Podría decirse que trabajar en una empresa como Apple sería el sueño de todo tecnófilo en esta vida, incluso a costa de sufrir en carnes propias las conocidas "manías" con las que Steve Jobs deleita de cuando en cuando a sus empleados. Leyenda urbana o no, lo cierto es que las ofertas de trabajo publicadas en la web de los de Cupertino ofrecen algunos indicios sobre la evolución de su preciado iPhone.
Aunque no es nada concluyente, resulta significativo el hecho en sí de una posible e inminente nueva generación de teléfonos de la compañía coincidiendo con el anuncio de reclutamiento de un experto con extensos conocimientos en WCDMA/UMTS, HSPA, HSPA+ y LTE, siendo estas dos últimas distintos estándares de las redes 4G que están empezando a implantarse en algunos países y coincidiendo además con el sobrenombre ya acuñado por el populacho, el iPhone 4G.
No obstante, no es cuestión de buscar los tres pies al gato o de mirar más allá de donde alcanza la vista. Lo que algunos tachan de broma macabra del destino con la coincidencia de los nombres, no es más que la extensión en el tiempo de la nomenclatura ya usada a tenor de la velocidad de la conexión de datos ofrecida por el terminal.
Por otro lado, la noticia surgida en diciembre del pasado año a raíz de un comentario en Twitter de Eldar Murtazin, conocido editor de Mobile Review, sobre la puesta en marcha de la producción del nuevo terminal por parte de Foxconn, daría al traste con la posibilidad de incorporar los nuevos estándares de conectividad a tiempo.
Al menos de cara a principios del próximo verano, fecha estimada y acostumbrada de presentación, salvo que Apple pretenda dar un giro inesperado en su estrategia, lo cual no sería de extrañar teniendo en cuenta lo difícil que Google y Android le va a poner las cosas. Lo que tampoco impide que los máximos responsables de ambas compañías se sienten para disfrutar de un café en Palo Alto.
Lejos de toda broma nos encontramos con los requisitos solicitados para el puesto de Cellular Technology Manager, donde el elegido tendrá que responsabilizarse del equipo de protocolo de software, además del diseño, implementación e integración de los protocolos de capa 1-3 para el iPhone, así como conocer el ciclo de desarrollo de un teléfono móvil, además de otra serie de cualidades personales.
De ahí a decir que el próximo iPhone gozará de conexión 4G, como algunos medios han asegurado en los últimos días, hay un largo trecho. Sólo esperamos que Apple no se duerma en los laureles y sea capaz de sorprender con algo realmente novedoso. Aunque, a decir verdad, no parece que el hecho de permanecer en la retaguardia tecnológica le afecte en grado alguno, sobre todo a nivel de cifras de ventas.
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