RIM parece querer soltar lastre con el fin de dejar atrás los malos momentos que la multinacional atraviesa en los últimos meses. Los de Waterloo no sólo se han deshecho de los anteriores directores ejecutivos de la compañía, sino que en la transición al esperado BlackBerry 10, también tienen intención de dejar de lado una de sus señas de identidad más representativas: el completo teclado QWERTY.
En declaraciones al diario The Washington Post, la responsable de comunicación corporativa, Rebecca Freidburger, ha revelado que el primer smartphone en equipar la nueva plataforma para dispositivos móviles no contará con el mencionado teclado, adoptando una apariencia similar a los iPhone y Samsung Galaxy S III con los que los canadienses parecen querer entrar a competir directamente, y que ya vimos ejemplificado en el prototipo facilitado a los desarrolladores bajo el nombre de BlackBerry 10 Developer Alpha.
Los smartphones BlackBerry son conocidos tradicionalmente por ser los más indicados para la mensajería y el correo electrónico, precisamente debido a la presencia del acostumbrado teclado físico. Por este motivo, analistas como Colin Gillis, de la empresa BGC Financial, no han dudado en calificar la decisión de eliminarlo como un craso error.
Aunque en sus declaraciones Freidburger ha matizado que el teclado volvería a verse en determinados dispositivos BlackBerry, no contar con el componente más característico que diferencia a RIM de sus competidores, y que se puede calificar como uno de los puntos fuertes de la marca históricamente hablando, podría acabar totalmente con los lazos que la fiel comunidad de usuarios ha mantenido hacia la firma, además de acabar de un plumazo con uno de los también considerados puntos fuertes de sus dispositivos.
Sea como fuere, la confirmación está ahí y aún nos queda esperar para ver el resultado final y la reacción del mercado en su conjunto, para comprobar el efecto de este órdago lanzado por RIM con el fin de sanear sus cuentas y recuperar posiciones en la industria.
Vía | The Washington Post.