Estar en lo más alto del negocio de la tecnología no sólo implica lanzar buenos productos que vendan lo suficiente, también implica tener controlada a la competencia y saber cuándo realizar determinados movimientos para protegerte de ella. Sobre todo cuando tu propia competencia es tu proveedora para determinados componentes, y otorgarle demasiado poder podría dejarte en una posición débil.
Es el caso de Apple, que hace poco comenzó a poner granitos de arena para asegurarse la producción de paneles OLED y que ahora quiere parte del negocio de memorias NAND de Toshiba, en venta desde hace meses. ¿El motivo? Protegerse de un posible monopolio de sus suministros por parte de Samsung, su eterno rival a bastantes niveles.
La decisión está entre Apple y Western Digital
Las negociaciones para la compra del negocio de memorias de Toshiba llevan abiertas bastante tiempo, aunque hasta ahora sólo se sabía que había un consorcio de empresas tras la compañía japonesa. Un nuevo dato se ha puesto sobre la mesa: la compañía tras Bain Capital, los que negocian con Toshiba, no es otra que Apple.
Pero Apple no es la única que pretende hacerse con las memorias de Toshiba. En la carrera también participan KKR & Co. y Western Digital Corp, más conocidos por su presencia en el mercado del almacenamiento y los ordenadores personales. Según la última información, Bain habría depositado una oferta por Toshiba de 17.000 millones de euros en nombre de los chicos de Tim Cook.
Aparentemente, la urgencia de Toshiba por desprenderse de su unidad de fabricación de memorias NAND crece conforme se acerca el momento de afrontar la deuda contraída por la entrada de los japoneses en el mercado estadounidense de la energía nuclear. Apple estaría aprovechando esta urgencia para tratar de ofertar a la baja pero Western Digital estaría demostrando ser un digno rival a la hora de comprar la división de la multinacional japonesa.
Apple es actualmente cliente de Toshiba y sus memorias para un producto clave de su catálogo, el iPhone, y otro que se encuentra en horas bajas, el iPod. El movimiento de compra haría que Apple no dependiese de su competencia, Samsung Electronics, para el suministro de estas memorias esenciales para su funcionamiento, amén de que podría abaratar los costes de fabricación de sus propios productos.
Con todo, es posible que finalmente Toshiba acabe en manos de Western Digital, o a eso apuntan los últimos movimientos del Ministro japonés de Economía. Sea como fuere, la disputa por la compra debe cerrarse lo antes posible y entonces se verá en qué posición queda Apple tras todos los movimientos. Si finalmente recupera fortaleza frente a Samsung o si pasa a depender de Western Digital como hasta ahora lo hacía de la propia Toshiba.
Vía | Bloomberg
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