¿Deben los ISPs bloquear la publicidad en la Web?

Esta semana saltaba la polémica en Francia cuando Free, uno de sus ISPs más importantes, lanzaba una actualización para sus routers multimedia en la que se activa de forma predeterminada un filtro para la publicidad insertada en las webs.

La funcionalidad puede ser desactivada fácilmente desde el menú de configuración interno de los routers, aunque muchos usuarios no tienen los conocimientos necesarios para ello o simplemente no se atreven a tocar dichos menús por miedo a estropear algo, por lo que el filtro queda activado por defecto impidiendo la visualización de una gran parte de anuncios procedentes de sistemas como Google Adsense, NetAvenir o AdTech.

Algunos medios franceses se lanzaban estos días rápidamente a criticar la medida de Free, ya que al poner impedimentos en la visualización de publicidad se perjudica claramente una de las fuentes de ingresos de muchos periódicos y servicios digitales que operan total o parcialmente gracias a la financiación obtenida por este tipo de campañas.

Bloquear o no bloquear, he ahí la cuestión

¿Es correcto que los ISPs bloqueen por defecto (este parece ser el punto clave del asunto) la publicidad en la web? La respuesta de muchos medios y usuarios franceses parece indicar que no, por varios motivos.

En primer lugar porque no se da al usuario la opción de incluir en la funcionalidad de Free listas con sitios permitidos que admitan publicidad, lo que resulta esencial para apoyar económicamente a sitios en concreto que visitemos con frecuencia y que deseamos continúen con sus actividades.

En este punto, si el ISP hubiese incluido dicha funcionalidad y además no activase de forma predeterminada la opción en todos los routers, probablemente no habría ningún problema, ya que soluciones similares existen desde hace tiempo para los navegadores web (hace poco vimos incluso una que funcionaba por hardware para todos los dispositivos del hogar). Simplemente quien quiere instala uno de estos plugins y lo configura a su gusto, o por el contrario no hace absolutamente nada y visualiza todos los anuncios que le van saliendo al paso.

Pero además, tenemos el delicado aspecto de la neutralidad en la Red. Y es que con este movimiento, Free está limitando por defecto un tipo de contenido (que en ocasiones es ciertamente invasivo y molesto) con respecto a otro, bordeando peligrosamente la delgada línea que separa la censura de la utilidad.

Publicidad en la web, ¿si o no?

Bueno, personalmente no es que sea un gran fan de la publicidad en la web, pero he de reconocer que cuando se sitúa de forma poco invasiva (sí, también odio las dichosas ventanitas emergentes que salen cada dos por tres con anuncios de todo tipo que muchas veces no vienen a cuento) es un medio adecuado y necesario para mantener en funcionamiento muchos servicios en la Red, desde portales de noticias hasta sitios de vídeos como YouTube.

En poco tiempo, la tendencia de esta publicidad digital será la de convertirse en una fuente de información cada vez menos molesta y más útil, mostrándonos cosas, objetos y servicios que realmente nos interesen o nos vayan a interesar en el corto y medio plazo.

Aquí jugarán un papel fundamental las tecnologías de posicionamiento móvil y los hogares hiperconectados, capaces de detectar necesidades de los usuarios (imaginad por ejemplo un frigorífico inteligente que detecte que no tenemos leche y nos muestre publicidad del supermercado), en tiempo real y con una amplia base de datos de nuestros gustos y compras pasadas.

Este tipo de publicidad puede considerarse como intrusiva, invasiva o pervasiva hoy en día, pero cuando sus formas y modelos de negocio se vayan refinando y perfeccionando con el tiempo, formarán parte de nuestras vidas cotidianas, siempre que queramos que lo hagan.

El punto clave de todo este asunto creo que está en dejar al usuario que opte libremente por qué quiere ver, dónde y cuándo quiere hacerlo, sin imponerle restricciones predefinidas que afectarán a sus experiencias en la web. Es decir, la cuestión es darnos la posibilidad de elegir, no restringir nuestra libertad de acción, al fin y al cabo, dicha libertad es uno de los pilares que han hecho grande a Internet.

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