Decidme si la siguiente escena os suena de algo: Nos encontramos en la presentación de un libro o estudio relacionado con Internet y las tecnologías de la información y las comunicaciones, al que asiste la plana mayor de alguna operadora, el ministro de Industria de turno y el representante de la CMT que corresponda.
Tras explicar a los asistentes cuánto hemos avanzado en tecnología estos últimos años en España y después de comprobar cómo está creciendo el uso de la Internet móvil y el de las redes de “Banda Ancha” (si es que se las puede llamar así), llega el momento de los buenos propósitos de cara a los próximos años:
Esta situación ya la he vivido: El Déjà vu de la Agenda Digital Europea
¡Vamos a cumplir con los objetivos de la Agenda Digital Europea!, es decir, para 2020 el 100% de los ciudadanos deberemos poder acceder a Internet a velocidades de por lo menos 30 Mbps y un 50% deberíamos ser capaces de disponer de conexiones de 100 Mbps.
En esta ocasión, ha sido el nuevo ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria quien en la presentación de La Sociedad de la Información en España 2011 ha declarado la intención de su equipo de gobierno de trabajar en la realización de reformas encaminadas a eliminar trabas burocráticas e incrementar el número de ciudadanos que puedan acceder a estas velocidades.
Las reformas, que ya están en marcha, van encaminadas a muchos objetivos como el de aumentar la competencia real en un marco regulatorio seguro para todos los operadores, así como lograr la igualdad en el acceso a los distintos servicios para disminuir la brecha digital. Es necesario que las reformas vengan por cambios regulatorios que estimulen la inversión en redes. Esto debe constituir el acicate para aumentar la capacidad de competir de la economía española.
Suena bien pero, aunque no dudo de las buenas intenciones del ministro, permitid que mantenga mi escepticismo hasta que se empiecen a tomar medidas concretas y veamos una evolución real en la implantación, extensión y socialización de la Banda Ancha en España, que se llevará a cabo cuando desaparezcan las múltiples brechas digitales que sufrimos actualmente en nuestro país.
Brechas digitales: ciudadanos de primera y segunda división
Brechas que no se limitan únicamente a la disponibilidad o no del servicio en la puerta de nuestras casas (requisito por otra parte imprescindible), sino que son también de carácter cultural, educativo, práctico y sobre todo económico. Con la difícil situación financiera que actualmente están sufriendo millones de españoles, me parece complicado que muchos de ellos puedan acceder a este tipo de accesos de Banda Ancha a los precios actuales.
No hace falta que os diga que en España tenemos una de las Bandas Anchas más caras y lentas de nuestro entorno, pese a lo que se nos quiera hacer ver desde las instituciones, es un tema recurrente que tratamos con frecuencia. Acceder a Internet se está convirtiendo en un lujo para muchos, e iniciativas como el acceso de Banda Ancha Universal no parece que estén por la labor de solucionar el problema, dado que sus precios no son lo que podríamos denominar “sociales”.
¿Que en 2020 habrá la posibilidad de que el 50% de la población tenga conexiones a 100 Mbps? Puede que teóricamente sí, ya que no me cabe duda de que las operadoras se esforzarán en llevar este tipo de acceso a los grandes núcleos de población en donde invertirán ingentes cantidades de recursos humanos y económicos. Pero, ¿y el resto de los ciudadanos? serán víctimas de una nueva brecha digital relacionada con su ubicación geográfica.
Aquí es donde las Administraciones locales jugarán, o deberían jugar, un papel fundamental, acercando las redes de nueva generación a sus ciudadanos mediante tecnologías fijas o inalámbricas, desplegando si es necesario redes neutras que aseguren la integración de sus contribuyentes en la Sociedad del Conocimiento que está por llegar.
Sin embargo, estas administraciones no andan muy boyantes últimamente, por lo que no creo que en la mayoría de los casos puedan permitirse invertir en unas infraestructuras cuyos beneficios para la sociedad no son tan inmediatos ni tan necesarios como mantener el alumbrado público o el buen estado de las calzadas.
¡Qué bien nos vendría ahora, para mejorar nuestras infraesctructuras de telecomunicaciones, un nuevo Plan E empleado en redes de fibra en lugar de en pintar farolas y mejorar las rotondas de los pueblos!, ¿no creéis?
Más información | Europa Press
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Foto | Sugar Pond, Memphisto en Wikimedia Commons