De nuevo vamos con un término que, si bien no es propiamente dicho uno de los elementos de nuestro router, sí que forma parte de su terminología y funcionamiento. Seguro que más de uno se habrá encontrado las siglas DNS al darse cuenta de que eran el problema de su incapacidad para navegar por la red, bueno, pues vamos a ver qué es el DNS y para qué sirve.
Antes de nada, sepamos qué significa DNS: Domain Name System (Sistema de Nombre de Dominio), dicho así no aclara nada porque el término dominio dentro del mundo de las telecomunicaciones no es que sea algo fácil de percibir, pero en realidad es mucho más sencillo de lo que parece.
¿Qué es un dominio?
Pongamos como ejemplo la dirección (o URL) de Google España, www.google.es, obviemos la www y separemos el resto de la dirección por el punto, obtenemos google y es. Cada una de estas palabras distingue un dominio, que se puede entender como una parcela dentro de Internet, en la que puede haber páginas web, ficheros, etc.
Si empezamos desde la derecha tenemos el dominio .es, al cual, al igual que los dominios .com, .net, .org y otros muchos, se le denomina dominio de nivel superior y suele definir un país (por ejemplo .es es España) o el sector hacía el que está orientado el dominio (.com de comercial, .org de organización sin ánimo de lucro, etc).
Dentro de cada uno de estos dominios de nivel superior cuelgan otros muchos subdominios, los cuales van definidos por la siguiente palabra de la dirección web. En nuestro ejemplo esa palabra es google. Así que google.es está dentro del dominio de Google en España, algo lógico. Esta jerarquía puede continuar y definirse más subdominios, por ejemplo calendar.google.com, m.twitter.com, etc.
A fin de cuentas cada una de estas direcciones apunta a un servidor en el que está la web o la información a la que queremos acceder. Un momento. ¿No dijiste que los ordenadores necesitaban de una dirección IP para poder acceder a ellos? Pues esas direcciones no se parecen mucho a una IP. Cierto, y es aquí cuando las DNS vienen a rescatarnos.
¿Para qué sirve el DNS?
Imaginad que queremos darle la dirección de una página genial a un amigo, no podríamos darle la dirección IP de dicha página por dos razones: es un engorro acordarse de tantos números y es muy probable que esa IP cambie con el tiempo.
Es por eso que surgieron las DNS, un sistema para asociar las IP a direcciones completamente legibles, lo cual hace completamente innecesario acordarse de esos conjuntos de cuatro números.
Entrando más en materia, cuando configuramos nuestro router, uno de los parámetros que solemos introducir son los DNS. Esto no es más que una dirección IP que corresponde al servidor DNS donde iremos a buscar la correspondencia nombre/IP. Sí, es irónico el tener que usar una IP para acceder a un DNS pero es la única manera de empezar.
Una vez configurados (ya que normalmente se ponen dos IP, una para un servidor primario y otro secundario) el proceso se vuelve totalmente transparente para nosotros. Al teclear una dirección web en nuestro navegador, el router accederá al servidor DNS y preguntará por la IP del subdominio que hemos tecleado. El DNS mirará en su base de datos interna si tiene dicha IP, y en caso de que no sea así, automáticamente preguntará a otros servidores hasta encontrarla, devolverá dicha IP y actualizará su base de datos con la misma para futuras consultas.
Tranquilos, siempre va a encontrar la IP que buscamos, a no ser que la dirección que hayamos introducido no esté registrada, en cuyo caso el navegador nos dirá que el dominio al que estamos accediendo no existe.
Como consejo debo decir que muchas veces la lentitud en la navegación viene provocada porque el servidor DNS al que estamos accediendo no rinde de manera óptima. Si es nuestro caso la única solución posible es cambiar la IP de nuestro DNS y buscar otro que funcione mejor. Si no sabéis dónde buscar , en Bandaancha tenéis una completa tabla con el estado de cada uno de los principales DNS que se usan en España.
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