No hay dispositivo más esencial para conectarnos a Internet que un router WiFi. Además de otorgar conexión a la web, es un equipo al que podemos sacarle mucho partido: algunos incluyen una útil conexión con la que compartir archivos sin cables. Ya sea que uses un router de operador o uno comprado por ti mismo, lo normal es que sea compatible con el WiFi de 2,4 GHz y 5 GHz, como mínimo.
Y eso me generaba ciertas dudas. ¿Dónde conecto mi móvil? ¿A la red que más cobertura da o a la que mayor ancho de banda me proporciona? Las diferencias entre ambas bandas dificultaba mi elección cada vez que llegaba a casa. Se acabó: ahora dejo que mi móvil elija la mejor conexión y para ello he hecho un pequeño cambio en el router.
Una decisión tan fácil como efectiva
Por suerte, tanto el iPhone de Apple como cualquier móvil Android nos dicen a qué banda del WiFi estamos conectados. Importante no confundir las bandas con los canales: principalmente se utilizan dos, las mencionadas anteriormente y que quizá te suenen. 2,4 GHz o 5 GHz, esta última también conocida como WiFi 5 o WiFi AC.
Sí, existen tecnologías más recientes como el WiFi 6 y WiFi 7, que combinan varias de las anteriores, aunque por el momento no son mayoritarias. Volviendo al tema que nos ocupa: al llegar a casa, siempre me surgía la duda. Y como comentaba anteriormente, la mejor decisión fue cambiar un ajuste del router para no tener que elegir la red cada día.
¿A qué ajuste me refiero? Básicamente al SSID, el nombre de la red WiFi, ese que vemos al buscar redes en nuestro entorno. Generalmente, cuando un operador nos instala el router, o bien cuando instalamos un router neutro que hemos comprado, de manera predeterminada veremos una red WiFi para cada banda.
Si ves nombres de WiFi que empiezan por "5G", o tienen un "Plus" al final, nos está indicando que en concreto esa red emite por la banda de los 5 GHz. ¿Qué hice para saltarme la decisión de escoger una? Usar el mismo SSID para ambas conexiones, algo que además de hacerlo más sencillo, automatiza a qué red se conecta nuestro móvil.
Por tanto, no me quedó otra que acceder a la configuración (192.168.1.1 es la puerta de enlace de mi router), buscar los ajustes del WiFi y cambiar el nombre. Así puedes hacerlo tu también:
- En tu ordenador o móvil (más cómodo en una pantalla grande) entra en la configuración del router desde tu navegador de cabecera. Si no conoces cuál es la puerta de enlace debes averiguarla de esta manera.
- Introduce las credenciales para acceder a la configuración. En caso de no haber accedido nunca, en la cara trasera del equipo verás el usuario y contraseña predeterminados.
En mi caso, solo tuve que borrar la primera parte del nombre de la red WiFi 5
- Encuentra una sección denominada como "Network", "Wi-Fi" o "WLAN", ahí encontrarás la posibilidad de editar el SSID.
- Usa el mismo nombre para ambas redes. Si le ponemos a una "Mi WiFi", que la otra sea igualmente "Mi WiFi".
Al contrario de lo que podríamos pensar, esta acción no supone ningún problema para nuestros dispositivos. A partir de ese cambio, cada gadget que poseo encuentra el mejor camino. ¿Que mis cámaras y sensores domóticos solo funcionan en el WiFi de 2,4 GHz? Ellos se conectarán automáticamente a esta.
En el caso del smartphone, tanto Android como iOS seleccionarán la red que mejor cobertura tenga. Cuando estoy en el salón, que es donde ubiqué el router, es habitual ver mi móvil conectado al WiFi 5. En cambio, al irme a las habitaciones, se pasa a la tradicional banda de 2,4 GHz. Así, no debo elegir en cada ocasión cuál me conviene más, lo que supone un alivio y sobre todo, ahorro de tiempo.
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