La llegada del nuevo iOS 8 es otro importante hito para Apple, que sigue avanzando en materia de sistemas operativos móviles y que como de costumbre aprovecha el lanzamiento de nuevos iPhone para estrenar nueva edición de su plataforma móvil.
Sin embargo, Apple ya aclaró que como era de esperar iOS 8 no solo estará disponible en los nuevos iPhone 6 y 6 Plus, sino en otros smartphones y tablets de la compañía. Y la pregunta, claro, es cómo funcionará en esos dispositivos. ¿Vale la pena actualizar?
La obsolescencia vuelve a hacer acto de presencia
La respuesta nos la dan varios análisis y comentarios que han ido apareciendo en Internet estos últimos días. Esta semana aparecía por ejemplo un interesante artículo en Ars Technica en el que se evaluaba el rendimiento del iPhone 4S con iOS 8.
Sus redactores nos recordaban cómo anteriores experiencias habían sido agridulces: iOS 6 no iba del todo mal en el iPhone 3GS, mientras que iOS 7 demostró no ser capaz de funcionar adecuadamente en el antiguo hardware de los iPhone 4, que no eran capaces de mover ese sistema operativo con fluidez. Ese era desde luego uno de los casos que llevaban a pensar en esa leyenda urbana que indica que Apple ralentiza deliberadamente sus antiguos modelos antes de sacar nueva versión del iPhone.
En el caso de iOS 8 en el iPhone 4S, las impresiones son decentes: la fluidez del sistema es aceptable en general, pero hay problemas con un tema clave: el tamaño de la pantalla y su resolución. Las 3,5 pulgadas del iPhone 4S hacen que la información en el escritorio y las aplicaciones se tenga que mostrar un poco "apelotonadas" y con una interfaz que a menudo necesita recortar elementos visuales.
El soporte hardware, otro gran problema
No sólo eso, tanto en el iPhone 4S como en otros dispositivos anteriores se pierde por supuesto el soporte con características que van asociadas a ciertas mejoras en el hardware de los nuevos dispositivos. Ocurre con temas como AirDrop o TouchID en este dispositivo, pero también con Handoff para las aplicaciones o el soporte de OpenGL ES 3.0 y la API gráfica Metal.
Otra limitación lógica de las antiguas soluciones es por ejemplo la ausencia de soporte para aplicaciones de 64 bits que lógicamente los antiguos Apple A5/A6 no están preparados para poder ejecutar. Por supuesto, tampoco podremos acceder al sistema de pagos móviles vía NFC que por ahora solo se integra en los nuevos iPhone 6 y 6 Plus.
En ese análisis también se dejó claro como aunque en temas como la autonomía de batería o la navegación web los dispositivos parecen mantener su solvencia, pero la velocidad general de las aplicaciones o sus tiempos de lanzamiento se ven perjudicados, y por supuesto las animaciones del sistema operativo no van fluidas debido a esos viejos procesadores y GPUs que a duras penas pueden mantener el tipo.
Si funciona, no lo toques
Las impresiones finales de Ars Techica parecían prometedoras, y concluían diciendo que "a pesar de los problemas con los que nos hemos encontrado, creemos que la respuesta para la mayoría de la gente sigue siendo un sí [a actualizar]". Sin embargo, los comentarios de usuarios en servicios como Twitter son más críticos -lo comentaban por ejemplo en Time-, y parecen dejar claro que si tienes un iPhone 4S es mejor que no actualices a iOS 8.
Esa realidad es igualmente contundente para los iPad 2 que también se pueden actualizar a iOS 8 pero cuyo rendimiento también se resiente de forma notable según los que lo han probado, incluyendo a los redactores de Ars Technica. El hardware de esos smartphones y tablets es modesto según los estándares actuales, por lo que en nuestro caso recomendaríamos precisamente lo contrario y haríamos mención del famoso "si funciona, no lo toques".
Por supuesto, queda a elección de los usuarios tomar esa decisión, pero sí parece más que recomendable dar una oportunidad a iOS 8 en dispositivos más actuales como los iPhone 5, 5S, y 5C, así como en los últimos iPad (quizá no arriesgaríamos tampoco en los de tercera generación), mucho más preparados en cuanto a rendimiento bruto, aunque de nuevo no podamos usar algunas de las características asociadas al hardware. En el caso del iPhone 5, por ejemplo, este análisis de GottaBeMobile es interesante y deja claro que las ventajas son notables y no hay grandes problemas de rendimiento o estabilidad.
Volver atrás también es posible
En cualquier caso, lo que siempre es recomendable antes de realizar este tipo de operaciones de actualización es un backup de nuestro sistema y aplicaciones a través, cómo no, de iTunes. La opción de copia de seguridad cuando conectamos nuestro dispositivo iOS debe usarse en conjunción con la que está en Archivo/Dispositivos y que nos permite "Transferir nuestras compras desde [nombre de dispositivo]" para exportar nuestras compras de aplicaciones, música o vídeos directamente al disco duro. También podemos hacer una copia en iCloud que luego podremos restaurar.
Eso sí: cuidado, porque volver a iOS 7 tras instalar iOS 8 es algo que Apple permite durante cierto tiempo (apenas unos días normalmente según la experiencia con antiguos lanzamientos de iOS), pero lo pone difícil si pasa ese plazo.
Por eso siempre resulta interesante tener una copia del fichero de iOS 7 (en concreto, iOS 7.1.2.ipsw que podréis encontrar también en Internet) para hacer una restauración manual en caso necesario. Tenéis más detalles en artículos como este que explican este proceso y que ayudan a comprender ese proceso de actualización y "desactualización".
En Xataka Móvil | iOS 8 no será compatible con el iPhone 4
En Xataka | iOS 8, así es el sistema operativo con el que Apple quiere el liderazgo del móvil
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