Estudian un nuevo algoritmo para compartir enlaces de datos en redes de coches

Muchos fabricantes de automóviles llevan varios años buscando la manera de dotar de conexiones WiFi a sus vehículos, incluso algunos ya lo han incorporado a sus modelos de más alta gama.

Aunque pueda parecer un extra fácil de incorporar, realmente no lo es ya que tiene una serie de problemas asociados, como son el coste o el protocolo a utilizar a la hora de intercambiar información con otros coches, por ejemplo, en un atasco no es necesario informar a todos los coches del mismo porque ya conocen esa información por sí solos. Dos coches equipados con WiFi parados en un semáforo podrían intercambiar información sin coste alguno, pero si quisieran subir esa información a Internet la cosa cambia ya que tendrian que contratar un conexión a Internet por 3G o por satélite. Un grupo formado por investigadores del MIT, de la Universidad de Georgetown y la Universidad Nacional de Singapur (NUS) presentarán durante el simposio sobre los principios de la computación distribuida ACM SIGACT-SIGOPS un algoritmo que permitiría que los coches conectados por WiFi compartieran su conexión a Internet.

El objetivo general detrás del algoritmo es aunar los datos de cientos de coches en tan solo unos pocos, encargados de subirlo a Internet. El problema es que los coches toman caminos totalmente impredecibles, por lo que no podemos saber qué coches se comunicarán entre sí. Sin embargo, podríamos identificar como encargados de subir la información a aquellos coches que entren en contacto con el mayor número de vehículos.

Por otro lado podemos suponer que cada coche de una flota entra en contacto con una fracción del resto en un corto período de tiempo, aunque siendo realistas, no es seguro que todos los coches entren en contacto con una fracción constante de los demás. No obstante, un coche dado podría terminar la recolección de datos y que se pierdan en un garaje privado. Sin embargo, pese a todo, los investigadores fueron capaces de demostrar que, si la red de coches puede ser modelada como una serie de racimos densos, sólo serían necesarias algunas conexiones para que el algoritmo funcione correctamente.

Vía | MIT Foto cabecera | RinzeWind

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