Cuando pensamos en la velocidad a la que evoluciona la tecnología podemos llegar a sentir algo de vértigo pero algunos procesos, como es el caso de las infraestructuras, llevan su tiempo, y no hablamos de periodos cortos. Ya pasó con la llegada del 4G y está ocurriendo lo mismo con la siguiente revolución en las comunicaciones inalámbricas.
El 5G lleva tanto tiempo anunciándose que se asemeja al cuento de Pedro y el lobo, con la diferencia de que este lobo es real pese a estar tomándose su tiempo para llegar hasta las ovejas. No sólo hablamos del desarrollo de la propia tecnología, que sigue dejando muestras de su eficiencia, si no de hacerle hueco a en el espectro radioeléctrico. Ahí es donde entra el famoso dividendo tecnológico.
Bruselas ha rechazado la solicitud de aplazamiento
Nos encontramos ante el escenario del segundo dividendo digital, ése que debe concluir el próximo año 2020 con la concesión de la banda de 700MHz a las compañías de telecomunicaciones que pujaron por dicha banda ya en 2011. Hace casi seis años, pues se produjo en verano, tanto Movistar como Orange y Vodafone se comprometieron a pagar 1.305 millones por la citada banda de frecuencias.
En los 700MHz es donde se instalará el futuro 5G que debe traer una latencia casi cero a las comunicaciones y por ello han de cumplirse una serie de pasos para su liberación, pues se trata de una banda que actualmente ocupa la TDT en nuestro país. Hace algún tiempo, con el primer dividendo digital, ya se produjo el desalojo de la banda de 800MHz, y tocará repetir el proceso.
El problema que se plantea es que la inversión inicial propuesta puede crecer debido al tiempo transcurrido, y los 1.305 millones pueden alcanzar casi los 1.500 millones cuando llegue el año 2020. Una inversión que a las telecos no les importaría retrasar pues hay que tener en cuenta que podemos modelos en circulación serán compatibles con el 5G en cuanto éste aterrice, dada la novedad de la tecnología y su atadura al hardware de los propios dispositivos, y no al software.
Con todo, el Gobierno ya ha dictaminado que el espectro de los 700MHz será entregado a las telecos en el citado año 2020, al haberse denegado la solicitud de aplazamiento por Bruselas. Había que decidir en 2017 y ya se ha hecho. A las cadenas de televisión les queda un importante trabajo que hacer para reubicar los actuales contenidos digitales en otras franjas, y a las propias telecos les espera un importante desembolso en un plazo no superior a tres años. Todo sea porque el 5G llegue a todas partes.
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