iPhone X vs Samsung Galaxy Note 8: el cara a cara los candidatos a móvil del año

El iPhone X es tan oficial como especial. Especial por el simple hecho de ser un teléfono diseñado para existir en una única generación, a no ser que el futuro nos depare alguna sorpresa. Un teléfono que debe existir en este año y no en ninguno más, pues en este año Apple celebra el décimo aniversario del iPhone, y esta exclusividad no debe afectar al transcurrir de la gama de ahora en adelante.

El hecho de ser especial confiere a este iPhone X una serie de cualidades sentimentales contra las que seguramente sea complicado luchar, pero aún así lo enfrentaremos a la joya de la corona rival. Apple contra Samsung, Madrid contra Barcelona, Stark contra Lannister; iPhone X contra Samsung Galaxy Note 8. Veamos sus principales características para ver la propuesta de cada fabricante.

Por primera vez, OLED vs AMOLED

Como nos gusta decir, la cara es el espejo del alma y la pantalla es la cara de un teléfono móvil. Es lo primero que vemos cuando lo sacamos de su caja y de su tamaño y calidad dependerá en buena medida la experiencia con el dispositivo. Por no hablar de que también tendrá influencia directa sobre su consumo de batería al ser el componente más tragón de todos.

En este caso tenemos un caso especial dado que se produce la primera batalla de OLEDs, con el panel OLED de 5,8 pulgadas de Apple frente al AMOLED de 6,3 pulgadas de Samsung. Un duelo que se salda con una densidad de 463 píxeles por pulgada del lado de los americanos y 521 píxeles por pulgada del lado coreano. Una batalla más que interesante.

Ambos fabricantes han apostado en esta generación por los terminales sin apenas marcos, aunque el diseño de Apple se muestra más agresivo, recortando al máximo el espacio de los accesorios del frontal. Habrá que ver cuántas críticas recibe por esos "cuernos" producidos por la cámara frontal que Samsung coloca en otro lugar, pero sin duda se trata de dos fantásticas pantallas. Sobre el papel, al menos.

Como interesante será conocer el rendimiento de este primer panel OLED en un teléfono de Apple en toda su historia, fabricado curiosamente por Samsung aunque con las especificaciones diseñadas al milímetro en Cupertino. El iPhone X no lo tendrá nada fácil. Al menos no según DisplayMate que le ha concedido al Note 8 el primer sobresaliente de su historia, no es decir poco.

Enseñadnos esos cerebros

Aunque evaluar la potencia y rendimiento en este caso sea hartamente difícil. Principalmente porque tanto iOS como Android cuentan con arquitecturas y requerimientos muy dispares, tan dispares que el primero puede ejecutarse con fluidez en configuraciones de hardware muy inferiores a las usadas en terminales Android para llegar al mismo punto. Pero aún así, veamos los cerebros de uno y otro modelo.

El caso de Samsung venía ya predefinido desde el lanzamiento del Galaxy S8, pues los coreanos suelen repetir, salvo sorpresa, en la segunda mitad del año. Así, el Note 8 cuenta con un Exynos de 8 núcleos, el Exynos 8895 a 2,3GHz y que se apoya en 6GB de RAM. Para las memorias se cuenta con 64GB más la posibilidad de usar una microSD, y en algunos países se han lanzado versiones superiores en 128GB y 256GB.

Si nos fijamos en el iPhone X vemos que porta el nuevo Apple A11 Bionic, un chip que por primera vez cruza la barrera de los cuatro núcleos para convertirse en un procesador con seis que corre a 2,35GHz, aparentemente según las últimas filtraciones. Futuros análisis determinarán con exactitud esta cifra pero sí se sabe que está acompañado por 3GB de RAM y que hay dos opciones de memoria: 64GB y 256GB sin posibilidad de añadir una microSD para expandir el conjunto.

Como vemos, ambos son dos pesos pesados en cuanto a potencia y también lo son en precio. El Note 8 debutó en Europa a 1010,33 euros mientras que el iPhone X lo hace a 1.159 euros en su modelo de 64GB, aumentando de precio hasta más de 1.300 euros si buscamos el modelo con 256GB. La diferencia, aquí a favor de Samsung, es que los móviles Android bajan de precio con el paso de los meses mientras que Apple maneja bien los tiempos en este sentido, favoreciendo así la segunda mano.

Sonríe al pajarito

La cámara, el eterno debate sobre la cámara. Si es mejor un sensor o dos, si es más conveniente uno de los sensores especializado o si por el contrario lo ideal es disponer de zoom óptico por la diferencia de distancia focales. En este caso no hay problemas porque ambos contendientes han apostado por lo mismo. Ambos cuentan con una cámara dual, ambos con distintas distancias focales y ambos con su particular modo Retrato, que en Samsung se llama Live Focus.

Podemos empezar por Samsung, uno de los últimos fabricantes en sumarse a la tendencia de los dos ojos en telefonía, que ha optado por dos sensores de 12 megapíxeles, ambos con estabilización óptica. El primero es de 26mm y el segundo de 52mm, con aperturas f/1.7 y f/2.4 respectivamente. Además, cuentan con un doble flash LED y, por supuesto, con zoom óptico de 2x, o dos aumentos.

El caso del iPhone X es muy parecido al del Note 8, como también lo es al del iPhone 7 Plus del pasado año. Apple ha apostado de nuevo por las dos lentes con dos sensores de 12 megapíxeles con 28 y 56 milímetros y con aperturas f/1.8 y f/2.4, idénticas a las del iPhone 8 Plus. También cuentan con flash LED dual y también ofrecen zoom óptico de dos aumentos. Por cierto, Apple ha incluido un segundo estabilizador óptico en la espalda. Ya no hay una lente coja.

Ambos equipamientos pueden optar al mejor móvil fotográfico de este 2017 sin muchos problemas y habrá que comprobar, fotografía a fotografía, qué rendimiento ofrece cada una en las distintas situaciones. Un cara a cara fotográfico de ésos que tanto gustan pues en estas competiciones ha de ganar alguno, aunque los aficionados de cada uno de los dos bandos no soporten quedar en segundo lugar.

Y por último, el resto

Porque un teléfono móvil no sólo se compone de las piezas que hemos comentado anteriormente, sino de muchas más. Como de la batería, con 3.300 mAh del lado Samsung y 2.700 mAh en la acera de Apple. Una batería cuyo rendimiento dependerá en buena medida del consumo de cada procesador durante su ejecución. Recordemos, de nuevo, que son dos sistemas diferentes con consumos distintos.

Ambos terminales son resistentes al agua, por si a alguien le interesa este aspecto, con la certificación IP68 para el Note 8 y la IP67 para el iPhone X, y con ambos podremos acceder a los sistemas de pago de cada fabricante, tanto Samsung Pay como Apple Pay, gracias a su chip NFC y al lector de huellas para autorizar las operaciones. La diferencia es que en el Note 8, como en el resto de Android, podremos acceder a otros sistemas de pago como el de Android o el propietario de los bancos. En Apple, por desgracia, el acceso al NFC está limitado.

Sea como fuere, estamos ante los dos modelos llamados a liderar los catálogos de sus creadores, y veremos a ver si no lo hacen también en cuanto a ventas, pues ambos fabricantes han colocado teléfonos entre los más vendidos del año a nivel individual. ¿Serán estos dos los más vendidos en los próximos meses? Los precios invitan a pensar que no, pero nunca se sabe qué puede ocurrir. Que gane el mejor.

iPhone X vs Samsung Galaxy Note 8

En Xataka Móvil | Las claves del nuevo iPhone X, el teléfono del 10º aniversario del iPhone