RIM podría estar considerando seriamente la fragmentación de la compañía en dos divisiones claramente diferenciadas. En este caso se trataría de una división dedicada a la fabricación y comercialización de terminales, mientras que por otro lado sus servicios de mensajería podrían ser abiertos a otras plataformas.
The Sunday Times, diario que se hizo eco de las primeras informaciones a los largo del día de ayer, añade incluso la posibilidad de que los de Waterloo estén estudiando diversas vías para la división escindida de fabricación de smartphones: la puesta en marcha de una nueva empresa totalmente independiente cuyo propósito sería el mismo, fabricación y distribución, o sacar la misma a la venta a precio de derribo, teniendo en Facebook y Amazon sus principales pretendientes.
Otra de las alternativas que el rotativo británica da a conocer citando fuentes anónimas, es la venta de sus tecnologías de mensajería instantánea y correo electrónico a otras grandes compañías del sector, como Apple o Google, para su implantación en sus propias plataformas móviles, a falta de poder vender el servicio a clientes finales para su puesta en marcha en dispositivos iOS y Android.
Las especulaciones en este controvertido asunto, que afecta de lleno a la credibilidad y confianza de una de las compañías precursoras de los smartphones, llegan al extremo de ver a la totalidad de la compañía vendida a cualquier otro gigante de la industria tecnológica como Microsoft. Aunque de estar sobre por la labor, no habría mucho que los de Redmond su hubieran hecho con Nokia.
De todos es sabido que RIM no está atravesando el mejor de sus momentos, sobre todo en lo que al terreno financiero respecta. Tras el último BlackBerry World en el que la compañía canadiense puso sobre la mesa algunos de los pilares sobre los que asentar la compañía con el fin de recuperarse, apostando al tiempo por un ambicioso plan de reestructuración. Resulta un tanto difícil otorgar toda la credibilidad que la noticia se merecería, sin haber esperado a que RIM pusiera sobre la mesa alguno de sus próximos desarrollos.
No obstante, en una industria tan convulsa como la tecnológica, no debemos desechar cualquiera de las posibles alternativas antes de recabar más información al respecto.
Vía | Reuters.