Banda ancha en zonas rurales: ¿qué opciones hay?

Banda ancha en zonas rurales: ¿qué opciones hay?
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Muchas veces os hablamos de ofertas, tarifas y tecnologías que podemos utilizar en grandes, medianas y pequeñas ciudades, y pueblos más o menos grandes. No obstante no podemos olvidar que millones de españoles viven en zonas rurales y para ellos probablemente acceder a la banda ancha sea o muy complicado o imposible.

Por suerte la tecnología avanza y, cada vez más, es posible contratar conexiones de banda ancha (o mediana) en prácticamente todo el país, reduciendo de este modo la brecha digital. ¿Os parece si repasamos las opciones de las que disponemos cuando no podemos conectarnos por ADSL o cable?

La opción simple: el 3G

La opción más cómoda, económica y sencilla de todas es el 3G. Todos los operadores móviles del país ofrecen datacards USB (o pequeños routers) que, simplemente contratando una tarifa e insertando en el dispositivo una tarjeta SIM, permiten conectarnos a Internet con una calidad suficiente para muchas personas. Además, de paso, tendríamos conexión a Internet en movilidad.

Si no somos especialmente exigentes con la velocidad de conexión o con la latencia podemos ahorrarnos todo tipo de instalación en nuestro domicilio, dado que únicamente necesitamos un dispositivo.

El mayor problema es que es posible que no haya una cobertura suficiente en la zona desde la que queremos conectarnos (aunque existan antenas amplificadoras). Además, si somos usuarios exigentes es una opción poco adecuada, sobre todo viendo que prácticamente todas las tarifas tienen límite de transferencia de datos (que, además, en condiciones de señal deficiente no podemos aprovechar del todo).

LTE, la opción que acaba de comenzar

4G bus

Si estos días estamos viendo noticias sobre una tecnología concreta, sin duda es sobre el 4G que están desplegando casi todos los operadores móviles españoles. La tecnología LTE permite alcanzar picos de 150Mbps y, a nivel técnico, es la más adecuada para todos los casos (mayor alcance, mayor ancho de banda, handover transparente entre tecnologías).

No obstante hay que tener en cuenta que el despliegue comercial de esta tecnología comenzó hace muy pocas semanas, estando planeados en julio el lanzamiento de dos de las tres redes que existirán a corto plazo. Únicamente Vodafone está ofreciendo en estos momentos servicios de LTE, y desde luego no a nivel nacional.

Zonas como Extremadura, Castilla-La Mancha o prácticamente la totalidad de Castilla y León no tendrán rastro alguno de LTE hasta diciembre de 2014, como bien muestra el mapa que publicaron nuestros compañeros de Xataka Móvil.

Además, hasta que las redes LTE no utilicen la banda de los 800Mhz (actualmente ocupada por los servicios de televisión digital terrestre) esta opción no es apenas viable para utilizar en interiores (las bandas utilizadas son de mayor frecuencia y menor penetración y, por tanto, cobertura), siempre que no se realice una instalación similar en el exterior del edificio (o nos coloquemos cerca de ventanas).

WiMax, el gran olvidado

En España existen varios proveedores de servicios de Internet que ofrecen acceso a través de WiMax, una tecnología de cuarta generación que ofrece una velocidad de transmisión teórica de hasta 70Mb/s (aunque habitualmente jamás se rocen esas velocidades).

No es una tecnología que se ofrezca a nivel nacional, aunque existe cobertura en muchas zonas, sobre todo a través de operadores locales (por ejemplo, en Andalucía existe Instanet). Puede requerir o no instalación (depende, sobre todo, de la distancia a la estación base).

Tras contactar con dos ISP que ofrecen servicios vía WiMax (Instanet e Iberbanda), lo habitual es disponer de entre 1 y 6 megabits por segundo (con picos de 10), bien utilizando un router WiFi o módems USB. No es una opción adecuada para personas que busquen roaming nacional, dado que hay operadores que no operan en todo el territorio (por ejemplo, Instanet me ha indicado que su cobertura se reduce a Málaga y a Sevilla).

Satélite, para cuando no hay más opciones

Antena parabólica

Por supuesto, estoy seguro de que siempre acaban existiendo lugares concretos donde no exista cobertura de los servicios anteriores. En ese caso las conexiones vía satélite son la mejor opción. Recuerdo un pueblo pequeño en Extremadura donde disponen de una conexión a Internet vía satélite para los apenas diez vecinos que residen allí (o residían cuando lo visité por última vez).

Una conexión vía satélite permite ofrecer al abonado mayores velocidades a precios algo superiores. Por ilustrar, Quantis ofrece 20Mbps sin límite de transmisión de datos por unos 70€ al mes, sin contar alta en el servicio ni alquiler de los equipos.

La desventaja es que la instalación puede ser un poco más aparatosa (dado que requiere instalar una antena parabólica) y que este tipo de conexiones tienen siempre una latencia mucho mayor (dado que, al fin y al cabo, el satélite se encuentra fuera de la atmósfera). La ventaja es que esta opción está siempre disponible, dado que la cobertura llega a ser mundial (siempre que el presupuesto lo permita).

¿Qué opción elegir?

A la hora de elegir una de estas opciones hay que tener en cuenta parámetros como si podemos/queremos realizar una instalación en nuestro domicilio, los servicios con cobertura en la(s) zona(s) donde vayamos a utilizarlos, si necesitamos que la conexión sea en movilidad, el uso que vamos a hacer de nuestra conexión y, sobre todo, el presupuesto del que disponemos.

Por ejemplo, si la conexión no ha de ser en movilidad pero necesitamos transferir muchos datos, puede que debamos elegir entre el satélite y el WiMax. Si no somos usuarios exigentes y queremos utilizar Internet para, básicamente, permanecer informados y utilizar sistemas como el correo electrónico o chats, puede que con un módem 3G con limitación de descarga vayamos servidos. Esto ya depende del usuario.

Imagen | Ed Yourdon | Per-Olof Forsberg | Timo Newton-Sims

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