Sin duda, pocos serán los que a estas alturas no hayan oído algo acerca de la malograda aplicación de Mapas. Descalificada por gran parte de los usuarios y motivo de singulares parodias, muchos son los que suspiran por un programa a la altura de la abandonada Google Maps. Podría decirse que están de suerte, dadas las recomendaciones del propio Tim Cook en su “mea culpa” entonado en forma de carta.
No obstante, según el diario The New York Times, la inclusión de Google Maps en el iPhone, allá por el 2007, habría sido una decisión de última hora tomada por Steve Jobs con el propósito de poder realizar una brillante demostración de la tecnología multitáctil del dispositivo.
El mencionado rotativo cita a un ex-ingeniero de Apple que revela que los mapas nunca habían formado parte en el plan original de desarrollo del iPhone. Sin embargo, Apple se las arregló para cerrar a toda prisa un acuerdo con Google para incorporar su base de datos cartográfica.
Según dicha fuente, la cual ha deseado no ser identificada públicamente, dos ingenieros trabajaron a destajo durante las tres semanas previas al evento de presentación del primer iPhone para poner a punto la aplicación de mapas.
Principio y fin de una larga colaboración
En una época anterior al lucrativo negocio de la App Store y aplicaciones de terceros para iOS, los de Cupertino habían escogido a los de Mountain View como socio clave en el apartado de mapas y búsquedas. Una alianza un tanto lógica, a tenor de la situación dada en aquellos meses.
Android no era más que un proyecto incipiente y Eric Schmidt, consejero delegado de Google por aquel entonces, disfrutaba de una asiento en la junta directiva de Apple.
Tiempo más tarde sería el propio Jobs el que reconocería, en el marco de la famosa entrevista en la que el equipo de AllThingsD le reunió con Bill Gates, que Apple no sabía hacer mapas y se encontraba en un terreno desconocido en ese sentido. En palabras de Jobs “sabemos cómo hacer el mejor cliente de mapas del mundo, pero no sabemos como hacer el backend”.
Sin embargo, Apple renegó de tal acuerdo a principios del presente año para revelar su proyecto de cartografía propia, el cual se presentaba como una réplica a la altura de los mapas de Google. A estas alturas de partido, todos estamos familiarizados con las consecuencias de esta abrupta decisión.
Probablemente tardaremos mucho tiempo en averiguar todas las razones que la motivaron. Lo que sí se ha puesto de manifiesto con la actualización a iOS 6 de los smartphones y tablets de Apple, es la intención de la compañía de prescindir de cuantos servicios de Google le sea posible. Por el momento, el motor de búsqueda por defecto en Safari permanece. No así YouTube y los polémicos mapas.
Intereses creados o un simple asunto de rencillas entre empresas rivales. Sea como fuere, lo cierto es que hasta aquel que nunca hizo uso de Google Maps, echa ahora de menos la aplicación.
Vía | The New York Times.
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