Es un desastre sin paliativos.
Esas han sido las escuetas declaraciones de Vic Albioni, uno de los accionistas de la compañía más activos refiriéndose a los resultados y la actual estrategia de la compañía canadiense. Y no es para menos. RIM no podría escoger peor escenario, la presentación de pérdidas por valor de 518 millones de dólares (cerca de 417 millones de euros) durante el primer trimestre del actual ejercicio fiscal finalizado el pasado 2 de junio, para anunciar el retraso de BlackBerry 10 hasta 2013.
BlackBerry 10, sin fecha definida
Los de Waterloo han puesto la toda la carne en el asador para dar luz verde al nuevo sistema operativo, el cual se ha convertido en potencial salvador de la compañía, que ha perdido cuota de mercado de forma progresiva ante los smartphones con iOS y Android. No obstante, su puesta en marcha ya lleva un año de retraso.
En una conferencia telefónica con analistas, el sucesor de Balsillie y Lazaridis como director ejecutivo de la compañía, Thorst Horstein, ha aclarado que no desea entregar al mercado un producto que no está preparado para satisfacer las necesidades de sus clientes. Algo que le honra y que puede suponer un cambio drástico en la filosofía de la empresa tras los batacazos de la familia de terminales BlackBerry Storm y el tablet BlackBerry PlayBook.
Sin embargo, el tiempo corre en su contra. Mientras trata de sacar el máximo rendimiento a unos terminales con fecha de caducidad desde su presentación el mercado, al igual que el sistema operativo BlackBerry 7 que equipan, es más que probable que BlackBerry 10 llegue a las tiendas tarde. Eso, en román paladino significa, tras el lanzamiento del sexto modelo de iPhone y una nueva oferta de teléfonos inteligentes con una nueva versión de Windows Phone, dejando atrás las fechas navideñas tan propicias para las ventas de este tipo de dispositivos.
Cambios de estrategia y recortes en empleo
Además de la demora de BlackBerry 10 y las pérdidas anunciadas, equivalentes a la depreciación de 99 centavos por acción, frete a la previsión inicial de un único centavo y contrastando con los 695 millones de dólares (560 millones de euros) de ganancias en el mismo periodo del pasado año, la multinacional ha anunciado la eliminación de 5.000 puestos de trabajo antes de finalizar el presente año, lo que supone casi un tercio del total global de la compañía. Un drástico recorte con el que pretende ahorrar 1.000 millones de dólares en gastos (unos 805 millones de euros).
Heins declaró que RIM se encuentra en intensas negociaciones con varios socios potenciales como parte de una revisión estratégica, además de centrarse en el licenciamiento de la nueva plataforma para construir una sólida base de suscriptores. Algo apunta a que los servicios de RIM podrían ir más allá de los smartphones BlackBerry.
Idea ésta que parece no ser lo suficientemente buena para inversores como el ya citado Alboini, que cree que la única forma de sacar rendimiento de la empresa en su actual estado es pasar por la venta de sus diferentes divisiones, en un plan dejado como legado por el propio Jim Balsillie poco antes de abandonar la compañía que él mismo fundó.
Sólo resta quedarnos con la opinión del analista de Sterne Agee, Shaw Wu: “Esta es una gran tragedia. Fue una empresa dominante y han desperciado todas las oportunidades.”
Vía | The Wall Stree Journal.