En 2021 asistimos no solo al regreso del iPad mini, sino también a su gran rediseño tras cinco modelos anteriores con el ya icónico diseño de tablets de Apple con su característico botón Home y marcos pronunciados. Ahora se dice que la compañía de Cupertino seguirá lanzando nuevos modelos de esta gama compacta con un nuevo modelo de iPad mini, aunque en 2024.
Estando a un año vista como poco, no hay demasiadas informaciones acerca de qué características incorporará. Sin embargo, sí se vaticina que no será plegable. Y quizás aquí podamos encontrar un problema y no solo para Apple, si no para cualquier otra compañía que siga apostando por gamas de tablets compactas.
No hay normas para gustos personales, pero la tendencia de tablets pequeñas no es una realidad
Si echamos un vistazo los datos de ventas de tablets en general, podemos observar como cada vez se venden menos. Cierto es que en los últimos tres años se viven mejores tiempos que en 2018 y 2019 cuando mostraron sus cifras más bajas, pero aún así no es una tendencia muy positiva y los 165,8 millones de unidades vendidas en 2022 quedan lejos de los 220,1 millones que se alcanzaron en 2014.
Así, aportar algo diferencial es más importante que nunca y en un mundo en el que cada vez tiene más importancia las pantallas grandes, véase el caso de los móviles compactos y sus tristes cifras de ventas. En el terreno tablet encontramos pocos exponentes más allá de Apple con sus citados iPad mini o apuestas a cuenta gotas como la Realme Pad Mini.
Retomando el caso concreto de Apple, a los iPad mini se le pueden achacar varios handicaps. El primero de ellos es que su precio, desde 649 euros el modelo actual, es más elevado que la media. Aunque esto probablemente se deba a que sin ser la más puntera en hardware, no se queda escueta.
Y es precisamente en el hardware donde nos detenemos para preguntarnos si realmente es necesario dotar de tanta potencia una tablet orientada a usos tan específicos. Nadie nos quita de realizar acciones como editar vídeo o audio en un iPad mini, pero por cuestiones de tamaño y accesorios compatibles, al final acaba siendo un dispositivo más orientado a tomar notas, navegar por Internet y consumir contenido multimedia.
De ahí surgieron algunos deseos por parte de usuarios de que, al menos, el factor diferencial del iPad mini fuese el de una tablet plegable que pudiésemos llevar en el bolsillo. O que incluso pudiese ser del mismo tamaño que el actual y desplegada nos encontrásemos tamaños más grandes y óptimos para acciones de mayor exigencia.
No existen estudios demasiado concluyentes acerca de qué tablets se venden más y tampoco compañías como Apple especifican modelos de iPad que más éxito tienen. Sin embargo, que en un mercado decreciente la apuesta siga siendo la misma es peligroso.
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