Siempre he sido una defensora de Spotify. Al poco tiempo de salir a escena, no dejaba de recomendárselo a mis amigos y fueron unos cuantos los que se lo instalaron a mi costa. Pero, por desgracia, no dejan de darme razones para que el programa deje de estar entre mis favoritos. Hoy ha sido la gota que ha colmado el vaso: a partir de ahora será necesario tener una cuenta en Facebook para poder registrarse como usuario de Spotify.
Es decir, si tienes menos de 13 años (y, por tanto, no puedes tener legalmente cuenta en Facebook), no puedes utilizar Spotify. Si Facebook nunca ha sido una red social que te haya llamado demasiado y nunca te has creado una cuenta, tampoco puedes utilizar Spotify. Si no estás de acuerdo con las cláusulas que Facebook impone, avina qué: tampoco puedes usar Spotify. Si quieres pagar la cuota mensual que Spotify cobra por sus cuentas premium pero no quieres estar en Facebook, tampoco podrás usar Spotify. ¿A alguien más le parece ridículo?
Pues, al parecer, no soy la única que lo piensa. Los foros oficiales de la compañía están repletos ahora de quejas de usuarios a los que no les parece ni lógico ni justo este cambio (que, dicho sea de paso, no se ha anunciado en ningún sitio ni tampoco se ha explicado). Entiendo que Spotify es ahora más social que nunca con los cambios que Facebook introdujo la semana pasada, pero no tiene sentido que obligue a sus usuarios a serlo.
Entiendo que se proporcione la opción de utilizar una cuenta de Facebook para registrarse, pero obligar a la gente a tener una me parece exagerado. No quiero ni pensar la cantidad de potenciales clientes que puede perder el servicio de streaming musical sólo por este detalle. De hecho, más de la mitad de las personas a las que invité a unirse en su día jamás se habrían registrado si esta norma hubiera estado vigente. ¿Por qué lo hacen, entonces? Seguramente, y siempre teorizando, aquí hayan intervenido Facebook y sus millones. Ellos sabrán pero creo que acaban de firmar su sentencia.
Vía | Genbeta
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