Cada vez se venden más de las llamadas "Smart TV", o televisiones inteligentes capaces de conectarse a Internet y acercarnos multitud de contenidos en streaming que podemos disfrutar desde la comodidad de nuestros sillones.
El mercado está creciendo tanto que en unas recientes jornadas sobre Smart TV organizadas por la Asociación Española de la Economía Digital se ha dado la cifra de que para 2015 el 90% de los modelos de televisores que se venderán tendrán la capacidad de conectarse a Internet para obtener de ella una parte de los contenidos que visualicemos a diario.
Según explicó Javier Alvira, responsable de Desarrollo de Negocio de Samsung, el 70% de los hogares contará con algún tipo de Smart TV que tendrán nuevas tecnologías, como por ejemplo nuevos sistemas de control (voz o gestos), nuevos formatos, nuevas tecnologías en los paneles, nuevas opciones de 3D, pero todas ellas tendrán algo en común: su conectividad con la Red.
En las jornadas también se habló de la importancia de los servicios de vídeo bajo demanda en streaming adaptados a formato de salón, para el crecimiento de la industria de contenidos, algo que para ser sinceros aún no se ha conseguido al 100%, siendo todavía difíciles de usar para los usuarios menos experimentados con las nuevas tecnologías.
Personalmente, creo que a los Smart TV y a los servicios y aplicaciones que les facilitan los contenidos aún les queda un largo camino por recorrer antes de estar completamente popularizados entre los usuarios comunes.
La simplicidad de configuración de los equipos y de uso será fundamental para que terminen de despegar, pero también lo serán las capacidades de nuestras redes, que deberán poder ofrecernos secuencias de vídeo en HD en streaming sin inmutarse y sin sufrir parones o ralentizaciones como suele ser habitual hoy en día para un amplio abanico de clientes.
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