Probablemente muchos recordéis el panorama cuando aparecieron los primeros iPhone y las primeras ediciones de iOS. Apple, en una estrategia harto conocida, limitaba las capacidades de su hardware y su software, proporcionando mejoras con cuentagotas.
Temas como la multitarea, la grabación de vídeo, o algo tan absurdo como el mecanismo para copiar y pegar fueron durante mucho tiempo barreras que los usuarios de dispositivos iOS solo podían superar con una opción: el proceso de jailbreaking. Un proceso que cada vez parece tener menos sentido.
Los mecanismos para hacer jailbreak abrían las puertas a toda una serie de posibilidades para las primeras generaciones de iPhone, y también servían como pasarela para la instalación de aplicaciones de terceras partes --no controladas por la App Store-- con servicios como Cydia que hoy en día siguen activos.
Por supuesto, Apple nunca vio con buenos ojos el jailbreaking, y desde el comienzo mantuvo una batalla clara para tapar los agujeros de seguridad que permitían a los gurús de la escena iOS sacar provecho de esas vulnerabilidades y ganar así acceso a privilegios de superusuario.
Como el ratón y el gato, los desarrolladores de jailbreaks y Apple han mantenido un pulso continuo durante todos estos años, pero poco a poco, con ese ritmo pausado pero inexorable, Apple ha ido corrigiendo algunas de las limitaciones de su plataforma móvil y de hecho ha tomado prestadas (¿robadas?) muchas ideas de desarrollos hechos tras el jailbreak para irlos incorporando a iOS. Si hay un ejemplo de ello, ese es iOS 7.
Llega iOS 7
La nueva versión de iOS no solo ha sufrido cambios radicales en su interfaz: también ha integrado una serie de características muy demandadas que en buena parte copian (todos copian de todos, recordémoslo) ideas ya puestas en marcha en otras plataformas y, por supuesto, en desarrollos que habían aparecido en Cydia.
Como señalan en ReadWrite, muchos son los ejemplos en ese último apartado. La gestión de la multitarea era proporcionada hasta ahora por Auxo, y algunas opciones del Centro de Control cubren lo que se podía lograr con SBSettings. UnlockFX para animaciones de desbloqueo, CallBlocker o Auto App Updater son también ejemplos de esas funcionalidades que ahora se integran en iOS 7. Y todos ellos nos hacen reflexionar sobre la actual validez del proceso de jailbreaking.
De hecho, si los usuarios de este proceso se centraban en soluciones como SBSettings o la gestión de multitarea, probablemente sus necesidades se vean satisfechas con las nuevas prestaciones de iOS 7, que ha avanzado de forma notable en esos apartados. Puede que esos usuarios no hagan el jailbreak de sus dispositivos, pero aún así, el interés de esa apertura seguirá siendo notable.
Al jailbreak le queda mucha guerra que dar
Por supuesto aún hay muchas opciones que pueden ampliar las prestaciones de un iPhone o de un iPad, incluso si estos están provistos de iOS 7.
Una de las más importantes es el soporte de la personalización de la interfaz de usuario. La nueva gama de iconos --muy criticada-- puede ser reemplazada con Winterboard, mientras que otros quieren mejorar el rendimiento de parte de la oferta software, algo que pueden hacer con Nitrous, un acelerar aplicaciones que hacen uso del motor WebKit.
Hay un buen montón de ejemplos más: crear subcarpetas (FolderEnhancer), hacer tethering de portátiles sin suscripción (MyWi, TetherMe), crear múltiples cuentas de usuario (iUsers) o bloquear anuncios publicitarios (AdBlocker) dejan claro que el jailbreak aún ofrece muchas características atractivas para esos usuarios.
La escena iOS ha mostrado su interés en el jailbreak para iOS 7, y de hecho hace tiempo que supo de la existencia una beta de un proceso de jailbreak para iOS 7, aunque no se ha publicado para evitar que Apple pueda parchear el exploit que da acceso al proceso en el nuevo sistema operativo móvil.
Todo apunta a que al gato y al ratón les quedan aún muchas carreras por dar.
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