Desde marzo podrán crearse tiendas alternativas a la App Store en Europa, pero no va a ser fácil: deben tener un aval millonario
El plazo para que el ecosistema del iPhone y del iPad quede más o menos liberalizado en Europa está casi a punto de cumplir, Apple debe dejarlo listo para marzo. Y ya sabemos algunos de los cambios que implicará este movimiento: iOS 17.4 abre la puerta a las aplicaciones de fuera de la App Store, los usuarios no podremos subirlas directamente al teléfono, los desarrolladores deberán pagar a Apple si colocan su app en otra parte y estas tiendas alternativas deben tener un aval de, nada más y nada menos, un millón de euros.
Android siempre ha alardeado de su libertad de cara al usuario, de que éste puede instalar todas las aplicaciones que desee en su teléfono. Esto es indudablemente cierto, pero no tiene por qué ser 100 % ventajoso: los riesgos de una infección por malware son más altos que si la única vía de instalación fuese la tienda Google Play. En el lado contrario se sitúa Apple con su iPhone: pese a que resulta posible instalar apps desde fuera de la tienda, el camino habitual suele mantenerse dentro del cercado. Y Europa quiere abrir dicha cerca.
Cada tienda alternativa a la App Store necesita un millón de euros como aval
Apple quiere garantizar que todas las aplicaciones que puedan instalarse en los iPhone quedan supervisadas por la empresa; ya sea directamente a través de la App Store como de manera indirecta en todas las tiendas alternativas que vayan abriéndose en Europa a partir de marzo. Apple mantendrá la comisión en dichas tiendas y establecerá las normas para que puedan operar bajo sus estándares de control.
Para asegurarse de que sólo las empresas reconocidas, y que disponen de un colchón monetario suficiente, puedan distribuir aplicaciones iPhone de manera oficial, Apple ha establecido una carta de crédito a todos los que estén interesados en crear su propia alternativa a la App Store. Dicha carta de crédito, o crédito documentario (stand by credit letter por su nombre en inglés), es un instrumento habitual en las transacciones comerciales de importación y exportación: la empresa debe garantizar el importe de la mercancía mediante una especie de aval en una entidad bancaria reconocida internacionalmente.
Según consta en el «Anexo de términos alternativos para aplicaciones en la UE»:
"Debes proporcionar a Apple una carta de crédito de una institución financiera con calificación A (o equivalente de S&P, Fitch o Moody's) por una cantidad de 1.000.000 de euros de acuerdo con las instrucciones especificadas en los Materiales de Apple. Y mantener esa carta de crédito mientras tu tienda de apps alternativa esté en funcionamiento".
Todas las tiendas de aplicaciones que quieran competir directamente contra la App Store deben garantizar su solvencia ante Apple para recibir la autorización y acceso a la instalación de aplicaciones en los iPhone y iPad. Tanto los requisitos como las aplicaciones y su uso estarán monitorizados por Apple; en un intento de evitar posibles riesgos por malware en las apps. Sin olvidar otro dato importante: Apple seguirá cobrando comisión por cada compra que se haga en las tiendas alternativas, incluso aunque la empresa no gestione directamente dichas compras.
Ante tantas barreras impuestas parece complicado que vaya a edificarse en Europa una verdadera alternativa a la App Store: al final está ocurriendo justo lo contrario que Europa pretendía, ya que será realmente difícil que los desarrolladores se arriesguen a publicar sus trabajos de manera independiente. En marzo comenzaremos a salir de dudas.
Imagen de portada | Iván Linares
En Xataka Móvil | 2023, el año en el que Europa puso el iPhone patas arriba
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