Escuchamos profecías sobre el descenso de las ventas de música por culpa de las descargas, del hundimiento de un modelo de negocio que se resiste a morir pese a que, guste o no, le queda poca vida. No diré que los discos vayan a desaparecer, pero sí que se van a convertir en algo residual, propio de los fans.
La última prueba de esto son los datos que se han filtrado desde Promusicae con las ventas de discos en Semana Santa. Es normal que sean bastante bajas en estas fechas, pero los números que han llegado son demoledores.
Un par de datos: el último album de “La Bien Querida” entra en el Top100 con 75 copias, pero es que el acumulado de “Radiohead” por su último disco se queda en poco más de 2.200. “Britney Spears” no llega a las 5.000.
En principio sólo representan un 79% de las ventas en formato físico, pero con semejantes resultados lo importante es centrarse en la tendencia. Por supuesto, desde una buena cantidad de medios se han apresurado a condenar a las descargas y a la llamada piratería, ya que, siguiendo el ejemplo de Radiohead, los discos en España suponen un 10% de las ventas que consiguió en Reino Unido en tan solo un día.
Es obvio que la piratería existe y en ese aspectos los españoles superamos las costumbres británicas pese a los descensos generalizados Sin embargo, si alguien comente el error de pensar que se trata de un caso aislados y de no verlo como una tendencia dispuesta a seguir extendiéndose, puede seguir esperando. Se escucha más música que nunca y se venden menos CDs. ¿Ha muerto el formato físico?
Vía | Jenesaispop