar y, apoyados por otras compañías en Europa como Telefónica, Orange, Vodafone o Deutsche Telekom, mandaron una carta a la Comisión pidiendo que obligaran a Apple a abrir su servicio.
La comisión estaba estudiando si incluir iMessage como servicio core o no, pero antes de cualquier resolución (y chafando la app de Nothing para que usuarios del Nothing Phone (2) pudieran hablar con usuarios de iPhone con algo similar a iMessage), Apple dio la campanada anunciando que iMessage será compatible con RCS.
No anunciaron fecha, pero se espera que ocurra en algún momento de 2024 y, entonces, los usuarios de Apple y Android podrán mandarse SMS mutuamente sin perder características. Eso sí, será una medida muy "a lo Apple", por lo que cuando un usuario de un iPhone hable con un usuario de Android, las burbujas de conversación serán verdes para indicar que no están hablando con otro usuario con iPhone (en ese caso, las burbujas son azules) y, además, el anuncio de Apple tuvo la coletilla de que la seguridad de los RCS es menor que la de iMessage.
De la manera que sea, Apple se ha visto a cambiar dos de los componentes clave de su iPhone (uno de software y otro de hardware) debido a la presión y leyes de la Unión Europea. En mi opinión, y como usuario de iPhone y dispositivos de otras compañías, considero que el USB-C es un acierto. Sobre la compatibilidad de iMessage con los mensajes RCS ya veremos, pero en Europa es algo que, de momento, no nos afectará demasiado debido al poder de apps como WhatsApp o Telegram.
Lo que está claro es que Europa ha revolucionado el iPhone y es algo que, hace tan solo dos años, muchos no esperábamos.
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