El Ministerio de Industria ha publicado por fin en el BOE los pliegos del concurso para la adjudicación del famoso y polémico Servicio Universal de acceso a Internet, que en principio tendrá una validez de cinco años, hasta el 1 de enero de 2017.
Este Servicio Universal tiene carácter de servicio público, por lo que ha de cumplir una serie de condiciones fijadas por el Ministerio, que en teoría deben garantizar que todos los usuarios españoles dispongan de una conexión con una “calidad suficiente” y a un precio asequible. Condiciones que os contamos en detalle a continuación.
Para empezar, las operadoras que se decidan a prestarlo deberán ser capaces de ofrecer conexiones con velocidades descendentes no inferiores a 1 Mbps de promedio a lo largo de cualquier periodo de 24 horas (no se especifica velocidad de subida). Estos accesos y de acuerdo con el principio de neutralidad tecnológica podrán ser facilitados a través de cualquier tecnología por cable o inalámbrica, fija o móvil.
El operador designado deberá ser capaz de satisfacer todas las solicitudes razonables de conexión a la red pública de comunicaciones electrónicas desde una ubicación fija, con las prestaciones que le solicite el usuario (con capacidad para el servicio telefónico, con capacidad para banda ancha, o ambas) en un plazo máximo de 60 días naturales, contados a partir de su recepción.
Los precios del Servicio Universal en zonas de alto coste, rurales, insulares y distantes han de ser comparables a los precios de los mismos en áreas urbanas. Además deben ofrecerse planes de precios en los que el importe de las cuotas de alta, el de los conceptos asimilados y el de las cuotas periódicas fijas de abono no limiten la posibilidad de ser usuario del servicio, recurriendo por ejemplo a Abonos Sociales para jubilados y familias con rentas bajas.
Como podemos comprobar, el flamante Servicio Universal tiene unas características que dejan mucho que desear de cara a poder acceder a la mayoría de los servicios que ya están disponibles en la Red y a los que están por venir.
Si bien hay que tener en cuenta que se trata de un servicio enfocado a cubrir las necesidades de las regiones más “desconectadas” y a reducir la brecha digital existente, la realidad es que las diferencias entre estas regiones y el resto del país se seguirán manteniendo o incrementando, ya que la propuesta de 1 Mbps ha sido bastante poco ambiciosa (por no definirla de otra forma) para la época actual, limitando a los usuarios a las actividades más básicas en Internet.
Ya se que no nos encontramos en una situación económica ni geográfica similar a la de otros países como Corea del Sur, donde su gobierno quiere que a finales del año 2012 todo hogar tenga acceso a una conexión de fibra de 1 Gbps, pero quizá se podría haber elegido una opción intermedia.
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