Una vez visto que los cables de Wikileaks iban a dar mucho que hablar, era esperable que volviéramos a citarlos de en alguna ocasión, con unos u otros motivos. Si hace una semana “El País” finalmente publicaba los cables que se le exigían sobre las presiones de EEUU para la creación de la “Ley Sinde”, ahora le llega el turno a una cuestión de seguridad a gran escala.
Según revelan nuevos cables de la diplomacia, China habría utilizado su acceso al código fuente de Windows para realizar ataques informáticos al ejecutivo estadounidense. El código habría sido facilitado desde dos empresas afines, TopSec y Cnitsec (que ahora cuentan con ingresos millonarios y empezaron con pocos miles de dolares), y éste hubiera sido el motivo real del abandono de Google.
Desde luego, resulta una explicación bastante lógica si tenemos en cuenta las acusaciones que se realizaron hace poco más de una semana en otra filtración, cuando se dijo que el ataque hacker a Google pudo haber sido orquestado por el propio gobierno de la República Popular de China. No solo le sucedió al buscador, que acabó por marcharse a Hong Kong, sino que desde el año 2002 estos ataques se repitieron en una treintena de empresas instaladas en el gigante mercado asiático.
Las acciones eran claramente “políticas” y, en un principio, el objetivo real del gobierno chino habría sido que el dominio de Google no enlazase con su versión internacional, sino que se limitara al habitual Google.cn, pero todo fue mucho más allá. Sin embargo, por aquel entonces no estaban seguros de que la acusaciones fuese ciertas, pero “el potencial de continuar la escalada iniciada por los chinos, suponiendo que Google no ceda en su postura, sugiere la necesidad de una respuesta de alto nivel por parte del Gobierno estadounidense”.
Las sospechas tenían sentido. No se trataba ni mucho menos algo dejado al azar, sino que sería coordinado por la Oficina de Información del Consejo de Estado, con altos mandatarios chinos al frente, aunque periódicos como The Times no han confirmado esta fuente. Según el cable, uno de estos políticos “descubrió que la página de Google está sin censurar y es capaz de realizar búsquedas en chino”. Se buscó a sí mismo y encontró una gran cantidad de críticas, el buscador se negó a eliminar el enlace y hasta la propia Hillary Clinton tomo cartas en el asunto cuando ordenó investigar el caso.
No se queda ahí. Ese acceso al código permitió robar hasta 50 Mb de correo electrónico de diversos cargos del Gobierno de los Estados Unidos. Incluso uno de los cables desvela las preocupaciones del gobierno de Hu Jintao por el uso de imágenes satelitales a alta resolución, tipo Google Earth.
El problema es mucho más delicado de lo que en un principio podría parecer. Solo hay que recordar que el sistema operativo de Microsoft está instalado en la inmensa mayoría de los ordenadores del mundo y China realiza una importante inversión en desarrollo en materia de la llamada “ciberguerra” que utiliza con fines más bien dudosos. ¿Quíen puede garantizar ahora la seguridad informática?
Vía | The Register, Summa